Estrenos USA: Eli Stone & George Michael

Eli Stone era un ambicioso abogado hasta que, sin querer, se convirtió en un profeta. Así de sencillo. De repente, un día empieza a tener visiones que le obligan a hacer el bien... y adiós a la vida corriente que uno se imaginaba. Ya de por si, la idea de Eli Stone era interesante. Si a esto se le suma que el chico empieza a hacer el amor con su prometida y empieza a oir música, va al comedor y se encuentra con... ¡George Michael!... ya es imposible no tener grandes expectativas.

A veces es inevitable plantearse como los guionistas americanos pueden llegar a tan altas cotas de originalidad, porque el mítico artista George Michael cantando Faith encima de una mesa de comedor a las tantas de la noche es algo hilarante. Y George Michael cantando en la oficina mientras todos los empresarios bailan como si nada, también es para alucinar. Pero lástima que George Michael no haya fichado por Eli Stone, ya que es salir de la escena, que todo el espectáculo decae.

Por un lado está el cásting (¿o son los personajes?). El Eli Stone del título, Jonny Lee Miller, puede no ser un mal actor, puede que se esfuerce, pero la chispa cómica no está en sus genes. Por lo menos, no tiene la suficiente como para cargar con situaciones comprometidas cada dos por tres y ser el epicentro de toda la serie. Y luego van los demás, meras víctimas del guión. La prometida, Natasha Henstridge (la bella alien de Species), tiene tan poca química con el protagonista que casi se hiela la imagen cuando ambos están en escena. El padre de esta (y jefe del bufete de abogados de Eli), Victor Garber, es un sosainas que demuestra que la cara de póker que hacía en ALIAS no era un requisito del papel. Y maltratados por allí también aparecen uno que intenta hacerse pasar por chino, un zopenco de hermano o la típica novata idealista del bufete, personajes carentes de gracia y de sentido. No obstante, ni que sea por probabilidad, en Eli Stone hay una buena actriz que con un par de líneas de diálogo ya te crea un personaje: Loretta Devine. La que para algunos es la mujer del director de cirugía de Anatomía de Grey consigue hacer el pleno: escena en que sale, escena que divierte. Así Devine logra convertirse en el auténtico alivio cómico entre tanto gag fallido.

Además, que Eli Stone no sólo son situaciones alucinógenas. También tiene momentos reflexivamente aburridos, flashbacks sobrantes y planos presuntamente emotivos que hacen de la serie algo aún más mediocre. Básicamente, sobra todo lo que hay antes, entre y después de que aparezca George Michael. Y que conste que el artista sólo aparece en un par de escenas del primer episodio.

Cuando Eli está con su prometida y empieza a escuchar a George Michael en el salón.

Eli Stone se encuentra a George Michael en el bufete de abogados.

Antena 3 y la Fox tienen los derechos de Eli Stone.