Esta entrada llega con retraso. Debería haberla escrito y publicado antes de las fechas navideñas, cuando las series americanas nos abandonaron durante varias semanas y nos quedó tiempo libre para retomar algunas de menos prioritarias y empezar algunas a destiempo, aquellas que debes ver y por la razón que sea nunca les encuentras un hueco. Ese es el momento para las series europeas, sobre todo porque no tienen un recorrido por las redes sociales como las americanas. No se rigen por las fechas de estreno y las campañas promocionales. Son, curiosamente, como los estrenos de cine europeos: si deben triunfar, lo hacen gracias a un boca-oreja lento pero constante. Bueno, y se convierten en mainstream cuando en Estados Unidos producen algún remake.
Bron/Broen es la que ahora está de moda. Se podría decir que es la heredera natural de Forbrydelsen porque es escandinava, sigue el filón criminal y se habla más de ella que, por ejemplo, de Borgen (¿será porque los asesinatos son más universales que el Palacio de Christiansborg?). En este caso, un detective de homicidios sueco y otro danés tienen que investigar un crimen que atañe a los dos países cuando encuentran un cuerpo (bueno, dos) partido por la mitad en medio del puente que une Suecia y Dinamarca. De momento, sólo he visto el primer episodio pero impresiona con una atmósfera que atrapa desde el primer segundo y una factura estupenda, opresiva, fría, calculada e inmersiva. Bueno, y promete. De hecho, yo me he subido al carro muy tarde, pero a tiempo para ver primero la obra original y no el remake que protagonizará Dianne Krueger, donde el cuerpo será mitad estadounidense y mitad mexicano.
La ficción que ahora se está abriendo camino entre el público aficionado a la televisión es Les Revenants, porque ya era hora que todas las series europeas no-británicas que se popularizaran no fueran exclusivamente nórdicas. Una producción de Canal + Francia con once millones de presupuesto y que sigue a un grupo de personas que regresan de entre los muertos, sin ser conscientes de ello. Una inquietante propuesta con otra atmósfera cuidada y que también goza de la ventaja de saber que tiene una sola temporada de ocho episodios. Rentable para los amantes de la televisión, que a veces sienta bien ver rápidamente una obra y tener la conciencia calmada, a sabiendas que no quedan diez temporadas pendientes de 22 episodios cada una. Eso sí, yo aún la tengo en ‘pendientes’.
Y, finalmente, la madre de estas producciones: Forbrydelsen, que ya ha emitido la tercera temporada tanto en Dinamarca como en el Reino Unido. Esta vez Sarah Lund se mete en la esfera financiera del país a través de un crimen, después de salir bastante perjudicada de su paso por el ejército y con el anuncio anticipado de que será el último caso que la detective de policía tratará delante de las cámaras. ¿Saldrá viva de la investigación? ¿Seguirá vigente su fórmula de alternar varias líneas narrativas, intentando mostrar las dificultades de las partes implicadas en una investigación? ¿Y entenderá por fin Sarah que no puede vagar tan sola por el mundo, ni pasar tanto de sus seres queridos? Algo me dice que no, que está condenada a ofuscarse en sus víctimas y olvidarse de la existencia de su hijo. Heroína en el trabajo, villana (por su ausencia tanto presencial como de corazón) en casa. Más deberes para un mes de enero donde vuelve todo el ruido de la televisión americana.
2 comentarios:
Les Revenants es GENIAL! Te la recomiendo muchísimo, a mí me encantó. Es una locura porque todo el mundo revive, però lo mejor es que se centra totalmente en los personajes.
Está pendiente cuando por fin haya terminado 'Bron/Brown'. :)
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