Los viajes nostálgicos a menudo llevan a la decepción. Difícilmente pueden concordar los recuerdos con lo que realmente era, sobre todo porque el mundo del audiovisual ha cambiado desde que lo vimos por primera vez y lo que entonces era actual ahora se antoja viejo. Esto no quita que donde había grandeza la pueda seguir habiendo y uno hasta se puede llevar alguna grata sorpresa. Con Los Rompecorazones es exactamente lo que me ha ocurrido.
Cuando pensaba en ella, siempre me venían a la cabeza Drazic y Anita, esa complicada pareja en la que él se saltaba todas las normas y ella intentaba seguir con sus estudios, aunque tampoco fuera la más lista de la clase. Marcaron mis veranos adolescentes, con los trapicheos de él, los problemas de dinero de Ryan, el debut en la dirección de videoclips de Mai y el hijo de un profesor que sufrió un brote psicótico y acabó en el tejado del instituto tirando papeles al vacío (imagen que no puedo quitarme de la cabeza y ni tan siquiera recuerdo el nombre del personaje). Lo mejor es empezar la serie desde el principio y darte cuenta que no hay ni rastro de estos alumnos.
Los Rompecorazones (Hearbreak High es su título original) surgió en Australia como spin-off de una película, The Heartbreak Kid, y al principio seguía a Nick Poulos, el joven que había enamorado a su profesora en el cine, y a su familia y amigos. El planteamiento de la serie era doble: por un lado teníamos a Nick, que en el primer episodio se fijaba en la nueva chica del instituto, Jodie, y también estaba la señorita Milano, la nueva incorporación en el profesorado. Así había dos frentes: seguía los problemas de toda la vida de los adolescentes y encima se podía reflexionar sobre los retos del sistema educativo del país.
Así por lo menos era en un principio. La señorita Milano era nueva y con su idealismo quería acercarse a sus alumnos, intentando comprenderlos en lugar de simplemente castigarlos. Esto la llevaría a recibir un puñetazo por equivocación al meterse en una pelea, pero también suscitaría varios debates en la sala de profesores, donde predominaba el escepticismo de quien lleva muchos años en el trabajo y no ha conseguido demasiadas mejoras.
Nick, en cambio, era el guaperas que se balanceaba entre dos caminos: tenía un buen fondo pero no tenía muy claras sus prioridades, influenciado por su primo Con, que sabía que su sitio no estaba entre los pupitres, y Jodie, que quería perseguir una carrera como cantante. A diferencia de Sensación de Vivir (Beverly Hills: 90210), donde todos eran jóvenes acomodados que si dejaban de estudiar se les consideraba unos rebeldes (Dylan), Los Rompecorazones optaba por otra vía, la de aquellos que rompían las normas siguiendo con sus estudios y aspirando a ser los primeros miembros de su familia en tener un título, o por lo menos los primeros que lo conseguían en el país de acogida, donde era como empezar de cero.
Los conjuntos y los looks han envejecido fatal y el walkie talkie de Conrad es otro viaje a tiempos inmemoriales, pero es interesante ver cómo una serie puede haber madurado tan bien. Puede que a la larga la atención se centrara únicamente en el culebrón de los nuevos chicos (Drazic y Anita llegarían en la quinta temporada, bastante después que Kat) y mucho menos en los debates sobre el racismo en las aulas, la posibilidad de reformación de las ovejas negras y los obstáculos que encuentran en estas clases los que sí quieren estudiar. Pero estaba bien escrita, el retrato de los adolescentes era creíble y tenía como propósito alejarse de la superficialidad para tratar los conflictos desde la raíz del problema.
P.D.Podcastero: El podcast de Yo Disparé a J.R., en cambio, va por otros lares. Primero toca hablar de los adolescentes, en este caso norteamericanos, con la frustrada deriva de la CW y los proyectos para renacer el año que viene; también hay que hablar del retorno de The Walking Dead, de la polémica acogida que tiene el humor de Whitney Cumming con 2 Broke Girls y Whitney; y hay que comentar un reality de las Kardashian como es Khloé y Lamar, donde una de las celebutantes muestra su amor por un reputado jugador de la NBA. Y, para hablar de Mujeres Desesperadas, tenemos un invitado de excepción, Daniel M. Mantilla, experto en los premios Oscar por internet y antiguo guionista de El Internado. Como siempre, lo podéis escuchar en la barra lateral de este blog y aquí tenéis la guía:
- 0': Los pilotos encargados por The CW.
- 14': "Whitney" y "2 Broke Girls"
- 24': "Mujeres desesperadas" (spoilers hasta el 8x14)
- 45': "Khloe & Lamar"
- 58': "The Walking Dead" (spoilers hasta el 2x09)
4 comentarios:
Yo me he quedado alucinada con el Regreso de Orson. Vale que sospechase que él es quien mata al policía y se da a la fuga. Pero no imaginé nunca que lo hubiera visto todo, todo y todo. Madre mía qué puntazo la que van a liar!!!!
PD: Si me podéis aclarar el comentario sobre Blanca Suárez os lo agradeceré porque no lo pillo xD!
Abril, ya ni me acuerdo de qué dije sobre Blanca Suárez... :S
Abril, ya ni me acuerdo de qué dije sobre Blanca Suárez... :S
si, pienso que el regreso de Orson fue estupendo, no me imagino lo espectacular de lo que viene!
saludos desde: Emi - juegos gratis
Publicar un comentario