Miénteme (Lie to Me) pecó de ambiciosa. Partía de un concepto con potencial, el de detectar las mentiras gracias a las expresiones, pero había tantas ganas de dar guerra a CSI, que se olvidaron de dejarle alguna imprenta. Meter a Tim Roth, por peculiar que sea, no da directamente una personalidad al producto y la corta primera temporada fue tan blanca como las paredes de la empresa de Carl Lightman.
El fichaje de Shawn Ryan como showrunner, o sea, el director de esta orquestra, se interpretó como la solución. Aparecía de entre los laureles que le granjeó la finiquitada The Shield y prometía una mayor dosis de crudeza y unos casos mejor engranados. Y a pesar de las alabanzas de la crítica norteamericana, después de ver los nuevos episodios, sigue pareciéndome insípida.
La fórmula, juego de mentiras aparte, es muy tradicional y no hay nada que la amenice. Es extraño que, viniendo de la Fox, se abandone tanto a los personajes. El muy repulsivo Roth y el resto de polígrafos andantes podrían haberse acercado a la divertida inercia de colegas de Bones, que sería mediocre de no ser por los bastante arrogantes chicos del Jeffersonian.
La otra serie que se creó a principios de año para dar una alternativa a los ex chicos de Grissom (en horas bajas desde que Laurence Fishburne se mudó a Las Vegas), Castle, también está pasando su particular proceso de purificación. En este caso se trata de dar un poco de relieve a los ayudantes de la detective Beckett, que más que secundarios han sido meros extras.
La operación, sin embargo, tampoco se ha saldado con éxito. ¿El motivo? Tienen más líneas de diálogo, pero los guionistas siguen en sus trece de retratarlos como un par de idiotas. No hay ni un ápice de profundidad, ni cierta ironía en el cliché y se quedan en nada cuando aparece Nathan Fillion en escena. Porque en el fondo este ya interpreta a un idiota de pies y cabeza. Eso sí, un escritor de éxito, encantador y petulante. Mejor que les busquen otro carácter.
El fichaje de Shawn Ryan como showrunner, o sea, el director de esta orquestra, se interpretó como la solución. Aparecía de entre los laureles que le granjeó la finiquitada The Shield y prometía una mayor dosis de crudeza y unos casos mejor engranados. Y a pesar de las alabanzas de la crítica norteamericana, después de ver los nuevos episodios, sigue pareciéndome insípida.
La fórmula, juego de mentiras aparte, es muy tradicional y no hay nada que la amenice. Es extraño que, viniendo de la Fox, se abandone tanto a los personajes. El muy repulsivo Roth y el resto de polígrafos andantes podrían haberse acercado a la divertida inercia de colegas de Bones, que sería mediocre de no ser por los bastante arrogantes chicos del Jeffersonian.
La otra serie que se creó a principios de año para dar una alternativa a los ex chicos de Grissom (en horas bajas desde que Laurence Fishburne se mudó a Las Vegas), Castle, también está pasando su particular proceso de purificación. En este caso se trata de dar un poco de relieve a los ayudantes de la detective Beckett, que más que secundarios han sido meros extras.
La operación, sin embargo, tampoco se ha saldado con éxito. ¿El motivo? Tienen más líneas de diálogo, pero los guionistas siguen en sus trece de retratarlos como un par de idiotas. No hay ni un ápice de profundidad, ni cierta ironía en el cliché y se quedan en nada cuando aparece Nathan Fillion en escena. Porque en el fondo este ya interpreta a un idiota de pies y cabeza. Eso sí, un escritor de éxito, encantador y petulante. Mejor que les busquen otro carácter.
No obstante, a diferencia de Miénteme, me quedo con Castle y su tensión sexual no resuelta de manual: la familia del protagonista, al mejor estilo ABC, es entrañable, y el estira y afloja entre el escritor y Beckett es resultón. Además, por más que en TvByTheNumbers se dediquen a profetizar su cancelación, creo la serie puede prosperar: puede tener un público bastante envejecido, pero en números absolutos no está mal y Castle no deja de ser la primera piedra hacia un género televisivo que la cadena no domina (The Forgotten, por ejemplo, sí que se ha estrellado con su bruckheimerismo). Cuatro, ¿a qué esperas para emitirla?
