miércoles, 24 de junio de 2009

De Realities (I): Crónica de una ruptura anunciada

Los divorcios mediáticos ya no se cuentan por millones de dólares como antaño, cuando se hacían quinielas sobre si Heather Mills le sacaría 50 o 150 millones de dólares a Paul McCartney. Ahora, gracias al reality Jon & Kate Plus 8, los divorcios se cifran en millones de espectadores.

Y es que una cosa es que los medios de comunicación sigan las rupturas matrimoniales y la otra es que se presencien las peleas y se anuncie tal decisión en la pantalla. Es el caso de la pareja Gosselin, que durante cinco temporadas ha narrado en televisión sus aventuras como padres de gemelos y sextillizos, y que esta semana ha anunciado finalmente su ruptura en antena delante de 10,6 millones de estadounidenses.

El fenómeno, sin embargo, no ha surgido de la nada. Los rumores que apuntaban a la inestabilidad conyugal ya surgieron en abril cuando la prensa publicó que Jon le había sido infiel a Kate. Y ante la expectación de una respuesta oficial por parte del matrimonio, 9,8 millones de personas sintonizaron el canal TLC para ver el inicio de la quinta temporada, donde los Gosselin negaron los cuernos y la posible separación, pero donde asumieron que la relación no era como siempre, mientras flotaba la tensión por el ambiente. Según ellos mismos reconocieron, desde que habían aceptado poner sus vidas bajo los focos, los dos habían cambiado.

Pero el auténtico bombazo llegó el pasado lunes, después de una inteligente campaña promocional por parte de la cadena. Ellos sólo publicitaron “un anuncio especial” y los medios de comunicación se encargaron del resto.


En la revista Entertainment Weekly, por ejemplo, cuatro de las cinco noticias más leídas del día tenían que ver con la separación; en toda publicación que se precie o desprecie también mencionaban el estado de Jon y Kate; y en el Twitter era uno de los temas más populares del día, junto con las elecciones de Irán. Y así, entre el cuarto poder, la opinión pública y los Gosselin, se ha podido vivir una experiencia más propia del Show de Truman. ¿Es digna esta opción de vida y de divorcio, o les quitaríais la custodia de los hijos? ¿La realidad ha superado una vez más a la ficción o es trata de ficción vestida de realidad?

Sea cual sea la respuesta, el Twitter deja clara una cosa: seguro que hay gente por aquí a la que le preocupan mucho más lo anuncios de Jon & Kate que los del Consejo de los Guardianes.

Aquí un fragmento del programa especial donde es fundamental fijarse en donde se sientan los futuros divorciados. Uno a cada lado, pero sin coincidir en el plano. Dura realidad la que refleja la cámara.



12 comentarios:

Clark Kent dijo...

Madre mía, cuánto tiempo leyendo cosas de unos tales Jon y Kate y por fin me entero de la película... A mí me van más los realities falsos, de pega, tipo Gran Hermano (eso no es "la realidad" sino el "experimento sociológico" que apuntaba la Milá y muy bien apuntado) o el maravilloso "Confianza ciega" (programa adelantado a su tiempo que lanzó los "debates cachondos sobre el reality estrella de la cadena" con un Juan Ramón Lucas totalmente entregado... ah, the good old times...).

Yo creo que lo de estos dos, más que Show de Truman, es EdTV, ¿no?

Gran blog, he vuelto!

Crítico en Serie dijo...

Clark, es que lo de Jon y Kate es impresionante. Llevan marcando la actualidad de EEUU desde hace meses. ¡Y diez millones enganchados al canal de cable sólo para ver el anuncio del divorcio!

Que conste, sin embargo, que nunca los he visto. Creo que ya es tarde. Y chico, Mercedes Milá es para asesinarla. Yo me quedo con Hotel Glam. Era caspa pura y dura y esa era la gracia. Es que no habia forma de encarar, por ejemplo, la posesión de Yola o la felación en el autobús (además de Pocholo pasado de vueltas a todas horas). Qué recuerdos...

Pigonna dijo...

Precisamente hoy he leído en el periódico que el show seguirá con una sexta temporada tras el divorcio, donde se podrá ver la nueva vida de los participantes. ¡Money is money!

Unknown dijo...

Ya sabes que a mí me alucina toda la que hay montada alrededor de Jon & Kate. Los críticos yanquis pronosticaban el lunes que la audiencia del programa iba a caer no por el tema del divorcio, sino porque parece que lo peor del show es que está lleno de product placements y publicidad descarada, y que por ahí se pierde definitivamente el encanto.

Anónimo dijo...

Estoy intentando imaginarmelo a la española, ya que lo copiamos todo pues oye esto también , y aqui tantos hijos serian del Opus o Legionarios de esos , luego no creo que se prestarian o no tendrian audiencia ya que todo el dia rezando como que no.
Asi que la versión española deberia ser , tras mucho pensar, en Ambiciones, el día a día del Jesulin , la Campanario más la Esteban ,los niños, tios , primos , abuelos , ligues y un largo etc....¿ Alguien se lo puede imaginar sin que se le ponga la carne de gallina? y ¿ tendria más audiencia que el futbol?

En fin , esperemos que no ocurra pero deberiamos estar prevenidos, je, je

Patricia.

Crítico en Serie dijo...

Pigonna, ahora ya no deben poder vivir sin las cámaras. ¿Qué harían los niños con la privacidad pudiendo pasar su infancia delante de todo EEUU?

MacGuffin, la audiencia del programa está bastante floja. Consiguen grandes datos en los programas especiales, pero luego se queda en cuatro millones por los episodios normales. Pero esto del product placement no tenía ni idea. Si es que cuando se pierde la moderación, se pierde el encanto (léete el domingo algo que postearé sobre The Cougar que ya es el colmo del P-P).

