Cinco series que nadie ve y todos deberían

Las series llegan a España de las maneras más variopintas. A menudo, al darles una oportunidad, estas fracasan en el primetime por razones desconocidas y nunca más se sabe nada de ellas. Otras, en cambio, llegan a canales de pago minoritarios donde muchos ni tan siquiera saben de su existencia. He aquí la lista de las cinco series que recomienda esta página y que nadie debería perderse.

Friday Night Lights: Demasiado americana para tener éxito en abierto, debe ser la amante de cualquier persona aficionada a las series. Relatos de seres perdidos en un pueblo tejano sin ningún futuro, donde el football es la única razón para levantarse cada mañana. Emotiva, triste, deportiva, madura, independiente, realista... tiene todos los elementos para encantar al mundo entero, mientras se sea capaz de entender que una serie con adolescentes no tiene porqué ser una serie juvenil. Es una obra maestra contemporánea. Así de claro y rotundo.

Chuck: Este espía a la fuerza no acaparará estatuíllas en los premios Emmy, pero como entretenimiento es ejemplar y esto es vital para la televisión. Es una mezcla divertida de humor, acción y freaks. Y es que, por más misiones que tenga el protagonista, no hay mayor reto que atender a clientes en la tienda Buy More, donde sus compañeros hacen cualquier cosa menos trabajar: peleas en jaulas, concursos de zapping y apuestas a ver quien se come “lo que sea que haya” en el tupperware del fondo de la nevera (con meses de antigüedad). Ingenuo y genuino: así es Chuck.

Criando Malvas: Dulces tartas, muertos a doquier, toques resucitadores, un romance tan casto como antológico, verde, rojo, amarillo, azul, la fotografía, Tim Burton, una camarera entrañable, azúcar en cada plano, sirenas, trepidantes diálogos, abejas, una difunta muy viva, miradas al pasado, los besos que nunca se dieron, un parche en el ojo. Básicamente un circo visual que nadie (¡nadie!) puede no ver, por lo menos, una vez en la vida.

Rescue Me: La vida de estos bomberos de Nueva York es trágica y sobretodo dura, y sin embargo no se puede evitar reír con sus miserias, sus patéticas peleas viriles y sus frustraciones. ¿Qué aporta? El desesperado machismo de sus protagonistas, el polvo después del puñetazo (o al revés), risas funerarias y lágrimas festivas. Rescue Me es como el calmante que te da un amigo mientras bromeáis: duele, pero no puedes evitar soltar una carcajada.

Mad Men: Los publicitarios de Manhattan se toman la vida con calma. Una copa al empezar a trabajar, a medio dossier y al despedir la jornada. Las secretarias tampoco son unas santas: su contoneo de caderas es un anzuelo en busca de marido. Alguna intenta trepar por la oficina a base de ideas. Don Draper va de cama en cama y Betty espera resignada en la cocina de su perfecta casa. Algunos acusan que en Mad Men nunca ocurre nada y tampoco están del todo equivocados, pero es que esta serie es puro costumbrismo de los sesenta. He aquí el mérito.