Un transexual sin hogar

La naturaleza es, en el mejor de los casos, complicada. Ryan Murphy, el creador de Nip/Tuck, entiende así el mundo: es complicado, pero no por ello antinatural. En el serial de los cirujanos plásticos ya demostró a partir de la meticulosa disección de la familia McNamara y Troy que nada tiene que ser raro o, al contrario, que todo lo es. Adulterio, sadomasoquismo, incesto, malformaciones, problemas de identidad sexual, enanismo: la natura es compleja y, a consecuencia, la familia lo es. Sin embargo, esta visión tan terrenal y a la vez marciana de Murphy (en la fotografía con Annette Bening) tiene sus contras: no es para todos los públicos y, por culpa de esta injusticia, seguramente nos perderemos su última incursión televisiva: Pretty Handsome.

El piloto, cómo no, se ha filtrado por internet, probablemente con la esperanza de revolucionar la red y originar un movimiento defensor que motive a las cadenas americanas a comprar el producto. Siendo realista, lo encuentro bastante difícil pues incluso la cadena FX (emisora de Nip/Tuck, Rescue Me, Daños y perjuicios o The Shield) consideró que le va grande. Y será una lástima pues pocos pilotos he visto tan prometedores, tan elegantes y tan humanos como este (el tono nada tiene que ver con la frialdad de Nip/Tuck). Pero: ¿qué cadena va a programar un drama sobre un burgués padre de familia que quiere convertirse en mujer?

La transexualidad, malogradamente, aún sigue totalmente marginada por la sociedad y también por la televisión. Y es que ¿cuántos transexuales bien escritos hemos visto en la pequeña pantalla? Brad Pitt, cuando se embarcó en el proyecto en las tareas de productor, debió pensar que pocos y aceptó ayudar a financiar Pretty Handsome con un reparto de lujo encabezado por Joseph Fiennes (Shakespeare in love) y Carrie-Anne Moss (Matrix).

Como fiel criatura de Murphy, Pretty Handsome no se anda con rodeos y coloca las cartas sobre la mesa majestuosamente sin tomar el pelo al espectador con bomboncitos que intentan colar como transexuales. Aquellos que aparecen son reales como la vida misma, pues la integración llega a partir de la aceptación de la realidad. Qué pena que algunos no puedan con ella. No solamente nos perderemos lo que podría ser una gran serie, sino que desecharemos la oportunidad de hacer de carne y hueso una pequeñísima parte de la sociedad que merece un respeto. Y es que, en el fondo, la cuestión de la transexualidad no es tal.

Uno ni debería plantearse qué opina sobre ellos y ellas. De hecho, yo no debería tener ni el don de la palabra para expresar mi opinión puesto que ¿quién soy yo para decir nada acerca de una elección que no me atañe? No se sienten identificados con la imagen que les devuelve el espejo, se ven obligados a pasar parte de su vida en un género en el que no están cómodos y sufren lo inimaginable para ver realizado su sueño. ¿Acaso tengo yo algo que decir acerca de cómo las otras personas deben vivir su vida y encontrar la felicidad?

De pequeño me educaron para entender que cada uno es libre de hacer lo que quiera mientras no afecte la libertad de los demás. "Vive y deja vivir" solían inculcarme. Quizá por este motivo me cuesta comprender como algo tan bien hecho no encuentra un hueco en la programación estadounidense (de la misma forma que posiblemente tampoco lo encontraría aquí). Ahora es momento de decir: "Dejen vivir a Pretty Handsome". Ojalá algún día esta serie tenga cabida en la televisión, de la misma forma que los transexuales la tengan en la sociedad.

El inicio de Pretty Handsome (se puede ver todo el episodio en youtube)