No sé qué pensaría la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, si viera Rescue Me. Seguramente resoplaría de satisfacción al comprobar que no se trata de ningún producto nacional. Tommy y sus compañeros de trabajo no es que sean precisamente verdugos de la violencia de género, pero en cada uno de sus actos y comentarios ayudan a estabilizar su imagen de machos. Para ellos no hay nada más viril que un buen par de puñetazos, objetivizar a las mujeres y coleccionarlas como trofeos, apostar acerca del tamaño de sus penes, y, en caso de estar emparejados, unos cuernos bien hechos.
Hay series que se dedican a dar ejemplo con la conducta de sus personajes. Hay otras que, como esta, dan ejemplo de lo que no debe ser. No sólo muestra el machismo recalcitrante de ese cuerpo de rescate sino que en todas las acciones hay algo que puede considerarse incorrecto. Asimismo, pese a la moral corrupta del semental protagonista, es difícil que caiga mal. Sin duda es un cabrón de cojones, pero también un tipo de lo más simpático.
Otra gran baza a la hora de retratar la faceta más machista de los protagonistas es la manera con la que abordan la homosexualidad. Quizás se llaman maricones los unos a los otros y se niegan a entrar en una fiesta gay, pero ¿hay alguna serie no temática donde la homosexualidad esté más latente?
El hiperrealismo del conjunto les permite tomarse estas licencias. Se pueden tomar el pelo acusándose de maricones los unos y los otros, porque en el fondo es una manera realista de reafirmarse en su virilidad (que para ellos no es muy compatible con la homosexualidad) y porque los guionistas saben sacarle tajada al asunto y volviéndolo contra ellos. Los bomberos se burlan de la homosexualidad, pero casi todos ellos deberán encararse a ella de un momento a otro.
Además, su manera de afrontarlo todo a base de golpes, insultos y pastillas no es más que otra forma de mostrar el patetismo y la incapacidad de salir adelante de algunos hombres básicos y arcaicos que buscan en este trabajo de fuerza tan duro su autorrealización. Ellos forman parte de la resaca del 11 de septiembre y, gracias a su carisma y sacrificio, nos vemos obligados a perdonarles algunos de sus defectos, como si de pacientes terminales se tratase.
Hay series que se dedican a dar ejemplo con la conducta de sus personajes. Hay otras que, como esta, dan ejemplo de lo que no debe ser. No sólo muestra el machismo recalcitrante de ese cuerpo de rescate sino que en todas las acciones hay algo que puede considerarse incorrecto. Asimismo, pese a la moral corrupta del semental protagonista, es difícil que caiga mal. Sin duda es un cabrón de cojones, pero también un tipo de lo más simpático.
Otra gran baza a la hora de retratar la faceta más machista de los protagonistas es la manera con la que abordan la homosexualidad. Quizás se llaman maricones los unos a los otros y se niegan a entrar en una fiesta gay, pero ¿hay alguna serie no temática donde la homosexualidad esté más latente?
El hiperrealismo del conjunto les permite tomarse estas licencias. Se pueden tomar el pelo acusándose de maricones los unos y los otros, porque en el fondo es una manera realista de reafirmarse en su virilidad (que para ellos no es muy compatible con la homosexualidad) y porque los guionistas saben sacarle tajada al asunto y volviéndolo contra ellos. Los bomberos se burlan de la homosexualidad, pero casi todos ellos deberán encararse a ella de un momento a otro.
Además, su manera de afrontarlo todo a base de golpes, insultos y pastillas no es más que otra forma de mostrar el patetismo y la incapacidad de salir adelante de algunos hombres básicos y arcaicos que buscan en este trabajo de fuerza tan duro su autorrealización. Ellos forman parte de la resaca del 11 de septiembre y, gracias a su carisma y sacrificio, nos vemos obligados a perdonarles algunos de sus defectos, como si de pacientes terminales se tratase.
El humor que los identifica, además, es tan cínico que tardé mucho tiempo en encontrarle el puntillo. Pero por algo escribo esta entrada: porque vale la pena. ¡Rescatad esta serie! Es tan dura y a la vez tan relativa, que cuesta entender la grandeza de su retorcido humor. Es drama y sobre todo comedia. Eso sí, mirándola, ninguna risa resulta pura.
10 comentarios:
Creo que sólo he visto el piloto, donde destacaba mucho el aura autodestructiva de Tommy.
Esta es una de esas series a las que le tengo echado el ojo, pero por ahora, con The Wire y Oz ya tengo una buena ración de tipos duros.
Yo la llevo más o menos al día y francamente es muy buena. Pero su dureza es la culpable de que vaya en horarios muy tardes.
Suerte que me la bajé!
tresblau, tienes razón.
Aunque en Catalunya se programa de forma muy loable.
Quien quiera verla, en el catalán CANAL 33 la emiten los domingos a las 22:55 (aceptable) y hacen tres episodios seguidos sin ningún tipo de publicidad (ni entre ellos).
Mirar televisión así es un placer.
Solo habia oido el titulo de esta serie, no sabia de que iba, habrá que darle una oportunidad, ademas ahora estoy bajandome pilotos de distintas series haber cual me convence para darle una oportunidad.
Uf, es que a mí las series de bomberos me dan una pereza... Todo por culpa de aquel despropósito de Antena 3 protagonizado por José Coronado.
Bueno, pero, entonces, Crítico en serie, ¿vale la pena verla? Yo lo único que he visto acerca de bomberos ha sido Llamaradas de Hans Zimmer (en una de sus numerosas reposiciones de La Uno); las escenas de Jim, el marido de Melinda Gordon, en Entre fantasmas, y una peli porno ambientada en un parque de bomberos. ¡Jaja!
Tienes que decirme el título de esta última, albert. ;)
Sí que vale la pena. Mucho. No porque se trate de bomberos, sino por su contenido y su filosofía.
Esto no es la versión en llamas de The Shield, sino el retrato de unos hombres que salvan vidas pero que en su esfera personal dejan mucho que desear.
eso mismo me preguntaba yo, leyendote pensaba que hasta sería ofensivo pero por otro lado he oído mil maravillas de esta serie, y quiero echarle el guante antes del 2009 (si uno ya hecha cuentas por meses, tengo la lista de series a tope).
Pues ya era hora de una serie sobre los problemas de los hombres en esta sociedad cada vez mas androgina. Si, estamos pasando de un extremo al otro. De reprimir la homosexualidad por ejemplo a no poder decir que no te gusta como tal cosa, de las agresiones a las mujeres que antes eran tabú a revolcarnos y regodearnos en los casos de violencia que se han convertido en un puro negocio para los mass-media, del desprecio al sexo femenino a que cualquier crítica se tache de machismo. Aunque no comparto muchos de los comentarios ni comportamientos de la serie pero soy adulto para ver una serie asi, me encanta que se pueda ver una serie politicamente incorrecta en los tiempos que corren.
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