7 comentarios:
Yo lo he intentado dos veces con Lie to me y no hay forma, es que no logra engancharme por ningun hilo, a diferencia de Castle, que pese a no ser una gran serie y a tener esos secundarios bastante planos, el gran Fillion se los merienda a todos y con el encanto de su personaje logra hacer una serie entretenida y facil de ver, sin ser nada del otro mundo.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que decis. A pesar del gran Tim Roth, no le encuentro ningún ingrediente que me llame la atención. Me aburre y los 3 capítulos que ví me parecieron iguales. Por contra, Castle es amena. Sin ser gran cosa, Fillion sabe llevar la serie hasta un punto en el que no puedes dejar de verla.
Con Beckett lo intentan, pero yo no lo veo. Ya que has mencionado Bones, mientras ahí el tira y afloja entre Brennan y Booth se ve más fluido y natural, la mitad de veces entre Castle y Beckett me parece demasiado forzado. Ella está un poco mejor esta temporada, pero Fillion sigue siendo toda la serie.
En Lie to Me la llegada de Shawn Ryan se ha notado sobre todo en la temática de los episodios, porque han tratado temas más duros, se han quedado al nivel del final de la anterior temporada, pero a mí me sigue entreteniendo. Lo malo que Ria Torres está teniendo menos protagonismo y no me gusta.
Castle me encanta me río con ella, me entretiene y me da buen rollo, que no sea un dechado de virtudes seriéfilas, y que a mi me gusta.
Me ha encantado todo el post y especialmente esto: "Meter a Tim Roth, por peculiar que sea, no da directamente una personalidad al producto". Jaja, magistral.
Yo Castle la abandoné pero quiero creer, cual Mulder, que le voy a dar una nueva oportunidad. Así sea. Ese Fillon tiene algo (y no me refiero sólo a cancelaciones en su espalda, que no nos olvidamos de Drive...)
Harmony, Fillion se merienda a la comisaría, pero no a sus femmes particulares. Ojalá se estuviera más rato en casa.
LiPooh, viendo todas estas reaccions me pregunto ¿por qué Cuatro la ignora? Podría ser un caballo ganador, al estilo Bones en La Sexta. Amena, light pero entretenida y criminal. A ver cuando la estrenan.
MacGuffin, sí, el tira y afloja es forzado pero en la nueva temporada nos da algunas buenas escenas. Cuando se pican por cuestiones literarias van por el buen camino, pero no cuando crean situaciones un poco sexualizadas.
satrian, ¿al final de la primera temporada ya hubo cambio en Miénteme? Yo ya la había dejado. Aparte de esos flashes de famosos, poco más interesante le veo.
Brenda, muchas gracias. ¿Y así que dejaste Castle? ¿Y eso? Yo no es que la tenga en un pedestal. La veo a la hora de comer, al igual que Gossip Girl. Así, si miro más el plato que la pantalla, no me siento mal seriéfilo.
DEMASIADO "GENIAL" PARA FUNCIONAR.
Lie to me es, en su enfoque de cámaras como primera impresión: antipática; luego los diálogos forzados y finalmente vemos a sus personajes girando -sin descaro- en torno a la rutina del protagonista (fórmula que si funciona en House, es a mi parecer porque los personajes de dicha serie son carismáticos e interesantes por sí mismos y sus alusiones a House son circunstanciales).
El protagonismo es manejado con dignidad por Tim R.; pero su planteamiento de libreto me obliga inmediatamente ( tal vez por asociación pura e injusta) a pensar en un House, pero con permanente acidez estomacal: el personaje abusa de una "genialidad" que sólo está escrita la valla publicitaria del programa y en libreto y cae antipático pues; para genios con problemas sentimentales y actitud de mierda ya tenemos mejores y algunos con menos ambición ( preferiría, por ejemplo; ver al Dr. Ligthman como un secundario recurrente en algún Law and Order; pero sólo no... no... NOO!!! xD
Mi Valoración: ****...... 4/10
PROS: Los tips ( aunque bastante deducibles sin ayuda la mayoría de ellos) y un par de secundarios.
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