Maldita BBC. Justo cuando creía que estaba de vuelta de (o con) todas las marujas, descubro Mistresses. Bueno, descubrir no. Sabía de su existencia, sabía de sus buenas críticas y aún así he tardado tres años en subirme al carro, una vez ya han terminado. Todo era una cuestión de prejuicios o más bien de perezas. Pero con las vacaciones varias y mi renacida fe en la televisión británica (que pocas veces decepciona cuando promete el oro y el moro, a pesar de Outcasts) tocó echarles un vistazo. Y sí, valen la pena, aunque vayan de mejor a peor para volver a levantar un poco el vuelo. Gajes del culebrón.
Parte de la razón por la que no di una oportunidad en su momento a Mistresses fue Sharon Small. Es tan rematadamente british housewife, tan vecina de al lado, que me daba miedo sentarme con ella para preparar unas galletas. A veces no puedo evitar sentirme más atraído por esa televisión artificial, donde todas las amas de casa tienen tanta celulitis como Teri Hatcher y menos arrugas que Marcia Cross. En la que los problemas económicos tienen más que ver con los ricos que con la clase media-baja y baja, básicamente porque estas últimas ni tan siquiera existen, y la cuestión sólo es cuando se podrá salir otra vez a flote para poder volver a comprar unas jimmychoos. Esto no quiere decir que la doctrina Bradshaw nos apartara de la realidad, porque no lo creo, sino que utilizaba una realidad alternativa para hablarnos de sentimientos universales. Vaya, que pudo nacer en Nueva York pero su vida teléfila se gestó en los despachos de Hollywood.
El caso de las Mistresses, sin embargo, sigue mucho más esta filosofía. A diferencia de otras series inglesas, esta opta por crear una realidad bastante alejada de las facturas de fin de mes (a menos que sea para pasar de la abundancia a apretarse el cinturón, que siempre tiene morbo ver la caída de una diva) y cuenta la historia de cuatro amigas que, pese suponerse normales y corrientes, se rodean de mucho drama y una lógica sentimental bastante freudiana. Está Katie (Sarah Parish) que pierde a su pareja (casada), después de practicarle la eutanasia, y se enamora del hijo; Jessica (Shelley Conn), la guapa ninfómana que decide experimentar con mujeres; Siobhan (Orla Brady), la felizmente casada que se deja llevar por los juegos morbosos de su compañero de trabajo; y Trudy, la vulgar ama de casa (Small) que después de seis años de fallecer su marido aún recibe extrañas llamadas de algún anónimo cabrón. Esto, que conste, son los argumentos del primer año, que pueden enredarse aún más de cara al segundo o sencillamente resetearse, aunque el resultado nunca consigue ser tan natural y comporte un continuado desgaste.
Y el truco, a pesar de que sobre todo (repito) en su primer año tienen mucha fuerza las tramas individuales, es el cariño que se tiene por el grupo de amigas. Cuando se consigue crear una unidad con múltiples tentáculos, una batalla ya está ganada, sobre todo cuando los personajes también se aguantan por si solos. Y el punto diferenciador está en no dejarse llevar por las formas americanas y crear un estilo propio. En lugar de amenizar los diálogos con golpes musicales y buscarle el contrapunto cómico, deja que las bromas respiren por si solas e inunda el metraje con una música, más que seria, inquietante, que haga pensar en todo momento que cualquiera de esas vidas puede derrumbarse aunque en realidad sólo estén sacando las magdalenas del horno. El destino final es el mismo que el de cualquier otro drama de mujeres, pero para llegar a él se pisa a fondo el acelerador (de emociones, giros) durante todo el camino y con esta alta intensidad Mistresses se deja vivir como ningún otro drama femenino que haya visto.
11 comentarios:
Es muy cierto, es la relación entre las cuatro lo mejor, por lo menos de la primera temporada, que es la que yo he visto.Y con Jessica yo me reía mucho, lo reconozco.
