viernes, 8 de mayo de 2009

Bienvenida al olimpo de las series de culto

Criando Malvas (Pushing Daisies) debe servir de ejemplo a aquellos que quieran dedicarse a la televisión. Brian Fuller supo interpretar este medio como un vehículo para hacer de sus fantasías una realidad. Vio que ofrecía un abanico de posibilidades visuales sin límites y entregó una obra de arte de evidentes referentes cinéfilos (de Tim Burton a Amelie) pero insólita en televisión. Y aunque haya sido de combustión rápida, su propuesta visual que se extendía a lo conceptual merece que nos quitemos el sombrero.

El piloto, que ganó el Emmy a la mejor dirección, ya hizo posible vaticinar que esta comedia entraría sin discusiones en cualquier libro teórico que analizara el medio. Sin fisuras, expuso un mundo con una estética colorista libertina donde lo anecdótico pasaba a ser la regla general, presentó a los personajes y dotó el escenario y el argumento de un almibaramiento en sintonía con la imagen. Pero ofreció un producto tan compacto que se condenó a la extinción.

Desde ese primer episodio, soberbio, Criando Malvas ya no tuvo de donde sacar punta. Lo esencial ya estaba encima de la mesa, los atisbos de culebrón eran demasiado estáticos e inofensivos, y era imposible tomarse en serio ninguno de los asesinatos que se investigaban cuando había tan buenas intenciones detrás. El procedimental, que era la única salida que le podría haber quedado, fue inviable.

De todas formas, la unidireccionalidad que tomó la serie no resta méritos a los guionistas, pues en cada nueva entrega hubo pruebas de la genialidad inicial, al complementar un universo rico en matices que debe convertirse en referente automático de ahora en adelante.

Después de 22 episodios culminados con un precoz desenlace que da un punto y final a la narración, quedó la sensación que la serie debió ser una película. Tenían el argumento, el paisaje y el tono, sólo que no era de ilimitada duración y también requería de una faceta un tanto más oscura y cínica para contrarrestar la sobredosis de azúcar. Sin embargo fue tan preciosa e innovadora que ya se le puede estar dando la bienvenida tanto en los manuales de televisión como entre las futuras (y bastante turbias) listas de series de culto (si es que a un producto tan inocuo y familiar se le permite la entrada).

13 comentarios:

Nahum dijo...

Muy bien visto: empezó tan alta que, quizá, eso fue en su contra.

Es muy Big Fish todo, sí, con ese aroma kitsch hasta en la música.

Anónimo dijo...

Ya te comenté el otro día que la vi por ti, que me dije a mi misma, va dale una oportunidad, lo hice y al segundo capitulo ya flipaba en colores , nunca mejor dicho.
Considerando que la vi a la vez que miraba la 5 temporada de The Shield y True Bllod, pues era un oasis de amor y azucar, je,, je


PD Empieza el Internado , no he podido resistirme y he leido los spoilers del primer capitulo y promete

Patricia.

OsKar108 dijo...

Me parece una serie Sensacional, lástima que ya esté cancelada.

¡Saludos!

Fran Correas dijo...

Yo opino que han descubierto a un gran plantel de actores que pronto (espero) veremos por otras series.

Crítico en Serie dijo...

Nahum, es muy Big Fish aunque yo nunca he apreciado esta película (de hecho, no puedo con ella). También tiene mucho de Charlie y la Fábrica de Chocolate. Y también de la concepción estética de la sociedad de Eduardo Manostijeras (claro que sin pizca de oscuridad).

Patricia, ¡y tanto que debías flipar en colores! ;) Realmente contrarrestarla con True Blood y The Shield te debió servir para querer verla. Tampoco puedes estar todo el día con productos turbios, algún entretenimiento inofensivo debes tener. Y te aviso que sólo voy por la tercera temporada de El Internado, así que nada de espoilearme la quinta, ¿eh? ;)

OsKar, cosas que pasan (y era totalmente predecible intuir que no pasaría del segundo año. Mira cómo les ha ido a las compañeras de programación, Eli Stone y Sexy Money...).

Fran, por algún lado leí que a Anna Friel ya se la están rifando y Kristin Chenoweth también ha salido muy beneficiada (aunque estuvo muy pasada de vueltas en la recta final de Criando Malvas).

Pigonna dijo...

Que alegría me ha deado ver este post dedicado a una de mis series favoritas, dulce, naif, elegante, colorista, alegre.... lástima del precipitado final

satrian dijo...

La tendré que poner en la lista veraniega, con las comparaciones a Tim Burton y Amelie, habrá que darle una oportunidad.

joZeMurci dijo...

Gracias por el post de Pushing! Fantastica la serie, fantastico el montaje, fantasticos los personajes, fantastica la idea y el planteamiento. Que la serie fuera procedimental era una buena salida porque las historias eran a cada cual más extravagante q la anterior. Ha sido una lastima q acabara tan pronto, y casi sin haberla disfrutado más que una temporada en total, porque 22 capitulos en total, han sabido a poco.

Sabes cuándo van a sacar lo que se dijo del comic??

Saludos CnS (Critico en Serie)

Un telespectador más dijo...

Precisamente ahora estoy viendo el 2x11 y tengo una pena...no quiero que esto acabe!!!!

Una lastima, porque la serie no lo merece.

Saludos!

Fhilippos dijo...

A mí el piloto me encantó pero a medida que iba viendo más episodios se me iba haciendo cada vez más lenta y pesada hasta que, con esfuerzos, llegué a la segunda temporada y la tuve que dejar. Es una serie que me supera. A lo mejor un día la retomo, pero no está dentro de mis planes cercanos...

Eso si, la estética es preciosa.

Adri dijo...

sin duda una gran serie.. y gran incomprendida.. Con esa estética bartoniana (yo si AMO Big Fish)..

Voy a disfrutar de cada momento que me queda de la segunda temporada..

MFAL dijo...

Ya a Brian Fuller le cancelaron Dead Like Me, otra serie, fresca, divertida, original, irónica...
es un tío sin suerte

Mr. Prozac dijo...

Creo que fue una serie muy maltratada, que no se promocionó lo suficiente y que se merecía mucho mas que esos 22 capitulos, que para mi han sido suficientes para extrañar estos personajes para siempre.