miércoles, 22 de mayo de 2013

Connie, la insatisfecha

Ahora que ‘Nashville’ se ha asegurado una segunda temporada y que está a punto de emitir la season finale, que será esta noche, es momento de planear los cambios de cara a la siguiente temporada. Según dicen en Deadline, el rodaje era cualquier cosa menos un camino de rosas. Nada del nivel de ‘Smash’ y los líos de su creadora Theresa Rebeck con el resto de guionista y jefes, pero sí resulta que todas las partes implicadas estaban bastante insatisfechas con el rodaje.

El productor de línea, Loucas George, el hombre que se preocupaba de las cuentas y los problemas durante la filmación, y todo su equipo ya están fuera del proyecto. Se ve que el rodaje era muy caótico, los guiones nunca llegaban a tiempo y encima la productora Lionsgate y ABC Studios quieren alguien que maneje mejor un presupuesto todavía más ajustado. Una idea que tienen muy en mente y que puede provocar que ‘Nashville’ deje de rodarse en la ciudad que le da nombre si Tennesse no les rebaja los impuestos.

Algo que también se ha filtrado y que resulta todavía más interesante es que se rumorea que Connie Britton no ha estado nada contenta con este nuevo trabajo. Y esto es algo que salta a la vista y que sí puede analizarse con más atención como espectador. Porque si bien Britton parecía una elección perfecta de cásting para interpretar a Rayna James, la reina del country, del piloto al final de temporada ha ido de más a menos.

Ni en un sólo episodio de ‘Friday Night Lights’ la vimos desganada y en este culebrón musical está con el piloto automático. No hace gala de su talento, razón por la cual podíamos pasarle por alto que tuviera una voz muy mediocre porque parecía dar el callo en los demás aspectos de su personaje. Pero, no solamente está fuera de lugar cada vez que tiene una escena encima de un escenario (que alguien le dé direcciones, por favor), sino que utiliza un poquito de su carisma, deja ir las frases con cara de preocupación y se va a casa. No se la ve cómoda, ni se ve que se esfuerce.

Podría tener que ver, por supuesto, que los guiones no son los de Jason Katims. En ‘Friday Night Lights’ estaba acostumbrada a tener un personaje orgánico, con el que se entendía a la perfección y que le permitía incluso salirse del texto de tan bien que comprendía como debía reaccionar. Pero en ‘Nashville’ los guiones son funcionales a más no poder. Al principio, podía pensarse que las asperezas de la idea de Callie Khouri serían resueltas pero la showrunner Dee Johnson no está por la labor.

Cada frase tiene una intención, se dirige hacia algún aspecto de la trama (como el culebrón estricto que es) y no importa que tengan una calidad intrínseca o que resulten del todo naturales o incluso verosímiles. Importa el giro, importa la expectación, pero no creen que sea necesario escribir buenos diálogos y hay cero originalidad. Cada vez que algún personaje abre la boca, podemos intuir qué dirán porque los guionistas son previsibles, no porque conozcamos el interior de los personajes.

Y es triste ver como ‘Nashville’ desaprovecha tanto potencial. Tiene el decorado, transmite suficientemente bien en qué mundo se mueven sus protagonistas pero se niega a tener buenas líneas. Prefieren darle frases mordaces a Juliette en lugar de hacerla algo más humana y se niegan a ver los errores y las tramas que no funcionan (como el marido, el padre y la hermana de Rayna o cualquier cosa que tenga que ver con Gunnar y Scarlett). No me extraña, por lo tanto, que Connie Britton se sienta insatisfecha. Yo, como espectador, también esperaba más de la experiencia.

Punto y seguido: Estos días también he escrito cositas por otras páginas. En Domingo de Cine, por ejemplo, hablé de como el espectador ya no es tonto y es más exigente. También le dediqué unas líneas a 'Southland', ahora que todavía tengo que ver la última temporada y la han cancelado. Aunque mi texto favorito (encima de auto-bombearme, soy ególatra) es el de 'Los críticos que no amaban a las mujeres'. Ya sabéis que las mujeres de las series siempre despiertan mi fascinación. Este de aquí arriba es todo un ejemplo.

1 comentario:

Astrid Seijas dijo...

Me enganché muchísimo a esta serie, en cuatro o cinco días me vi todos los episodios. Me gusta por lo que es, un culebrón, y admito que en ciertos momentos cursi me ha sacado la lagrimita, cosa rara. Eso sí, coincido contigo totalmente en que la trama de Scarlett y Gunner es un coñazo, y que la de Rayna es aburridísima. La de Juliette se las lleva a todas...