Quién iba a decir que las Mujeres Desesperadas iban a revelar en esta tercera temporada cual es el ingrediente secreto que las hace tan irresistibles. Y qué sorprendente es saber que no se trata de su punto de vista ácido, ni de sus momentos más hilarantes; ni tan siquiera de su faceta más dramática. El ingrediente secreto es el siniestro hilo argumental que se extiende a lo largo de cada temporada y que, sin él, Mujeres Desesperadas (Desperate Housewives) se convierte en una serie tan divertida como inofensiva. Pero esta supuesta virtud se ha convertido en el mayor lastre de las amas de casa de Wisteria Lane desde que se tuvieran que adelantar ciertos sucesos claves debido al embarazo de Marcia Cross, más conocida como Bree Van de Kamp.
Después de una segunda temporada algo polémica por las pocas escenas que compartían las cuatro protagonistas y por la segregación de la familia negra Applewhite, los guionistas intentaron volver las aguas a su cauce. Y realmente lo hicieron: Lynette (Felicity Huffman), Susan (Teri Hatcher), Bree y Gabrielle (Eva Longoria) han vuelto a compartir más tiempo juntas, aunque esto no era lo que hacía tambalear la consistencia de la serie. Donde se ha visto el cambio para mejor es en el hilo argumental central ya que Susan y Bree se han visto estrechamente implicadas y las otras dos se han encontrado en medio. Porque, en realidad, lo que une a la gente no es el buen rollo sino los problemas. Y más si resulta que ese problema es el causante de que el nuevo novio de Bree, Orson, atropellara y dejara en coma a Mike cuando éste iba a pedir a Susan en matrimonio. Lástima que todo se desvelara precipitadamente antes de terminar la temporada, pues pese a que la nueva tanda de episodios ha tenido muchos otros puntos a su favor, sin su siniestralidad es como si hubiera perdido esa pizca de sal.
Por nombrar alguno de los cambios positivos, gracias a la ausencia de Bree se pudo integrar a Edie Britt (Nicollette Sheridan) como a una desesperada con todas las de la ley y de esta manera se ha podido conocer su cara oculta mucho más personal. Y otro personaje que ha conseguido hacerse un hueco es la genial Señora McCluskey (Kathryn Joosten), quien se ha convertido en un personaje mucho más recurrente y que ha demostrado tener sus propios secretos. Asimismo, también se ha sabido introducir a las nuevas incorporaciones, como la neurótica examante del marido de Lynette. Aunque si de gente nueva se trata, quien se lleva la palma es el vecino pederasta de Wisteria Lane, quien ha protagonizado el inicio de episodio más corrosivo de este trienio (sólo Mary Alice puede competir con él). Pocas veces se ha visto tanta mala leche en la televisión, o por lo menos en una serie seguida por veinte millones de espectadores.
Y aunque como se ha comentado al principio todo acabó perdiendo un poco de gas, el producto final ha sido excelente como de costumbre, porque incluso esos episodios ácidamente inofensivos cumplen con creces comparados con cualquier otra serie. Además, el inusualmente calmado episodio final no acabó decepcionando: nunca había sido tan amargo y había dejado con tan mal sabor de boca. De hecho, ha demostrado que a las amas de casa de Wisteria Lane les queda cuerda para rato gracias a un equipo de guionistas de mordaz inteligencia y con una capacidad de reinvención infinita.
Después de una segunda temporada algo polémica por las pocas escenas que compartían las cuatro protagonistas y por la segregación de la familia negra Applewhite, los guionistas intentaron volver las aguas a su cauce. Y realmente lo hicieron: Lynette (Felicity Huffman), Susan (Teri Hatcher), Bree y Gabrielle (Eva Longoria) han vuelto a compartir más tiempo juntas, aunque esto no era lo que hacía tambalear la consistencia de la serie. Donde se ha visto el cambio para mejor es en el hilo argumental central ya que Susan y Bree se han visto estrechamente implicadas y las otras dos se han encontrado en medio. Porque, en realidad, lo que une a la gente no es el buen rollo sino los problemas. Y más si resulta que ese problema es el causante de que el nuevo novio de Bree, Orson, atropellara y dejara en coma a Mike cuando éste iba a pedir a Susan en matrimonio. Lástima que todo se desvelara precipitadamente antes de terminar la temporada, pues pese a que la nueva tanda de episodios ha tenido muchos otros puntos a su favor, sin su siniestralidad es como si hubiera perdido esa pizca de sal.
Por nombrar alguno de los cambios positivos, gracias a la ausencia de Bree se pudo integrar a Edie Britt (Nicollette Sheridan) como a una desesperada con todas las de la ley y de esta manera se ha podido conocer su cara oculta mucho más personal. Y otro personaje que ha conseguido hacerse un hueco es la genial Señora McCluskey (Kathryn Joosten), quien se ha convertido en un personaje mucho más recurrente y que ha demostrado tener sus propios secretos. Asimismo, también se ha sabido introducir a las nuevas incorporaciones, como la neurótica examante del marido de Lynette. Aunque si de gente nueva se trata, quien se lleva la palma es el vecino pederasta de Wisteria Lane, quien ha protagonizado el inicio de episodio más corrosivo de este trienio (sólo Mary Alice puede competir con él). Pocas veces se ha visto tanta mala leche en la televisión, o por lo menos en una serie seguida por veinte millones de espectadores.
Y aunque como se ha comentado al principio todo acabó perdiendo un poco de gas, el producto final ha sido excelente como de costumbre, porque incluso esos episodios ácidamente inofensivos cumplen con creces comparados con cualquier otra serie. Además, el inusualmente calmado episodio final no acabó decepcionando: nunca había sido tan amargo y había dejado con tan mal sabor de boca. De hecho, ha demostrado que a las amas de casa de Wisteria Lane les queda cuerda para rato gracias a un equipo de guionistas de mordaz inteligencia y con una capacidad de reinvención infinita.
Mujeres Desperadas se emite por La 2 (TV2) y también por la Fox.
1 comentario:
Es cierto, ya había olvidado al vecino pedófilo de la 3ª temporada, sin duda una apuesta arriesgada y políticamente incorrecta que, a mi parecer, les salió bastante bien, pues como tú ya comentas, fue todo un shock para todos los que seguimos esta serie. Especial mención al momento en el que Lynette entra en su sótano y ve las fotos de todos los niños en bañador....
Ah! por cierto, antes lo ha dicho Sunne y ahora lo recalco yo: capitulazo el del supermercado y los rehenes, con la muerte (tan deseada por todos) de la ex amante de Tom. Uno de los mejores de toda la serie, que yo recuerde.
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