jueves, 29 de noviembre de 2012

La hija de Meryl se queda en paro

Hace unos días se extendió el rumor que la producción de Emily Owens M.D. había sido interrumpida abruptamente y que estaba cancelada. La CW y responsables de la serie tuvieron que desmentir la información, que había corrido como la pólvora por todos los medios porque olía a cierta aunque no lo fuera. Las paupérrimas audiencias eran un buen justificante y en las páginas ya sostenían la teoría que o bien caía próximamente o se mantendría hasta el final de temporada para no volver el siguiente curso (como hicieron Ringer y The Secret Circle el año pasado). Sea como sea, ayer se hizo público otra vez que el drama médico había sido cancelado y esta vez la noticia ha sido confirmada: el canal propiedad de la Warner y la CBS ha preferido no encargar más episodios y acabarán de emitir los trece episodios iniciales.

Podría decirse que, al igual que ocurrió con Last Resort que fue programada en una franja sin sentido (el slot maldito de la ABC, demasiado temprano para una serie aparentemente adulta y serializada), la mala suerte de Emily Owens M.D. podía predecirse incluso antes de que fuera estrenada. Admiré que el canal por fin apostara por ficciones que se dirigieran al público joven con personajes un poco más adultos y en géneros que no habían tratado, pero el primer protagónico de Mamie Gummer dejaba intuir que sería un fracaso por lo trillado del género médico y porque su premisa era calcada a la de Anatomía de Grey. Una chica empieza su residencia de cirugía en un gran hospital. ¿Acaso no había otras especialidades?

Una vez emitida, pudimos confirmar que era así. Era una versión infantil de los médicos del Seattle Grace con la pequeña diferencia que cuando aquellos se estrenaron lo hicieron con episodios redondos y que resultaban refrescantes por la mezcla de drama médico, relaciones interpersonales y las tramas románticas. Emily, en cambio, confirmó que era increíblemente pava, que ninguno de sus compañeros tenía carisma y los casos semanales eran muy descafeinados, con una fotografía de daytime impropia de su emplazamiento. Y, puestos a ver una versión rebajada de Anatomía de Grey, ya tenemos la Anatomía de Grey oficial, que en su novena temporada es un recuerdo de tiempos pasados y mejores. Que conste que tampoco sé exactamente cuales fueron pues, si exceptuamos las dos buenísimas primeras temporadas, casi todos los años ha sido una montaña rusa de calidad, con esos picos protagonizados por Izzie Stevens, tanto negativos (¡el fantasma!) como positivos (¡la boda!).

Si queremos ser positivos tras este amargo anuncio, también podemos. No por la cancelación en sí, que sé que hay muchos haters, sino porque pone a Gummer otra vez en el mercado. No es que crea que Mamie tenga el talento de su madre, Meryl Streep, pero le dará la posibilidad de aparecer en The Good Wife si se lo ofrecen. Si os soy sincero, me encanta odiar a la abogada Nancy Croziey. Cada vez que se hace la ingenua, le metería la cabeza en un retrete.

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