Esta entrada contiene spoilers del especial de Navidad de Downton Abbey, así que ya podéis parar de leer si aún no lo habéis visto.
Que el último episodio de Downton Abbey acabara siendo el especial de Navidad, enturbia un poquito la forma de analizar el desenlace de la segunda temporada. Se notó que era la season finale y que no era únicamente una entrega aislada para amenizar la programación del canal ITV, pero las fechas marcaron el tono del episodio y seguramente también los elementos más polémicos. No se puede romper los sueños de los espectadores en el día de Navidad. Entiendo que es una práctica moralmente reprobable. Pero tampoco hace falta convertir el último episodio del año en un festín de optimismo y bondad.
Con esto me refiero a la cantidad de veces que se esforzaron en que viéramos lo buenos y misericordiosos que son los Condes de Grantham. No solamente defienden fervientemente al servicio ante sus invitados, sino que perdonan a su descarriada hija cuando queda en cinta, van a los juzgados por el asistente de cámara y para colmo celebran un baile con los criados. Posiblemente queramos más a los Condes de Grantham por ello, pero no necesariamente a Downton Abbey como serie dramática.
Lo más divertido de estas obras justamente son las barreras entre criados y señores. Comprobar cómo las diferencias de clase son arbitrarias e indignarse con la resignación de unos y los aires de superioridad de los otros. Aceptarlo como espectadores y posiblemente perdonar a los aristócratas cada vez que miren por encima del hombro al servicio. Y verlos sufrir a todos, ya sean ricos o pobres.
El espíritu navideño, en cambio, quitó algo de brillo a la pedida de mano de Matthew a Mary. Era obvio que tenía que ocurrir y lo sabíamos al fijarnos que ya habían perdido casi toda su juventud saboteando su propia historia de amor. Pero Julian Fellowes perdió su toque épico y optó por la vía directa. De repente, fue muy fácil. Suerte de Michelle Dockery que, con mucha contención, ha nutrido un personaje a primeras muy frío y que se ha erigido en el corazón de la serie. Pocas veces he visto a actrices en mayor estado de gracia.
Esta proposición marcará, por supuesto, una nueva etapa para Downton Abbey. Para empezar, sus responsables ya han avisado que la tercera temporada se situará en el intervalo de un año para redimirse ante una crítica que se volvió en su contra después de tantas elipsis. Pero lo sorprendente es que la enfocaremos sin una tensión sexual por resolver y será curioso qué recursos utilizarán para mantener el interés de los espectadores. Espero que no jueguen todas sus cartas en Anna y Bates, tan encantadores al principio como agotadores durante este otoño.
2 comentarios:
Creo que de alguna forma intentaron equilibrar el sufrimiento parejil. Anna y Bates sufren lo que no está escrito y más y lo de Mary y Matthew es la otra cara de la moneda no íbamos/iban a seguir sufriendo las dos parejas. Además los Primos ya habían mareado demasiado la perdiz. A mi me moló que él estuviera TODO el rato pendiente de ella y del impresentable magnate de la prensa. Maravillosa esa Condesa Viuda y sus ZAS al Magnate, lo que me pude Reir!! Yo no me esperaba el final tengo que decirlo. Pensé que él le preguntaría si podría ir a visitarla a NY... El final muy bonito y muy british bajo la nevada y contenidos hasta el final en el que se Besan por Fin. Seguirá esta contención la siguiente temporada o les veremos comerse a besos por los rincones? O esto es demasiado pasional y ellos no lo harían? Llegarán a la noche de Bodas o se catarán antes? Creo que podría ser muy divertido que intentasen verse a solas y no parasen de ser interrumpidos todo el rato xD. A ver qué nos tienen preparado! Imagino que la 3aT la trama que más ocupará será la de Sybil que pinta muy muy bien y of course la del Bodorrio xD!!!La 3a Hermana encontrará qué hacer con su vida? Llegarán nuevos personajes?
Abril, creo que podrán esperar a la boda, teniendo en cuenta que ya llevan MUCHOS AÑOS esperando el momento. Por unos mesecitos no les pasará nada. ;)
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