Los norteamericanos ya se han visto obligados a abandonar el país. Después de que las catástrofes medioambientales se cebaran con ellos, que el precio del crudo no dejara de subir y la crisis económica los ahogara hasta la pobreza, han tenido que marcharse de su tierra, de la misma forma que sus antepasados llegaron a ella: con una mano delante y otra detrás. Pero ya no son los reyes del mundo. Ahora son otro colectivo inmigrante más integrado en los otros países. Ellos son los habitantes de unos nuevos ghettos llamados Americatown.
Esto, obviamente, no es la realidad americana. Es la versión futurista que pretende plantear la cadena de pago HBO. Ávida de extrapolar a la ficción las preocupaciones de los ciudadanos estadounidenses, la cadena responsable de series como Los Soprano o Sexo en Nueva York ha puesto en marcha un drama para mostrar esta pesimista hipótesis del futuro derivada de los tiempos que corren y ambientada dentro de unos 40 años. Detrás del título de Americatown (inspirado en la denominación del barrio chino neoyorkino, Chinatown), está Bradford Winters como creador y Barry Levison en las tareas de producción.
No obstante, no hace falta esperar a que se confeccione este proyecto para poder observar el estado de recesión en el que parecen haber entrado los Estados Unidos. Justamente el miércoles pasado llegó a la parrilla americana Friday Night Lights, el drama acerca de un pueblo de la América profunda deprimida que tiene a la crítica del país rendida a sus pies. Si su realidad ya era desalentadora desde sus inicios, en esta nueva temporada la crisis será una preocupación latente en el mundo de los protagonistas, que verán como la escuela debe sufrir recortes de plantilla por culpa de la asfixia financiera.
Esta visión decadente se contrapone a la otra tendencia de la programación: ofrecer mundos completamente ajenos al plan de Bush y a los urgentes rescates de los bancos. Según la periodista del New York Times Ginia Bellafante, productos como 90210, Gossip Girl, Privileged o la recientemente estrenada en Antena 3 (y con éxito) Sexy Money, todas ellas centradas en las vidas de gente forrada, están constituyendo un género por sí solas, de “fantasías de ricos”. Pero esta tendencia a la alienación no es la tónica general de la ficción americana, que suele tratar y acercarse a los desastres que afectan a los ciudadanos.
Este martes, por ejemplo, se podrá comprobar en Cuatro como la guerra de Iraq ha afectado a la sociedad norteamericana gracias al culebrón familiar de Cinco Hermanos. El pequeño de la familia Walker, en las tropas del país asiático, tendrá en vilo a su madre, que no recibe noticias suyas. Y de forma aún más cruda, la HBO también retrató durante el verano esta polémica actuación bélica con Generation Kill, cuando aún es objeto de debate con las cuestiones de si retirar las tropas o cómo hacerlo.
La turbulencia con la que se ha enfrentado estas primarias, tampoco escapó a los guionistas, que introdujeron bromas de Obama en el Rockefeller Plaza de Tina Fey (ahora más conocida por su faceta “a lo Sarah Palin”), que hicieron revivir a los telespectadores elecciones pasadas (Ford y Carter en Swingtown, Nixon y Kennedy en Mad Men), o que enseñaron como funcionaba la preparación de unas primarias (gracias al personaje de Rob Lowe en Cinco Hermanos).
La actual crisis económica, sin embargo, parece que va a influir a la parrilla de una forma más sutil, de la misma manera que la catástrofe del 11-S también acabó impregnando muchas de las producciones. Denis Leary hizo su particular homenaje a los bomberos con Rescue Me, Kitty Walker aún está superando sus vivencias en la zona zero y Mac Taylor de CSI: Nueva York perdió su mujer en el atentado terrorista. Y esto únicamente es el rostro visible de la tragedia. Así que esperemos, tiempo al tiempo, que de bien seguro que la crisis también acabará dejando una profunda huella en la programación, (mucho) más allá de Friday Night Lights o Americatown.
Esto, obviamente, no es la realidad americana. Es la versión futurista que pretende plantear la cadena de pago HBO. Ávida de extrapolar a la ficción las preocupaciones de los ciudadanos estadounidenses, la cadena responsable de series como Los Soprano o Sexo en Nueva York ha puesto en marcha un drama para mostrar esta pesimista hipótesis del futuro derivada de los tiempos que corren y ambientada dentro de unos 40 años. Detrás del título de Americatown (inspirado en la denominación del barrio chino neoyorkino, Chinatown), está Bradford Winters como creador y Barry Levison en las tareas de producción.
