Al principio la broma tenía gracia. Guillermo del Toro nos vendía la moto de que quería hacer una ficción para televisión de serie B y compramos la idea. Los productos de del Toro, si tienen algo, es que son conscientes de sí mismos. Él tiene una idea en su cabeza (homenajear lo que sea que le gustaba cuando era pequeño) y la hace realidad. Pero ahora que llevamos ocho episodios de ‘The Strain’, cada vez despierta menos simpatías.
Los malos personajes, lo sean adrede o no, siguen siendo malos personajes. Sólo se aguantan en dosis pequeñas, razón por la que ‘Sharknado’ es una película mala y no una serie de diez capítulos. Y en ‘The Strain’ los tenemos a patadas. Corey Stoll aguanta el tipo y el peluquín y David Bradley también. No finjamos que un abuelete decrépito que sabe utilizar una espada para luchar contra vampiros no es un puntazo, y Bradley es un experto en soltar frases casi con asco. Pero el resto son infumables.
Decía del Toro, por ejemplo, que quería mostrar un héroe latino como Dios manda y por el momento sólo es un cliché con patas, un joven delincuente que deberá matar muchos monstruos para redimir sus pecados (y aun así costará superar su rollo de macarra). Pero probablemente nada es más pesado que observar legiones de humanos tomando la decisión incorrecta en todo momento. Desde la mujer de la limpieza que deja que su hija la lleve otra vez con un asesino hasta el dependiente de la gasolinera que quieren que le paguen las chocolatinas mientras ve el apocalipsis por la ventana. ¿Y debe importarnos que Mía Maestro tenga una madre con demencia senil cuando ni tan siquiera ella tiene una personalidad interesante?
Esta estupidez absoluta de los personajes, sean esporádicos o recurrentes, está llegando a resultar frustrante. Por repetición, cansan. Cuando voy por la calle, la gente se aparta de los alcohólicos y los malolientes como si tuvieran la peste pero en ‘The Strain’ todos se acercan al monstruo de turno, no vaya a ser que el pobre hombre resulte tener la gripe y necesite un poco de Vick Vaporub. Sí, me lo creo. ¿Y cuántas veces tendremos que ver a Stoll negando las explicaciones de Bradley, como si no hubiera quedado suficientemente claro que él manda? Probablemente unas cuantas más, por más que el viejo le preguntase esta misma cuestión.
Todo esto, que conste, tendría un pase si estuviéramos ante una película o una miniserie algo más corta. Pero, a medida que se alarga, mi nivel de intolerancia sube. Supongo que si entrase en la liga del más es más es más, sería muy fácil de disfrutar. Pero no hay más sangre, más vísceras y más momentos cómico-terroríficos (más penes cayéndose), lo que parecía prometer en los primeros episodios. Y el pretexto nazi, si bien es el absurdo máximo, hunde el factor entretenimiento al mínimo. O se vuelve loca, loca de verdad, o tocará aparcar ‘The Strain’.
Los malos personajes, lo sean adrede o no, siguen siendo malos personajes. Sólo se aguantan en dosis pequeñas, razón por la que ‘Sharknado’ es una película mala y no una serie de diez capítulos. Y en ‘The Strain’ los tenemos a patadas. Corey Stoll aguanta el tipo y el peluquín y David Bradley también. No finjamos que un abuelete decrépito que sabe utilizar una espada para luchar contra vampiros no es un puntazo, y Bradley es un experto en soltar frases casi con asco. Pero el resto son infumables.
Decía del Toro, por ejemplo, que quería mostrar un héroe latino como Dios manda y por el momento sólo es un cliché con patas, un joven delincuente que deberá matar muchos monstruos para redimir sus pecados (y aun así costará superar su rollo de macarra). Pero probablemente nada es más pesado que observar legiones de humanos tomando la decisión incorrecta en todo momento. Desde la mujer de la limpieza que deja que su hija la lleve otra vez con un asesino hasta el dependiente de la gasolinera que quieren que le paguen las chocolatinas mientras ve el apocalipsis por la ventana. ¿Y debe importarnos que Mía Maestro tenga una madre con demencia senil cuando ni tan siquiera ella tiene una personalidad interesante?
Esta estupidez absoluta de los personajes, sean esporádicos o recurrentes, está llegando a resultar frustrante. Por repetición, cansan. Cuando voy por la calle, la gente se aparta de los alcohólicos y los malolientes como si tuvieran la peste pero en ‘The Strain’ todos se acercan al monstruo de turno, no vaya a ser que el pobre hombre resulte tener la gripe y necesite un poco de Vick Vaporub. Sí, me lo creo. ¿Y cuántas veces tendremos que ver a Stoll negando las explicaciones de Bradley, como si no hubiera quedado suficientemente claro que él manda? Probablemente unas cuantas más, por más que el viejo le preguntase esta misma cuestión.
Todo esto, que conste, tendría un pase si estuviéramos ante una película o una miniserie algo más corta. Pero, a medida que se alarga, mi nivel de intolerancia sube. Supongo que si entrase en la liga del más es más es más, sería muy fácil de disfrutar. Pero no hay más sangre, más vísceras y más momentos cómico-terroríficos (más penes cayéndose), lo que parecía prometer en los primeros episodios. Y el pretexto nazi, si bien es el absurdo máximo, hunde el factor entretenimiento al mínimo. O se vuelve loca, loca de verdad, o tocará aparcar ‘The Strain’.
4 comentarios:
Si sigue los libros, cambiará bastante, apocalípticamente hablando.
Pero claro, el tema de los personajes imbéciles es la maldición del género, sea aquí, en Prometheus, etc.
Por alguna razón a nadie se le ocurre cómo mostrar la expansión de una plaga sin que la gente tenga que comportarse como idiotas descerebrados para que ello ocurra.
No he visto nada aun, pero el 90% de los comentarios que leo son buenos... sera que no es tu tipo de serie.
Dexter, plasmas muy bien lo que quería decir con la frase "a nadie se le ocurre cómo mostrar la expansión de una plaga sin que la gente tenga que comportarse como idiotas descerebrados". +1000
herb, me parece un poco precipitado que me digas que quizá no es mi tipo de serie cuando reconoces no haber visto nada. Y todo depende de donde leas, también veo mucha gente que se está cansando del terror de serie B sin especial gracia.
Estoy intentando recordar si en los libros había esa sobreabundancia de estupidez (puntualizo que no la veo, me guio por los comentarios que leo) y creo que había alguna que otra cosa, pero tengo la sensación de que para la serie han inventado mas historias secundarias de infectados y cosas así.
De hecho una de las mejores cosas del primer libro era ver cómo iba todo desmoronándose poco a poco. A ese respecto en los siguientes la cagan bastante con el intento de explicación del origen del tema. Solo puedo esperar que lo cambien para la serie pero sospecho que no va a ocurrir.
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