miércoles, 6 de julio de 2011

El tiburón y el aprendiz

Las etiquetas son perjudiciales para la salud. Decidimos que estamos de vuelta y hablamos por encima del hombro de algunos proyectos que ni hemos visto porque a priori ya odiamos su concepto. Esto le ocurrió, por ejemplo, a The Good Wife, que no solamente decían que era otra de abogados sino que encima era de la CBS (hablo en primera persona del plural para solidarizarme, que yo nunca lo hice pero tampoco me pondré a apuntar con el dedo). Después la realidad demostró que era eso y más (mucho, mucho más). Y algo parecido (que no igual) pasa con Suits. Otra de abogados a lo USA Network. Y sí, es de esa cadena y comparte ciertas cosas con sus compañeras de parrilla, pero no es exactamente lo mismo. Es mejor.


Primero de todo, que conste que soy fan del género legal. Es escuchar un “¡protesto!”, “your honor” o alguien citando alguna enmienda y me entran ganas de estudiar derecho sólo para hacerme el estirado con un traje y un maletín. Por ello se ha hecho especialmente difícil sobrevivir a estos últimos años, cuando se han ido amontonando las series mediocres de abogados una tras otra. Raising the Bar, Franklin & Bash, The Defenders, Fairly Legal (¡que ni tenía juicios!) y Harry’s Law (David E. Kelley, se te debería caer la cara de vergüenza). Pero suele ocurrir que, cuando no esperas ya nada de la tele, aparece algo decente.


Suits va, como casi todas las series legales, sobre unos abogados que defienden unos casos y se forran cobrando cantidades exorbitadas de dinero por hora. Pero lo más interesante es su forma de presentar la serie: dedican prácticamente 40 minutos a presentar los personajes y después se centran en un caso los últimos treinta minutos, en lo que constituye un larguísimo piloto de más de una hora. Así resuelven el gran lastre de muchas series, las presentaciones precipitadas, y nos quedan claras las personalidades de los protagonistas (que tampoco son excesivamente difíciles): Harvey Specter es un tiburón (mejor persona de lo que la altura de su barbilla indica) que decide contratar como aprendiz a Mike, un bala perdida que tiene la capacidad de asimilar textos a la velocidad de la luz y que ni tan siquiera tiene la carrera (inverosímil lo es bastante).


Como USA Network ya ha estrenado otros pilotos muy entretenidos que luego se quedaban en casos lights, personajes tediosos y formas corrientes (Royal Pains, White Collar, Covert Affairs), lo más indicado es tomarse Suits con precaución. Pero por lo menos tiene dos cosas a su favor: como es habitual, han encontrado otro tipo atractivo para captar clientela (Gabriel Macht) y encima el segundo episodio mantiene bastante el tono. A diferencia de otras series, tienen claro que los casos se deben tratar con un mínimo de seriedad y para ser verano esto ya es mucho (menos que en invierno, pero más que la media del canal).


(Por cierto, ahora me doy cuenta que he ignorado completamente Drop Dead Diva, el gran placer culpable legal del verano. Con su fórmula de “seamos azucarados y dejemos que Jane haga del mundo un lugar mejor con cada caso” siguen a tope y cada vez tengo más curiosidad por ver hacia donde llevan el romance imposible. Para ser una serie donde “lo que importa es el interior”, es curioso que Jane haya tenido que conformarse con chicos poco atractivos desde que es XXL. No estaría mal que analizaran con más profundidad este discurso. Aunque, si no lo hacen, me da igual. Bastante ya hacen incorporando números musicales muy randoms que alegran la vida.)

4 comentarios:

satrian dijo...

Partamos que desde luego la premisa de partida es poco verosímil, pero los diálogos, los personajes, y la velocidad a la que se desarrolla todo, funcionan bastante bien, desde luego no es TGW, pero para ser una serie veraniega destaca de entre las demás.
Fíjate que cuando he leido tu lista de series de abogados, me he dado cuenta que casi la que más me gustó, fue Outlaw con Jimmy Smits, quizás porque sus casos tenían miga, aunque tampoco fuera una maravilla.

Arantxa dijo...

Para mí, la mejor serie de abogados fue "Perry Mason", tantos los capitulos antiguos como los que hizo Raymond Burr ya anciano con el "gran heroe americano" (¡que gran serie aquella tambien!) de detective- ayudante. Lo mejor de Perry Mason es que si aceptaba tu caso podias estar seguro de que eras inocente aunque hubieses tenido una curda la noche del crimen que te hubiese dejado amnésico y él (que tenía el sexto sentido para aceptar solo tan solo casos de gente injustamente inculpada), no solo probaba tu inocencia, sino que descubria al verdadero culpable en el asiento de testigos, dejandote asi a tí con el honor impóluto. ¡Eso es un abogado, que ni siquiera te pasaba a Della -su secreta eterna enamorada- para hablar de sus honorarios, que, dado el servicio realizado, tenían que ser carísimos, aunque él parecía hacerlo gratis como el Equipo A. Me encantaron reposición y secuela, para que engañarnos, con esa banda sonora tan famosa con una sala de juicios vacia al fondo. ¡Ay, ya no se hacen series como las de antes de que yo naciera o casi!

Labekoa dijo...

Me ha gustado Suits, y sobre todo me ha sorprendido, yo tambien soy fan del genero, pero desde Boston Legal y con excepcion de TGW, que no diria yo que es estrictamente una serie de abogados,(tambien puede ser sobre politica, y sobre infidelidades y sobre rivalidades profesionales y sobre mil cosas mas), ninguna me habia llamado la atencion.

Pero esta, gracias a sus personajes lo ha conseguido, rapida, directa, bien interpretada y con una trama central que puede dar mucho de si, me refiero a el tema de su amigo, lo de el riesgo de ejercer sin titulacion, puede aburrir si no llevan el tema con cuidado.

Bueno señores de USA, me apunto el carro, espero que no la pifien y consigan entretenerme hasta el final de temporada, yo pondre de mi parte, pero no se confien que tengo mucho bueno acumulado...

Crítico en Serie dijo...

Satrian, 'Outlaw' intentaba ser un vehículo para que Smits la canibalizara... y crearon un producto descompensado por un personaje central demasiado potente (que no me convenció) y unos secundarios sin miga. #inmyopinion

Arantxa, Perry Mason marcó una época, está claro, y era graciosa esa tensión sexual no resuelta con Della.

Labekoa, TGW es una serie de abogados, no te quieras autoconvencer de otra cosa :P Tendrá tintes de muchas otras cosas y las será (familiar, política), pero es 'de abogados'. Al igual que Ally McBeal se podía considerar una dramedia romántica y era 'de abogados' igualmente.