Por cierto, que me parece muy curioso que no sólo Orla Brady se pase de vez en cuando por Fringe, sino que Shelley Conn vaya a protagonizar Terra Nova en Fox, la misma cadena que emite Fringe, donde sale su "amante" Anna Torv :)
Fue gracias a ti que me di cuenta de que Shelley Conn apareciera en Terra Nova. Me quedé a cuadros. Esta chica, tan mona, me fascinó porque era un poco del estilo 'Longoria': son tan atractivas que les buscan tramas más cachondas, pero a la hora de la verdad y de ponerse dramáticas demuestran que tienen talento además de morbo y gracia.
Ah, y desde que vi Mistresses, Fringe no es lo mismo. Oh Dios, veo a Walter, la veo a ella y pienso... "infiel!".
El enganche que tuve con esta serie en Navidades, madre mía... La primera temporada es muy superior a las siguientes. Jessica era el alivio cómico sin duda, las risas que me echaba a diferencia del drama continuo de Siobhan y Katie, que eran un sinvivir xD
Conn sale también en Deadset, el zombies+GH que se marcó Channel 4, pero en un pequeño papel. Tambiñen la recuerdo por ser la princesa de india del principio de Charlie y la fábrica de chocolate.
Yo también me la vi así del tirón y me gustó muchísimo. Es cierto que la primera temporada es la mejor, pero las otras también se ven muy bien y estoy contigo en todo lo que dices. Yo la disfruté muchísimo, la viví intensamente y a pesar de los dramas, me dejó un buen sabor de boca. Y ahora deseando ver a Shelley Conn en Terranova (que por cierto yo también me enteré gracias a McGuffin).
PD. sí que es verdad que ya no ves a la Torv de la misma manera cuando ves Mistresses... jejeje
Mistresses fue uno de mis descubrimientos en verano. Devoré las 2 primeras temporadas y la segunda me la dejé para después. La primera es sencillamente fabulosa. La segunda es demasiado cambio, y la tercera es un regreso a la primera, con ese conflicto. Una joyita inglesa.
PD. Yo enamorado estoy de Parish y Conn.
Yo vi el piloto de esta serie hace tiempo, y la verdad que me gusto mucho.
Aunque todavía a dia de hoy no me he puesto con ella, pero espero verla pronto y si ya la sacarán en DVD sería todo un regalazo!
Saludos.
Yo con las Mujeres Desesperadas ya tengo suficiente.
¿Cómo es que no te gusta Outcasts? Yo vi los 2 primeros episodios y me convenció. Lástima que la hayan cancelado.
Como muchas veces me ocurre, he escrito parrafadas para todos y ahora blogger me ha hecho un 'Zas en toda la boca' borrándolo todo.
Vamos, que iba a decir que Katie y su trama tan freudiana se la comieron para el resto de la serie, pues sus tramas jamás fueron tan potentes (la 3ª quizá, pero nunca volvió a ser la misma cuando merecía más felicidad de la que conseguía).
I Sandro i Eloi: L'HEU DE VEURE. Aunque parezca un culebrón al uso, es mucho más estimulante de lo que parece, con una puesta en escena terriblemente intrigante, como si de un thriller se tratara. Hay momentos en que una de sus protagonistas se toma la copa en su comedor acristalado y da la sensación que tenga que entrar un ladrón en cualquier momento o un psicópata, de tan inquietante que es la atmósfera. Más curiosa de lo que parece a simple vista.
A mi me falta por ver la 3ª temporada. Vi la 1ª por recomendación de Espoiler, y me gustó bastante; cuando ya estaba completa vi la 2ª, que ya me aburrió un poco, y supongo que le acabaré buscando un hueco para ver la 3ª, sobre todo al saber que es la última, que con la 2ª tuve algún problemilla para ir terminandola.
P.D. A mi también me ha hecho tener que escribir de nuevo el comentario.
¡Saludos!
OsKar108, tienes que ver la 3ª, hombre, ¡que sólo son seis episodios! Te aviso que es mejor que la 2ª, mucho más emotiva y menos artificiosa.
P.D: Uno siempre tiene que hacer el 'copiar' por si acaso Blogger decide fastidiarte... pero a veces dices ¿para qué apretar dos teclas cuando puedes no apretar ni una y seguro que no te decepciona? Qué burro que soy a veces...
Unos dramas un tanto rebuscados en ciertos momentos, pero la esencia de las cuatro mujeres como grupo de amigas es muy grande. Y la tercera le faltaron episodios, el final fue muy acelerado.
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