Patricia, Opus Dei ¡NO, POR FAVOR! Ya conozco demasiados casos en la vida real, como para tener que verlos también por la tele. Aunque, ahora que lo pienso, tendría su morbo ver a una pareja de l'Opus pasar por la situación de J&K: ¿se divorciarían o la mujer tragaría como una Santa delante de toda España?

Kike dijo...

Me gustaría saber qué diría la gente si un reality así se hiciese en España. :P

Y ya que estas con realities, ¿para cuándo una crítica de alguno español? ¡Que hay muchos y muy variados! GH, Supervivientes, Fama, OT... Y ahora El Topo, que promete ser interesante. O aunque sea una entrada de Hotel Glam a lo remember. Qué grande Yola, las felaciones, la caravana y Juan Miguel. ¡¡El pueblo quiere una segunda edición!!

Allegra dijo...

Realities... ¿en serio? Pude entender la finalidad de gran hermano 1, incluso lo ví (a pesar de q mi padre me decía "niña q haces viendo esa tontería")... y, qué razón tenía. Para mí los Reality Shows tiene mucho de show y muy poco de reality. Y es que la gente se aburre la tira.
Lo q pienso de esta pareja americana es que debería haberlos demandado protección de menores... si ellos quería convertirse en monos de circo, vale... pero los niños ¿qué culpa tenían? Marcados pa los restos ya. En fin, vergoonzoso.

Crítico en Serie dijo...

ánade, aunque los realities no sean mi fuerte, cabe decir que los estadounidenses los veo infinitamente superiores. Por lo poco que he visto, tienen mucho más sentido del ritmo y van mucho más al grano. No es como cuando miras GH por aquí y te cuentan las cosas mal, alargándolas y con intervenciones innecesarias de algún tonto del culo o la estúpida de Mercedes Milá. Es menos esperpéntico. Pero bueno, que yo pediría a gritos otro Hotel Glam. Quiero volver a ver a Yola y Malena haciendo clases a los niños como dos buenas católicas que son.

De lo que hay por aquí, no me quedo con nada. Pero sí, el Topo tiene buena pinta, también en parte para ver como se ha modificado este formato que lleva un recorrido tan largo (pasó por TV3, después por Cuatro y ahora en Tele5 les han permitido hacer modificaciones).

Crítico en Serie dijo...

Allegra, que conste que hay realities y realities. El concepto de telerrealidad no debería asustarnos siempre. ¿Tú has visto The Amazing Race? Porque es un reality en el que yo participaría sin dudarlo un segundo. Te recomiendo que veas la edición 14 para entender que se puede hacer un reality game bueno, sin ser degradante ni denigrante.

(Pero esta aventura de ponerte a tú y a tu familia delante de la cámara es algo que nunca me ha convencido. Claro que, en según qué condiciones, también creo que el espectador juzga demasiado. No siempre toda persona que sea retratada por una cámara debe ser criticada por ello).

Allegra dijo...

No no, para nada... cada cual es libre de hacer con su vida lo que quiera siempre que no haga daño al resto. Y con no verlos es bastante xD Lo que si me molesta es que sometan a los niños a ello... porque no me parece razonable que unos críos crezcan con todo el mundo viendo como se lavan los trapos sucios en su casa. Trauma infantil en potencia vamos xDD
The Amazing Race no lo he visto pero alguna vez he tropezado con posts sobre ello por la red y me imagino que será algo parecido a Pekín Exprés ¿no? ¿o a ese conato de cosa rara que intentaron echar en Antena 3 de la vuelta al mundo? (Que tampoco los ví, pero más o menos se como iban). No se, pero aunque la versión americana sea buena aquí tienen una manía de chonificar las cosas que pone los pelos de punta (por ejemplo: en vez de poner a concursar a un par de colegas o a una pareja de novios nos plantan a un par de chicas playboy, a un famosete casposo de cuarta con la portera de su edificio y a gente desconocida que ha pasado una criba destacando por algún problema serio de personalidad.

Crítico en Serie dijo...

Allegra, obviamente hay algún personajillo, pero nada que no te puedas encontrar en la vida real. La cuestión es que si pones a una serie de gente en una carrera a por un millón de dólares... sale el espíritu más competidor de la gente. En la última edición, por ejemplo, había una pareja compuesta por un sordo y su madre que se dedicaban todo el día a ir de víctimas por la sordera del hijo. ¿Hace falta tener oído para bajar quesos de 30 kg por una montaña suiza? ¿De veras? O un par de ex cheerleaders que una era la cosa más mal educada del mundo cuando se subía a los taxis... Y también es genial ver las crisis individuales. Pero lo que te digo, nada que no pudiera surgir si hicieras lo mismo con tus amigos. De hecho, tengo un par de amigas que bien les convendría un exorcismo.

Lo recomiendo. Y debo reconocerte que no vi Pekin Exprés ni La vuelta al mundo, pero es que la producción y realización española siempre dan que desear (lo siento, pero generalmente es así). The Amazing Race, por ejemplo, es trepidante, dura 40 minutos cada episodio y no hay comentarista metiendo cizaña, sólo un narrador que te sitúa y un presentador que dice "you are the 1st to arrive" o "you have been eliminated". Y lo mejor de todo es que, pase lo que pase, cuando eliminan a los concursantes, el programa siempre se despide con una nota positiva relatada por ellos. Nada de meter cizaña innecesaria y buscar las notas negativas. Lo único terrible que hay es cualquier cosa que pudiéramos protagonizar tú o yo.