No obstante, no hace falta esperar a que se confeccione este proyecto para poder observar el estado de recesión en el que parecen haber entrado los Estados Unidos. Justamente el miércoles pasado llegó a la parrilla americana Friday Night Lights, el drama acerca de un pueblo de la América profunda deprimida que tiene a la crítica del país rendida a sus pies. Si su realidad ya era desalentadora desde sus inicios, en esta nueva temporada la crisis será una preocupación latente en el mundo de los protagonistas, que verán como la escuela debe sufrir recortes de plantilla por culpa de la asfixia financiera.
Esta visión decadente se contrapone a la otra tendencia de la programación: ofrecer mundos completamente ajenos al plan de Bush y a los urgentes rescates de los bancos. Según la periodista del New York Times Ginia Bellafante, productos como 90210, Gossip Girl, Privileged o la recientemente estrenada en Antena 3 (y con éxito) Sexy Money, todas ellas centradas en las vidas de gente forrada, están constituyendo un género por sí solas, de “fantasías de ricos”. Pero esta tendencia a la alienación no es la tónica general de la ficción americana, que suele tratar y acercarse a los desastres que afectan a los ciudadanos.
Este martes, por ejemplo, se podrá comprobar en Cuatro como la guerra de Iraq ha afectado a la sociedad norteamericana gracias al culebrón familiar de Cinco Hermanos. El pequeño de la familia Walker, en las tropas del país asiático, tendrá en vilo a su madre, que no recibe noticias suyas. Y de forma aún más cruda, la HBO también retrató durante el verano esta polémica actuación bélica con Generation Kill, cuando aún es objeto de debate con las cuestiones de si retirar las tropas o cómo hacerlo.
La turbulencia con la que se ha enfrentado estas primarias, tampoco escapó a los guionistas, que introdujeron bromas de Obama en el Rockefeller Plaza de Tina Fey (ahora más conocida por su faceta “a lo Sarah Palin”), que hicieron revivir a los telespectadores elecciones pasadas (Ford y Carter en Swingtown, Nixon y Kennedy en Mad Men), o que enseñaron como funcionaba la preparación de unas primarias (gracias al personaje de Rob Lowe en Cinco Hermanos).
La actual crisis económica, sin embargo, parece que va a influir a la parrilla de una forma más sutil, de la misma manera que la catástrofe del 11-S también acabó impregnando muchas de las producciones. Denis Leary hizo su particular homenaje a los bomberos con Rescue Me, Kitty Walker aún está superando sus vivencias en la zona zero y Mac Taylor de CSI: Nueva York perdió su mujer en el atentado terrorista. Y esto únicamente es el rostro visible de la tragedia. Así que esperemos, tiempo al tiempo, que de bien seguro que la crisis también acabará dejando una profunda huella en la programación, (mucho) más allá de Friday Night Lights o Americatown.
8 comentarios:
es un planteamiento muy interesante. aunque pienso que no necesitamos una serie tan deprimente como Americantown, recuerdo que hicieron x-ville (creo que era el nombre) sobre una ciudad americana que es inundada por la caída de los diques, no hace alta ser tan fieles a la realidad, me suena a falta de ideas, la gente ve la tele para disfrutar, esta bien que te hagan pensar pero no en cosas tan reales que no dejes de darle al coco. Imagina a los familiares del 11s viendo todas esas series de atentados. que penita.
"K-Ville" terminó siendo una simple serie de policías ambientada en la Nueva Orleans post-Katrina, perdió la oportunidad del retrato social (y la cancelaron, de hecho).
"Americantown" pinta bien.
(estoy en un cyber sólo para venir a corregir el gentilicio de nueva york, que no sé en qué estaría pensando)
MacGuffin y Sunne, teneis toda la razón. Me he olvidado de introducir a K-Ville. De hecho, esto lo tendré que modificar un poco para un trabajo, y pienso incluir esta serie acerca del Katrina. Era la primeriza intención, aunque me acabara despistando. ¡Gracias!
Parece un proyecto bastante interesante, sobre todo viniendo de HBO. Y es que a veces van bien series que te lleven a reflexionar sobre el mundo en el que nos movemos. Y es que eso es lo que más me gusta de Galactica, que te haga plantearte cuestiones muy actuales sin cortarse un pelo.
Americantown pinta bien, eso si, es solo una idea de momento tendremos que ver en que deriva la historia, los personajes, etc.
Yo reconozco ser bastante fan de las fantasías de ricos y dejar los dramas sociales para otro público, la verdad. Me gusta divertirme con la televisión, no acabar llorando por las esquinas.
Y no es el mayor sino el menor de los Walker, Justin, quien va a la guerra de Iraq. Dos veces, para más inri.
me parece muy interesante el planteamiento de Americatown ¿se podria convertir en realidad?
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