miércoles, 14 de noviembre de 2007

El club contra el crimen: Cuando Grey encontró a Grissom

Los asesinatos son, de lejos, la mayor fuente de inspiración de los guionistas. Cómo, sino, se entiende su eterna presencia en televisión. Desde Se ha escrito un crimen a CSI, pasando por The Closer, Bones, Dexter, Crossing Jordan... Un sin fin de productos (y subproductos) que parece no dar síntomas de cansancio. El último producto derivado de tan mórbida fuente de inspiración: El club contra el crimen.

Lindsay (Angie Harmon), Claire (Paula Newsome) y Jill (Laura Harris) son compañeras de trabajo y amigas. El hecho que la primera sea detective de homicidios, la siguiente médico forense y Jill la abogada del distrito no son ningún obstáculo para compartir sus vidas además de los cadáveres. Los hombres, claro está, son la comidilla diaria del profesional trío, sobretodo para Lindsay, que descubre entrando en el despacho de su nuevo jefe que su exmarido (Rob Estes), que acaba de prometerse, es el mandamás. Aunque donde caben tres caben cuatro, y así aparece Cindy (Aubrey Dollar), una intrépida periodista que queda prendada del buen-rollo entre esas mujeres.

Pese a que las cuatro protagonistas están en todo momento trabajando para un caso, lo que diferencía a Women’s Murder Club de otras series detectivescas es la importancia de la relación entre ellas. Lindsay, Claire, Jill y Cindy bien podrían haberse llamado Meredith, Christina o Izzie. No obstante, pese a recordar a Anatomía de Grey, El club contra el crimen es un producto 100% femenino que tampoco llega a alcanzar las cuotas de culebrón del serial hospitalario. Respecto a los asesinatos, el interés despertado por el caso tampoco acaba de funcionar al ser relegado a un segundo plano. Así que, aunque sirve para pasar un buen rato, se queda a medio camino en las dos sendas que emprende.


No obstante, esta serie de homicidios también depara una sorpresa. Ya en la última escena del episodio piloto aparece un cadáver de una chica con los labios cosidos dentro de una bañera. La imagen, dura en contraste con el episodio, es la presentación de Kiss-me-not (“No-me-beses”), un psicópata que seguro que traerá cola a lo largo de esta primera temporada. Un aliciente para los amantes de los asesinos en serie que no llega a ser una razón de suficiente peso como para recomendar el visionado de esta serie, otra de asesinatos.
Cuatro tiene los derechos de esta serie aunque aún no se sabe cuando la empezará a emitir.

1 comentario:

Sunne dijo...

Te reto a que hagas tus 7 pecados de serieadicto.jeje, a ver de que salsa estas hecho.