En otoño la televisión americana es preciosa y casi todas las semanas tenemos episodios nuevos de nuestras series favoritas. Pero cuando bajan las temperaturas y creemos que en enero ya las tenemos todas de vuelta del parón de Navidad, de repente nos empiezan a fallar. Aquellos que no estuvieran acostumbrados a seguir las series a ritmo USA se habrán dado cuenta de que no todo es tan bonito porque los canales tienen temporadas de 22 episodios cuando ellos tienen 40 semanas para programar. Pero también hay alguna ventaja: después del último episodio de Revenge quise publicar una entrada que la holgazanería se llevó y aún he estado a tiempo de escribirla sin que esté caducada, que la ABC eligió un buen capítulo para dejarnos en ascuas.
A partir de aquí tiene spoilers de Revenge para aquellos que no vayan al ritmo americano (1x13).
Amanda Clarke (la verdadera, la que se hace llamar Emily Thorne por los Hamptons, aquella a quien llamamos Emanda con cariño) bajó la guardia durante unos minutos. Pudimos ver algo del interior de esa zorra carcomida por el rencor (un rencor muy justificado, por otra parte) y vimos con nuestros propios ojos cómo se le rompían todos los esquemas cuando Daniel Grayson hincó la rodilla bajo la lluvia. Está enamorada.
Puede que no lo esté de la misma forma que lo haríamos nosotros (por mal que nos caigan los parientes políticos, no hace destruirlos y reducirlos a cenizas), pero la mirada de Amanda (Emily, Emanda) nos transmitió que en realidad le hacía ilusión la proposición. Y, ya de paso, Emily VanCamp cerró el pico a todos aquellos detractores que cada semana critican que baja el listón de la serie. Podrá ser una actriz limitada (y mala) y por ello jamás trasladará su carrera al cine, pero su papel lo borda. Esas dosis de humanidad creo que hasta le habrían derretido el corazón a la bruja de Victoria. Y es que, por más vil que sea, todos sabemos que la abeja reina de la localidad tiene uno.
Está helado, seguramente a veces ni tan siquiera late y hasta debe haberse olvidado de él, pero tiene corazón y también tiene sentimientos. Y cada vez que Mike Kelley, el creador, nos busca razones para quererla, también nos da motivos para jalear a Emanda cada vez que mueve algún hilo para derrumbarla y borrarla del mapa. Bueno, en realidad lo que queremos es que se destruyan mutuamente y que, en el momento del enfrentamiento final, ya no quede ninguna alma viva (e inocente) en el horizonte aparte de estas diosas de la venganza luchando con su último aliento (despeinadas, con el rímel corrido y alguna uña rota, pero mucha dignidad y odio en la mirada, y seguramente algún temblor descontrolado en los párpados de Victoria).
Por el retrato de estas dos mujeres, Revenge es lo que es. Tendrá algún personaje secundario que podría desaparecer del mapa (los hermanos pobres espero que sirvan para morir a traición), pero ellas dos saben compensar con creces (junto con Nolan, tan histriónico como entrañable). En parte porque VanCamp y Madeleine Stowe hacen un trabajo espléndido (repito que visualizo a esta última recogiendo una estatuilla en el Kodak Theater) y también porque Kelley sabe muy bien cómo manipularnos. Sitúa ambos personajes en un gris muy oscuro, pero logra que una sea el mal y la otra el bien, un bien muy maligno que seguramente la mandará de cabeza al infierno (que levante la mano quien aplaudió con ese “jamás había tenido tantas ganas de casarme contigo”).
Y, si alguien duda del talento del responsable, que alguien se plantee qué nivel han tenido los últimos episodios del culebrón. La idea inicial era que la fiesta de compromiso tuviera lugar en el decimotercer episodio y al final lo aplazó dos semanas. ¿Y alguien lo ha notado? ¿Ha habido relleno? ¿No? Pues eso, que Mike Kelley es un genio.
1 comentario:
Exacto. Tú lo has dicho en el último párrafo: ¿se ha notado el relleno de última hora? Kelley sabe lo que se hace, y estos primeros episodios funcionan como un reloj cada uno de ellos. Intachable el recorrido de Renvenge hasta ahora y su capacidad para enganchar.
No entiendo tampoco esas críticas a la VanCamp. No sé si es la adecuada para otros personajes, pero ha nacido para interpretar a Emanda. Es el papel de su vida, y se lo cree.
Ansiosa estoy por los dos capis que vienen. Viva Vicky of the Hamptons y Emanda! Y, por favor que a Declan se lo trague una langosta asesina.
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