jueves, 5 de junio de 2008

La fe y los genes (La religión y las series Vol. 3)


En Mujeres Desesperadas, el serial que relata la vida de unas cómicas amas de casa, la religión tiene siempre la misma baza: ser una fuente de gags. De esta manera, la hija de Bree debe ser la presidenta del club de la abstinencia sexual de su escuela y el monje de su iglesia es el encargado de convertir a la heterosexualidad al retorcido de su hijo. No obstante, a diferencia de otros culebrones, en este hay paridad cristiana entre las protagonistas: dos de ellas son protestantes mientras las otras dos son católicas. Es más, una de las católicas, Lynette, se convierte delante del espectador, en su búsqueda de creer en algo, y lo hace porque “la iglesia católica es la única a la que puedo ir sin que la gente me mire mal por tener tantos hijos”, dice con ironía refiriéndose a sus cinco niños. La otra, en cambio, es Gabrielle y sus raíces papales provienen más de sus genes latinos, pese a que se acabara casando por ritos protestantes en su segundo y tercer matrimonio. Y no es el único personaje de serie del que se puede deducir la fe gracias a sus antepasados.

Los ascendentes italianos de Carmela Soprano, la matriarca del clan mafioso de la cadena HBO, también marcaron a esta mujer. De hecho, su relación de amistad con el cura del Vaticano casi derivó en una versión contemporánea de El pájaro espino, aunque todo quedara en agua de borrajas. Aun así, su fidelidad a la cúpula eclesiástica resultó representativa de los 15,1 millones de ítaloamericanos que pueblan USA, herederos de la fe de su antiguo país. Al igual que George O’Malley, el residente de Anatomía de Grey, la revisitación romántica de los hospitales, cuyo apellido irlandés también lo delató como uno de los 11 millones de descendientes de católico-irlandeses que habitan Estados Unidos (frente a los estimados 5 millones de protestantes). Pero a diferencia del catolicismo observable en la ficción española, que pasa de puntillas por las obligaciones, la madre de George llega a recordarle a su hijo, cuando se entera de que lo ha dejado con su esposa, “que somos católicos y divorciarse es pecado”, una visión que resulta descabellada a este lado del Atlántico, por lo menos en boca de quien representa al ciudadano medio y no simula ser el extremo radical del hilo, algo por lo que otras series sí que apuestan.

Este no es el caso de Sexo en Nueva York, donde Miranda tuvo que bautizar a su hijo a petición del padre, descendiente de irlandeses del barrio de Queens, cuya familia no quería que el pequeño se fuese al limbo si fallecía. Aunque Miranda, abogada y muy práctica, no lo hizo bajo cualquier circunstancia: ella puso las reglas en el sagrado acto de entrada en el catolicismo. Escogió las partes que no quería que se mencionaran en el bautizo (ni nada de Satán, ni del demonio, ni del infierno, ni del pecado original) y se aprovechó de la situación de la fe papal. Según las palabras de Miranda, “la Iglesia católica es como una mujer soltera de 36 años: dispuesta a aceptar cualquier cosa”.

6 comentarios:

Sunne dijo...

Me encanta Carmela y el papel que ejerce en la família. sensacional.

Un telespectador más dijo...

Miranda tan genial como siempre, esa escena diciendo las cosas que no queria escuchar en el bautizo me encanta!

Unknown dijo...

Los chistes sobre el catolicismo de Lynette son la caña :-).

Ahora que me acuerdo, Scully también era católica, pero su fe sólo se mostró en serio una vez que ella va a confesarse (no recuerdo por qué exactamente... Seguramente, por algo relacionado con la Conspiración). De Mulder nunca supimos lo que era, aunque siempre se supuso que era judío.

Kike dijo...

Me encantan estos posts que haces sobre la religión y las series :)

El divorcio de O'Malley no fue pecado, su boda con Callie sí. Y eso que me caen genial los dos.

Crítico en Serie dijo...

ánade, toda la razón. Pecado fue casarse con ella.

Por cierto, a todos los que leeis este blog: porque no tenía tiempo, que sino os hubiera pedido información a todos para hacer más completo este repor. Por ejemplo, McGuffin, esto de Scully me hubiera ido de perlas. ¿y cómo sabes que Mulder era judío?

Álex dijo...

Lo de Scully se vio a lo largo de la (creo) cuarta temporada en la que tenía que enfrentarse a su cáncer y en principio no cree, pero poco a poco va cambiando de parecer.