Malas lenguas vaticinaban que era una mala idea hacer un remake del (cuestionable) clásico de los setenta The Bionic Woman. La mujer biónica de entonces, que arrancó con buen pié en la cadena americana ABC, no acabó siendo precisamente un éxito. Después de un importante bajón de audiencia en la segunda temporada, la ABC se la quitó de encima y acabó en manos de la NBC, que acabó de rematar la serie en la tercera. Curiosamente, esta última cadena ha sido la que ha intentado revivir a la fémina semiartificial logrando lo imposible: cargarse, por segunda vez, a la mujer biónica.
En este remake, Jaime Sommers es una camarera que tuvo que renunciar a una prometedora vida universitaria para cuidar de su hermana en la edad del pavo. Una noche, volviendo de cenar con su prometido en coche, Jaime es envestida por un camión. El accidente es fatal: la chica pierde las piernas, un ojo, un brazo e innumerables partes de su mutilado cuerpo. No obstante, su novio, que secretamente trabaja para una agencia de inteligencia, la salva a toda costa poniéndole implantes con aplicaciones militares. Es así como Jaime se convierte en una mujer biónica y descubre que, quizás, su existencia servirá para algo más que para servir copas. Pero que el espectador no se equivoque: la existencia de esta mujer biónica es mediocre y prescindible.
Resumiendo, Bionic Woman es mala con ganas. Es de lo peor que se puede ver en la programación estadounidense. No tiene por donde cogerse. En unos tiempos donde parece que el buen ritmo en las series es contagioso, Bionic Woman sorprende por su capacidad de aburrir al espectador. La atmósfera que intenta otorgar seriedad al producto es fría, pretenciosa y soporífera. La elección de Michelle Ryan para hacer de mujer biónica es un error imperdonable, puesto que actúa mal y no tiene ninguna clase de carisma, ni es guapa, ni es fea, ni cae simpática. Lo mismo pasa con los actores secundarios, resaltando a Isaiah Washington (el Dr. Burke de Anatomía de Grey), perdonavidas como siempre, que con un poco de suerte no va a levantar cabeza en el resto de su vida (por homófobo). Los personajes que interpretan, además, son planísimos y parece que les extirparan el sentido del humor, siendo incapaces como son de hacer una ligera sonrisa a lo largo de los eternos minutos del serial. Porque, si algo es verdaderamente insoportable en Bionic Woman es el patético concepto de seriedad en que se tiene a si misma, sin ningún instante de inflexión en la que pueda reírse de si misma. El jefe de la protagonista es capaz de meterle un rollo sobre lo que es la compañía, explicándole con palabrería técnica y empresarial que intentan preservar la civilización tal y como la conocemos y soltando al final: “te lo haré fácil, nosotros salvamos el mundo”. Lo impactante es que lo dice seriamente.
Hay series que no aspiran a mucho y son malas: se pueden excusar. En cambio, ésta se toma tan en serio a si misma y es tan abiertamente pretenciosa que se convierte en un bodrio imperdonable. Pocos despropósitos tan mayúsculos se han podido ver por televisión. Por suerte, no parece que la extraordinaria mujer vaya a sobrevivir mucho más tiempo en televisión por más pegotes biónicos que le implanten.
En este remake, Jaime Sommers es una camarera que tuvo que renunciar a una prometedora vida universitaria para cuidar de su hermana en la edad del pavo. Una noche, volviendo de cenar con su prometido en coche, Jaime es envestida por un camión. El accidente es fatal: la chica pierde las piernas, un ojo, un brazo e innumerables partes de su mutilado cuerpo. No obstante, su novio, que secretamente trabaja para una agencia de inteligencia, la salva a toda costa poniéndole implantes con aplicaciones militares. Es así como Jaime se convierte en una mujer biónica y descubre que, quizás, su existencia servirá para algo más que para servir copas. Pero que el espectador no se equivoque: la existencia de esta mujer biónica es mediocre y prescindible.
Resumiendo, Bionic Woman es mala con ganas. Es de lo peor que se puede ver en la programación estadounidense. No tiene por donde cogerse. En unos tiempos donde parece que el buen ritmo en las series es contagioso, Bionic Woman sorprende por su capacidad de aburrir al espectador. La atmósfera que intenta otorgar seriedad al producto es fría, pretenciosa y soporífera. La elección de Michelle Ryan para hacer de mujer biónica es un error imperdonable, puesto que actúa mal y no tiene ninguna clase de carisma, ni es guapa, ni es fea, ni cae simpática. Lo mismo pasa con los actores secundarios, resaltando a Isaiah Washington (el Dr. Burke de Anatomía de Grey), perdonavidas como siempre, que con un poco de suerte no va a levantar cabeza en el resto de su vida (por homófobo). Los personajes que interpretan, además, son planísimos y parece que les extirparan el sentido del humor, siendo incapaces como son de hacer una ligera sonrisa a lo largo de los eternos minutos del serial. Porque, si algo es verdaderamente insoportable en Bionic Woman es el patético concepto de seriedad en que se tiene a si misma, sin ningún instante de inflexión en la que pueda reírse de si misma. El jefe de la protagonista es capaz de meterle un rollo sobre lo que es la compañía, explicándole con palabrería técnica y empresarial que intentan preservar la civilización tal y como la conocemos y soltando al final: “te lo haré fácil, nosotros salvamos el mundo”. Lo impactante es que lo dice seriamente.
Hay series que no aspiran a mucho y son malas: se pueden excusar. En cambio, ésta se toma tan en serio a si misma y es tan abiertamente pretenciosa que se convierte en un bodrio imperdonable. Pocos despropósitos tan mayúsculos se han podido ver por televisión. Por suerte, no parece que la extraordinaria mujer vaya a sobrevivir mucho más tiempo en televisión por más pegotes biónicos que le implanten.
Bionic Woman se emitirá próximamente por el canal digital Sci-Fi como bien me ha informado el bloguero Sunne.
6 comentarios:
Nunca me ha atraído, me bajé el episodio piloto y ahí lo tengo criando polvo, nosé ni la idea me atraía. Ahora veo que es mala, me parecía algo similar a Paintkiller Jain, la cual si vi el piloto ( puaj!!)
Ahi está antena 3, triunfando como siempre. La madre que los parió...
luih, lo siento pero para errores imperdonables ya estoy yo, y sin querer me he echado un farol.
Me he confundido. Antena 3 no compró los derechos del pegote biónico, sino de Dirty Sexy Money. Ahora lo he actualizado.
Prefiero pensar que un mal post lo puede tener cualquiera.
es igual, antena3 es una maltratadora de series.. mira dark angel, o angel..
Eso iba a decirte, si esto no se le puede aplicar a antena 3, ya se le aplicará otra cosa, porque lo que esta cadena hace con las series no tiene perdón de dios (ahí está 24, que casi me hizo ir a las oficinas centrales a partirles la boca a los directivos...)
NOTICIA: es el canal sci fi el que ha comprado bionic woman
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