miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los dos liderazgos

Cómo me alegra no haber hablado de The Walking Dead hasta que no ha terminado este primer tramo de la segunda temporada porque, de haberlo hecho antes, ahora tendría que estar rectificando ciertas críticas. Pero, curiosamente, todo lo que se le podía achacar en el arranque, se solucionó por sí solo después y, lo que hubiera sido la (media) temporada de la desilusión, ha acabado siendo la de la confirmación como serie a tener en cuenta.


Lo que le hubiera tirado en cara, básicamente, hubiera sido que tanto desasosiego a ratos agota, sobre todo cuando el discurso está siempre en las mismas. El grupo encabezado a la fuerza por Rick, que está siempre a punto de estallar y de demostrar que, efectivamente, “el hombre es un lobo para el hombre”, puede acabar hartando con tanta discusión colectiva si además no tiene relativos escapes. Tampoco ayudó que les encerraran en su estreno en una iglesia donde todos ellos reflexionaron y rezaron (como si sus caras no fueran suficiente poema), añadiendo aún más peso a una carga vital de por sí muy pesada (cuya lentitud no ayuda a relativizar). Y también tenía la impresión que el gore no acababa de aprovecharse, cuando es el mejor aliciente del género de zombies.


Por suerte para los espectadores, todo esto se fue dejando atrás al llegar a la granja de Hershell, donde una familia vive bastante alejada de la avalancha de muertos vivientes, que permitió instalarles provisionalmente y explorar así su capacidad de convivir cuando no están constantemente a la fuga. Y, en lugar de parar sus tramas en un tiempo muerto de varios episodios, se elaboró o avanzó en todos estos frentes.


(A partir de aquí, spoilers hasta el séptimo episodio de la segunda temporada que, por si no podéis seguir leyendo, os aviso que tiene un final muy potente que es la guinda a un pastel que al principio parecía un tanto insulso y al final nos ha dejado con ganas de mucho más.)


Por un lado, Shane nos llevó al mejor retrato hasta la fecha, que hasta ahora han sido todos bastante monigotes, con una faceta oscura que ya intuíamos y que es terriblemente elocuente. La conversación que mantiene con Dale es toda una revelación, por su dureza, maldad y lógica (seguirle será interesante, aunque Jon Bernthal me dé mucho más miedo que cualquier walker), y seguramente seguirá desarrollándose en el segundo tramo.


Será interesante presenciar también qué modelo de liderazgo se acaba adoptando en estos tiempos, si el desalmado de Shane o el utópico de Rick, aunque también podría ser que la lucha de poder la hubiéramos presenciado y al final se quede en un punto intermedio. Al fin y al cabo, Shane es de un color gris muy oscuro porque tiene una presión emocional que nadie más sufre, por querer la familia de su mejor amigo y tener que cometer un acto muy vil (y seguramente necesario), de aquí su actitud. Y Rick, quién sí se para a pensar en los dilemas morales, es quien acaba metiendo la bala entre las cejas de la pobre Sophia en una escena tan potente como aterradora y fantástica, un clímax previsible pero muy bien construido en los siete episodios. Vamos, que el pobre Rick sigue ejerciendo de héroe a la fuerza.


Sin embargo, posiblemente lo que más me ha sorprendido y también alegrado ha sido descubrir cómo explotaban el personaje de Glenn que, con su uso de los preservativos y romance aparte, ha ejercido de contrapeso a tanto dolor. Entre él y el zombie del pozo, he tenido los suficientes momentos de escapismo para poder disfrutar con más interés The Walking Dead. De no ser así, uno se acababa sintiendo como los propios personajes, preguntándose si vale la pena ver siempre la misma mierda de vida, sin distracciones que permitan desconectar de tanto horror. Por suerte, han reservado este dilema a los protagonistas.

7 comentarios:

Cristian dijo...

A esta serie se le ha pedido mucho mas que otras que están actualmente de moda. La gente se olvida que viene del cable y que se toma su tiempo y su respiro. Se le exige muertes, zombies acribillados y secundarios corriendo peligro pero los guionistas freelance han hecho caso omiso, creo yo que a petición de R. Kirkman.
El final nos dejo a la mayoría con el corazón en un puño y a partir de ahí puede que el camino que tome guste mas o menos pero no hay que dudar de que saben lo que tienen entre manos y que seguirán metiendose en las cabezas de los vivos y de vez en cuando matarán a unos cuantos caminantes para tener contento al personal.

Con permiso te enlazo mi blog, pensando que te pudiera gustar o interesar.

http://anatomiadeseries.blogspot.com/

Eloi dijo...

Excelente segunda temporada. Que se hayan atrevido a hacer esto con Sophia es toda una declaración de intenciones.

Crítico en Serie dijo...

Cristian, que conste que en el cable hay de todo como en todas partes. Hay procedimentales, productos lights, productos acelerados... También hay que acordarse de esto.
Sí, el final fue impresionante y parece que saben hacia donde se dirigen. Esperemos que no nos aburran con otro arranque tan pesado como el de este tramo que, por suerte, sólo fue una fase.

Eloi, era bastante previsible y tampoco me parece "para tanto". Me hubiera traumatizado mucho más que se hubieran cargado a Glenn.

SR. WATANABE dijo...

Yo he disfrutado mucho esta temporada. Es cierto que tanta carga emocional a veces satura, pero el desarrollo de personajes ha sido más sutil y muy disfrutable, y siempre ha tenido tres o cuatro escenas por episodios de esas que te dejan la boca abierta.

Gouel/Nanaif dijo...

Yo creo que uno de los problemas de esta serie es que viene de un comic de gran trayectoría que muchos (yo, por supuesto) hemos seguido durante años. Naturalmente la historia de la serie de TV ha seguido por derroteros nuevos muy alejados del comic. Y eso lo hace tan interesante a veces como desesperante otras, ya que sabes donde va a desembocar tarde o temprano, y quieres algo mas de agilidad.
Y por cierto, vaya tres primeros episodios mas aburridos de la segunda temporada.

Sergio Hernández Montiel dijo...

tengo curiosidad por ver por donde van a ir los tiros en la segunda temporada en el sentido que, son tantos los cambios respecto al comic (de lectura obligada) que puede pasar (casi) cualquier cosa

Crítico en Serie dijo...

Me acuerdo que una vez leí un spoilers FATAL sobre los cómics y creo que la serie no se atreverá a ir TAN lejos. Ya lo veremos a la larga, supongo.