De las perfectas casas de dos plantas, jardín, garaje y con perro incorporado, a la vida del gris más deprimente. Mientras que In the Motherhood y Surviving Suburbia se escenificaron sobre la premisa del éxito vital y material, al más puro american-way-of-life, en la televisión de los Estados Unidos también llegó esta primavera la cara oculta del mismo camino. Eastbound & Down, Parks and Recreation y Party Down recrean las aspiraciones frustradas, los objetivos que nunca se cumplirán y, paradójicamente, alguna de ellas también simboliza la buena comedia.
Al ser de la HBO, Eastbound & Down es la que tiene más ínfulas de trasgresión, a la vez que es la menos conseguida de las tres. Este relato que narra las vivencias de una estrella del baseball venida a menos por culpa de su narcisismo, mala educación y afición a las drogas se queda en una comedia unidimensional. Es la versión patética y de cable de House, desagradable de ver y cuya radical personalidad, sin ningún atisbo creíble de transformación, satura (ver al protagonista restregándose unos calzoncillos por la cara mientras habla con su cuñada es una muestra del mal gusto). Definitivamente, Danny McBride, el artífice, guionista y protagonista de la función, no será quien enderece a la HBO.
El otro gran nombre que se ha instaurado en la programación es el de Amy Poehler, la Hillary Clinton del Saturday Night Live a la que se ha brindado una oportunidad de oro con el mockumentary Parks and Recreation. Con este título tan poco atractivo, la comedia aprovecha el filón de The Office plagiándolo drásticamente. Y de no ser por el claro referente, es probable que a la serie no le hubieran llovido tantas críticas. Es cierto que Poehler no es Steve Carell, ni tampoco los personajes, ni el nivel de vergüenza ajena llega a las mismas cotas, pero me alegro de esta posible identidad propia de la que han dotado Parks and Recreation. Y donde algunos ven gags fallidos, yo veo nuevas posibilidades y sutilidad; y mientras algunos echan de menos a Carell, yo no puedo dejar de congratularme por la presencia de Poehler. Los personajes negativos ya empiezan a cansar, más aún si están interpretados por Carell.
Al ser de la HBO, Eastbound & Down es la que tiene más ínfulas de trasgresión, a la vez que es la menos conseguida de las tres. Este relato que narra las vivencias de una estrella del baseball venida a menos por culpa de su narcisismo, mala educación y afición a las drogas se queda en una comedia unidimensional. Es la versión patética y de cable de House, desagradable de ver y cuya radical personalidad, sin ningún atisbo creíble de transformación, satura (ver al protagonista restregándose unos calzoncillos por la cara mientras habla con su cuñada es una muestra del mal gusto). Definitivamente, Danny McBride, el artífice, guionista y protagonista de la función, no será quien enderece a la HBO.
El otro gran nombre que se ha instaurado en la programación es el de Amy Poehler, la Hillary Clinton del Saturday Night Live a la que se ha brindado una oportunidad de oro con el mockumentary Parks and Recreation. Con este título tan poco atractivo, la comedia aprovecha el filón de The Office plagiándolo drásticamente. Y de no ser por el claro referente, es probable que a la serie no le hubieran llovido tantas críticas. Es cierto que Poehler no es Steve Carell, ni tampoco los personajes, ni el nivel de vergüenza ajena llega a las mismas cotas, pero me alegro de esta posible identidad propia de la que han dotado Parks and Recreation. Y donde algunos ven gags fallidos, yo veo nuevas posibilidades y sutilidad; y mientras algunos echan de menos a Carell, yo no puedo dejar de congratularme por la presencia de Poehler. Los personajes negativos ya empiezan a cansar, más aún si están interpretados por Carell.
Pero el auténtico hallazgo ha sido Party Down del casi desconocido canal Starz que se centra en un grupo de camareros que esperan sirviendo copas su oportunidad en Hollywood. Es agridulce y modesta. No opta por estridencias. Sin embargo, la humildad y la sinceridad con la que está realizada, además del cariño que profesa por sus personajes, llegan al espectador. No es una serie para reírse, sino para ver la amarga disección que se esconde en cada fiesta y como la dignidad de cada uno depende del baremo que uno se aplica. Asimismo, a otras series mucho más ambiciosas ya les gustaría contar con una pareja tan disimuladamente encantadora como la formada por Adam Scott y la siempre estimulante Lizzy Caplan.
11 comentarios:
Tan sólo vi el piloto de Eastbound an Down en su día, pero me pareció tremendamente horrible. Como bien dices, es una combinación de cosas de mal gusto constantemente, sin ton ni son. En plan, "Oh, estamos en la HBO, podemos decir palabrotas y hacer malos gestos". Mala mala mala e infinitamente mala xD
Party Down vi el piloto y me pareció rarísima. A ver si en sucesivos episodios acabo de pillarle el truquillo.
La obra de la HBO la tengo pendiente de ver, pero no me atrae nada. Después de leerte me atrae menos, pero sin embargo veré el piloto porque me gusta tener mi propio criterio.
De Party Down vi el piloto y la sensación fue buena, miraré alguno más para ver cómo evoluciona, pero lo que vi de esta nueva serie de Rob Thomas me gustó.
Kyra, sí sí, completamente de mal gusto. Me encanta esto que dices de... "estamos en la HBO, pues a liarla". Exacto.
Thursnext, anda, ahora me acabas de recordar que era de Rob Thomas! Debes saber, pues, que en el segundo episodio aparece Jason Dohring. Y, en el tercero, el decano de la universidad.
¿A qué te refieres con personajes negativos cuando hablas de Steve Carrell? Pero si Michael Scott no es mala gente. Simplemente da mucha pena.
Con Parks and Recreations, esperaba más humor y vergüenza ajena, a costa de una protagonista que parece ser de lo más pánfilo. A ver que tal evoluciona y si cumple con lo que promete.
tienes toda la razon, creo que vería Party Down por el simple hecho de que salga Lizzy Caplan, me fascino en True Blood, a ver si puedo conseguirla porque las otras dos no me atraen...
A mí Eastbound no me ha llamado la atención en ningún momento, pero diría que he leído en algún sitio que ya está renovada para una segunda temporada ...
De Party Down he visto el primer capítulo y me gustó mucho, tiene ese punto de mala leche y me gusta que se centre en personajes "fracasados".
Parks and ... aún la tengo pendiente, pero me anima tu comentario.
A mí P&R me ha gustado, aunque ese tufillo a The Office (lógico, por otra parte) no me termina de convencer. Poehler está genial, eso sí, y su personaje es una logradísima versión femenina de Michael Scott.
Con lo que me gusta a mí Carrell!!! :P
P&R la veré pero quiero esperar a tener varios capítulos y una con la que no contaba para nada era Party Down per a lo mejor teng oque darla una oportunidad que necesito aire nuevo de comedia que solo con The Office no puedo vivir. Lo digo porque HIMYM lleva unas semanas que es más de lo mismo, hay que variar señores...
Al final me he descargado Party Down siguiendo tu recomendación. Y me ha gustado, pero tiene un humor muy cercano al de The Office, por eso de situaciones incómodas y momentos de vergüenza ajena. Seguiré con ella.
Estoy de acuerdo con Parks and Recreations. Cansa.
Pero Party Down la verdad es que a mí no me llegó demasiado. No es que no me gustara, o me aburriera o no me interesara.. simplemente no me llegó por algún motivo y no me dan ganas de ver alguno más a ver que tal.. y eso que los estoy bajando todos..
Este tipo de series está fuera de serie, su futuro estará plagado de problemas.
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