El género judicial nunca falla. Ahora que Shark ha sido cancelada y ha desaparecido de la parrilla, y que Boston Legal parece tener los días contados (sus últimas audiencias no fueron muy alentadoras), era de esperar que llegara otra tanda de abogados para paliar el vacío muy mal cubierto por Eli Stone. Así llega de la mano de la cadena de pago TNT, responsable de la grandiosa The Closer, Raising the bar, que traducida sería algo así como "elevando el listón".
A tenor del piloto ya disponible en internet se puede decir que, por lo menos, los responsables de este nuevo drama judicial tienen buen gusto musical (ahí está el Life is Beautiful de Vega 4 del que ya hablé). Sin embargo, todos aquellos que crean que con Ally McBeal y El Abogado se acabaron las grandes series de letrados, no se sorprenderán.
Desde la universidad, el idealista Jerry y sus buenos amigos han ido encontrado sus respectivos caminos en el mundo del derecho: abogado defensor, fiscal, ayudante del juez... No obstante, cuando llega la hora de ir a los juzgados deben enfrentarse a la delgada línea que separa la amistad de la profesionalidad, su deber como abogados de su ética como personas, y deben saber descifrar cuando toca ayudar al prójimo y cuando no.
Pese a la decente premisa argumental, no se puede decir que nos hallemos ante un ambicioso producto que exhale algún tipo de entidad en sus primeros cuarenta minutos. El ritmo del episodio viene marcado a partir del caso del protagonista (Mark-Paul "Salvado-por-la-campana" Gosselaar), un abogado defensor que tiene que lidiar con una juez muy peculiar e intransigente.
Esto incluye, cómo no, largas exposiciones finales (en un intento de emular a El Abogado) y discusiones con la estúpida juez encarnada por Jane "Malcolm" Kaczmarek (en un intento de recrear un personaje curioso a lo McBeal). Lástima que los guionistas no sepan retratar al protagonista como a un buen defensor de las causas perdidas y acabe siendo un irritante idealista con malos modales.
A consecuencia de este otro intento fallido, dejan en la estacada a los demás personajes que no pasan de ser "el pijo" o "la guapa", algo que no se entiende si se analiza el final del episodio, que intenta retratar la faceta más humana de todos y cada uno de ellos. ¿Estamos ante una serie de casos o de personas? Para esto necesitaremos más que un episodio de Raising the bar para comprobarlo. Y, en realidad, no es ninguna mala noticia puesto que quizás será una serie bastante mediocre (que nunca se sabe), pero entretenida. Además, creo firmemente que puede dar una grata sorpresa si consigue desarrollar a los demás personajes y dotarlos de una personalidad atractiva.
7 comentarios:
Me gustan tus entradas y el estilo, y como el blog es de la familia serial, te agrego a los links ok?
Saludos,
Montse
Fíjate que tenía pensado darle una oportunidad a esta serie, principalmente porque en ella se encuentra Jane Kaczmarek, la graaaaaaaaaan Lois de Malcolm. Después de leer tu entrada, me parece que, de momento, la voy a dejar aparcada.
Opino igual que Anade, aunuqe el hecho de reencontrarme con Sac también me llamaba, esperaré a ver como avanza la cosa.
ya de antemano odio las series de abogados y de médicos asi que dificil veo ver alguna de las que has dicho. Todavía ni he visto House.
Los abogados me dan una pereza... Pero Jane Kaczmarek se merece una oportunidad... Me lo pensaré :-)
Siempre he sido algo reacio a las series de abogados, a excepción, por supuesto, de Damages. Nunca me gustó Ally McBeal y Shark fue buena durante 3 episodios. Y si a todo esto le sumamos a Zack Morris, cuyo rostro ya siempre identificaré con el telefilm de las 4 de Antena 3, ya tenemos una ecuación cuya valor es "no veré esta serie".
Es impresionante esta obra aunque algo corta, no se debe dejar algo tan bueno para tan poco.
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