El futuro de Defiance

La expectación alrededor de Defiance era inevitable. Puede que incluso fuese el estreno más esperado del midseason, sin entrar en qué serie lo merecía más. ¿La razón fundamental? Que era una serie que planteaba un universo físico propio con su mitología, sus razas alienígenas y su historia intergaláctica. Ciencia ficción pura, vamos. De esa para la que hay que pagar un peaje si quieres entrar en un mundo nuevo.

Desde las despedidas de Stargate y Battlestar Galactica, no teníamos una obra de estas características en televisión. El canal SyFy, supuesto máximo defensor del género, había abandonado las space operas y series parecidas en favor de otras más ligeras (Being Human) y de casos (Warehouse 13). También se comprendía. Los dos últimos encargos ambiciosos, Caprica y Stargate: Universe, habían fracasado con contundencia, no se sentían capaces de enfrentarse a la alargada sombra de los cylon y daba la impresión que la vertiente más light, la de Eureka, funcionaba mejor.

Entre esto y que los responsables de Defiance habían trabajado una experiencia algo novedosa, un videojuego del mismo nombre que ayudaría a complementar el universo, la ficción venía siendo anunciada con luces de neón. Todavía aún más brillantes cuando la crítica defendió que apuntaba maneras y un universo sólido.

Defiance, para aquellos que aún no hayan topado con una reseña suya, es el nombre de una ciudad de una Tierra futura que ya tiene poco que ver con la actual. El ecosistema se ha visto alterado por la introducción de nuevas especies extraterrestres y los humanos se han visto obligados a convivir con seres de otras galaxias sin éxito. La faz de la tierra es un lugar hostil donde la supervivencia forma parte de la rutina diaria y por esto, cuando un aventurero llamado Joshua Nolan se encuentra con una localidad relativamente civilizada, decide quedarse en ella junto a su hija adoptiva alienígena.

Esta, que conste, es la versión muy resumida. Si algún empollón prefiere saberlo todo tan sólo empezar, puede entrar en la página de wikipedia donde hay una enciclopedia de razas y de los hechos históricos que llevaron al planeta Tierra a estar habitado por ellas. Esta guía, en el fondo, sirve para legitimar la propuesta. Asegura que Rockne S. O’Bannon, Kevin Murphy y Michael Taylor se han tomado unas molestias en la construcción de un universo propio.

La pregunta, sin embargo, es si las historias que sucedan en él estarán a la altura. De momento, da la impresión que adaptará la filosofía del western al género. Pero en los ochenta largos minutos del piloto, la primera aventura de Nolan fue poco estimulante y con una ejecución muy plana y previsible. Hay otras razas, sí, pero se antojan poco interesantes y parece mentira que no se tomaran la molestia de presentar unos personajes algo más atractivos, con algo más de complejidad.

A ratos, la compañera del protagonista parecía una versión deformada de la Michonne de The Walking Dead (mucho morrito, poca sustancia) y Julie Benz no puede tener menos pinta de alcaldesa (a menos que estemos hablando de una película para televisión de Disney Channel). Pero lo que sí se merece una mención especial para bien es la banda sonora de Bear McCreary, grandilocuente y con un toque industrial muy oportuno.

P.D.Podcast: Ciencia ficción, comedia, dramedia, terror y suspense. ¡Hay de todo en la viña de Yo Disparé a J.R., el podcast de un servidor! Aquí tenéis la guía del programa:

- 0’: Introducción y Defiance, un nuevo universo.

- 16’: Nurse Jackie, ¿se nota el cambio de showrunner?

- 26’: Awkward y el fin del triángulo amoroso (o eso parece).

- 38’: Bates Motel, dos series en una.

- 50’: El final de Top of the Lake de Jane Campion. Con spoilers, por supuesto.