viernes, 4 de julio de 2014

La nada

El final de ‘Perdidos’ no me convenció. Me emocioné y lloré con el último capítulo, por supuesto, ya que no estoy muerto por dentro. Pero las tramas se resolvieron en una tomadura de pelo pseudo-religiosa que culminó unos giros que no iban a ninguna parte. ¿Y por qué explico todo esto? Pues para que no parezca que soy un detractor armariado del señor Damon Lindelof. Lo soy abiertamente y, aunque cueste creerlo, su nueva propuesta no me gusta por unas razones que no tienen nada que ver.

Como recalca mi compañera de podcast, Marina Such, el planteamiento es absolutamente opuesto. ‘The Leftovers’ propone una premisa ‘high-concept’ como ‘Perdidos’ pero en ningún momento promete respuestas. Lo que ofrece al espectador es el desconcierto que vive la humanidad después de que desaparezca un 2% de la población mundial, sin razón aparente ni seguir ningún criterio. La acción transcurre tres años después del suceso y justamente esta falta de respuestas impide que puedan avanzar. Surgen sectas, inseguridades y se siente en el ambiente esa intranquilidad de no saber qué ocurrió con sus conocidos y si podría volver a ocurrir.

Esta idea, que adapta la novela de Tom Perrotta del mismo nombre, es llamativa. ¿Pero está la posibilidad de desarrollar algo interesante más allá del primer impacto? Por supuesto. Cualquier idea tiene potencial si está bien escrita y tampoco diría que el primer episodio sea malo. Simplemente da la impresión que Lindelof quería hacer algo solemne, quería tener sentido dentro de esa cadena pausada que es HBO, y se pasó de largo. Él y Peter Berg, que se encargó de dirigir los dos primeros episodios.

La duración de 70 minutos tampoco tiene la culpa aunque bien podrían quitarle quince y hubiésemos comprendido igualmente la propuesta. El defecto está en el punto de vista. Lindelof y Berg se empeñan en contarnos que todo tiene trascendencia, que algo no encaja en ese universo desde la desaparición masiva, pero parecen ser reticentes a transmitirlo.

Esta sensación, más que transmitir el vacío que sienten los protagonistas, simplemente deja indiferente. Sea porque querían o porque les daba miedo que les acusaran de sensibleros, ‘The Leftovers’ es muy la nada. Está bien rodada, sí, pero tampoco es fantástica y es precisamente lo que necesita. Si no quiere transmitirnos del todo esa desazón, por lo menos que nos impacte cada plano. Esto es algo que hacen muy bien los directores de ‘Juego de Tronos’, que también ocurre en la contemplativa ‘Rectify’, que vemos en ‘Hannibal’ o Juan José Campanella en ‘Halt and Catch Fire’. De hecho, podría mencionar decenas de series que son más interesantes visualmente que esta. Y esto contribuye a que ‘The Leftovers’ sea la nada.

Tendrá sentido como concepto (una dirección vacía para unas vidas vacías) pero no es gratificante para el espectador. Tampoco es insufrible, que conste, pero no es buena señal ver el piloto de ‘The Leftovers’ y olvidarte a los dos minutos.

2 comentarios:

Mister Sloane dijo...


Mi sensación al verla es de vacio absoluto, no te deja poso alguno, solo la sensación que tras la desaparición, los restos de la humanidad se quedan condenados a sufrir y a pensar porque sus mujeres, maridos e hijos y no ellos, han sido escogidos, la secta de blanco que fuma como carreteros mejor ni hablo y el tal Wayne y sus iluminados fanáticos tampoco. La serie de HBO mas bien parece que va explorar una vez mas(Big Love lo mostro muy bien durante sus 5 temporadas), la diferencia de religiones en America, porque lo que ocurre al principio(según el libro de Perrota) es el llamado Rapture o arrebato, que es la subida de los justos al Cielo antes del fin del mundo, se supone.

Alberto Ramírez Serna dijo...

Yo no estoy muerto por dentro y ni lloré con el final de Perdidos ni me emocioné ni nada. Tan sólo sentí decepción por ver cómo una serie interesante había degenerado hasta un punto tan surrealista e incoherente. Los personajes estaban ya tan corrompidos por un mal guión que no me transmitían sentimiento alguno.