El grupo de amigos de la televisión por antonomasia es, sin lugar a dudas, Friends. Divirtieron durante 10 años a medio globo terrestre y, gracias al fenómeno que fue, pasaron a la historia. Su despedida fue seguida por 52,5 millones de personas, una cifra astronómica, los sueldos de sus actores fueron un referente (se confabularon para cobrar un millón de dólares por cabeza) y los peinados de Jennifer Aniston marcaron una época. Pero en el terreno de ficción, la sitcom era humor, eran gags y eran seis personajes, una fórmula aparecida millones de veces en la pantalla pero sin los mismos resultados. Y es que, además de ofrecer la oportunidad de reír y pasar un buen rato (no daba para mucho más, que tampoco es menos), ellos se convirtieron en mis amigos, en los tuyos y en los de cualquiera que mirara diez minutos de su química.
La relación de amistad que los unía era impecable, la complicidad que tenían echaba chispas y, pese a ser tan distintos, formaban un perfecto engranaje cual reloj suizo. Desde entonces, la televisión ha intentado brindar unos decentes sustitutos y parece ser que los herederos (anti)naturales son los de Cómo conocí a vuestra madre. Lo creamos o no, lo queramos o no, Ted, Barney, Robin, Lily y Marshall fueron confeccionados expresamente para tapar el vacío fraternal que dejaron los asiduos al Central Perk. Fueron el roto para el descosido y tampoco se avergüenzan de serlo: tienen su garito para tomar algo, tuvieron su romance pretenciosamente épico al estilo “Ross&Rachel”, son amantes incondicionales de Nueva York y ambas empezaron con la llegada en el grupo de un objeto de deseo. Copiaron el abc de Friends, cuatro formalidades contadas y buscaron el mismo público; sin embargo, en esencia el vínculo antropológico que une a estos nuevos amigos es completamente distinto.
La relación de amistad que los unía era impecable, la complicidad que tenían echaba chispas y, pese a ser tan distintos, formaban un perfecto engranaje cual reloj suizo. Desde entonces, la televisión ha intentado brindar unos decentes sustitutos y parece ser que los herederos (anti)naturales son los de Cómo conocí a vuestra madre. Lo creamos o no, lo queramos o no, Ted, Barney, Robin, Lily y Marshall fueron confeccionados expresamente para tapar el vacío fraternal que dejaron los asiduos al Central Perk. Fueron el roto para el descosido y tampoco se avergüenzan de serlo: tienen su garito para tomar algo, tuvieron su romance pretenciosamente épico al estilo “Ross&Rachel”, son amantes incondicionales de Nueva York y ambas empezaron con la llegada en el grupo de un objeto de deseo. Copiaron el abc de Friends, cuatro formalidades contadas y buscaron el mismo público; sin embargo, en esencia el vínculo antropológico que une a estos nuevos amigos es completamente distinto.
En Cómo conocí a vuestra madre no les hermana tener caracteres totalmente disonantes y a la vez complementarios, sino su forma de ver la vida. La química entre ellos surge de su vocabulario, tan propio que los ciñe a quererse, pues sólo ellos se entienden. Ellos creen en el síndrome de las cheerleaders, identifican a las desequilibradas con tan sólo mirarlas en los ojos, aprecian el valor de una buena hamburguesa y se apuestan bofetadas. Tienen una visión propia que comparten con el espectador capítulo a capítulo.
Muchas de estas señas de identidad no se prorrogan más allá del episodio, pero sí que pasan a formar parte del imaginario colectivo de quienes siguen la serie. De la misma forma que Friends tuvo el famoso corte de mangas, ellos han elaborado una enciclopedia entera de anécdotas, palabras y expresiones. Son infinitamente más irregulares y sus inicios fueron de manual, pero han logrado colgarse unas cuantas medallas por méritos propios. Incluso un simple grito “¡Woooo!” ya no significa lo mismo desde que ellos lo diseccionaron, guste o no.
15 comentarios:
No es una mala herencia, la verdad. Yo me lo paso en grande con Robin supercanadiense, Barney haciendo de Barney y Marshall de niña grande ;-)
Dos series geniales... yo antes pensaba que Friends era inigualable... pero es que Barney es legen - wait for it - dary!
Dos grandes series, sin duda alguna. Yo ya no puedo decir que una sea mejor que otra, porque ambas tienen algo que las hace especiales. Esperemos que aún nos quede mucho tiempo para disfrutar de How i met your mother.
Qué bueno. Sí que se parecen y tienen sus cosas comunes, pero yo no sabría decantarme por una de las dos. Como tampoco nos vamos a casar, me quedo con las dos.
De Friends he visto un montón de capítulos, pero sin ningún tipo de orden por culpa de las constantes reposiciones de Cuatro y, en su día, Canal +. Me apetece mucho ponerme a verla en condiciones, como ahora estoy haciendo con Buffy.
La prueba más clara del efecto del vocabulario de HIMYM yo creo que la encontramos en el legendary. ¿Quién no la ha pensado, o dicho, en alguna situación de su vida? Y por no hablar del "Let's go to the mall". ¿Soy el único al que se le ha escapado una sonrisilla cuando alguien a su lado ha dicho "centro comercial"? ;)
Friends es inigualable y no creo que HIMYM logre hacerle sombra nunca. Dicho esto, Barney y cia son unos herederos más que dignos para los genios de la abc, y has retratado muy bien esa característica que los hace encajar tan bien con todos nosotros: su vocabulario propio. Y es que The chain of Screaming, la curva loca-maciza o el naked man, han pasado a formar ya parte de la historia.
De Friends he visto muchos capítulos, pero nunca me enganchó especialmente.
De HIMYM, como comentas, lo mejor son sus bromas privadas y como sus personajes se complementan de un modo que no es en principio el habitual.
Aún así, para pandilla de amigos, mis favoritos siempre serán los de la Scooby Gang de Buffy. Ahí estaban para cualquier cosa, ya fuese matar vampiros o evitar Apocalipsis. Pero sobre todo demostraron que la verdadera familia la componen aquellos que están ahí contigo.
Toda la razón, ambas son dos series geniales, peor totalmente diferentes.
Y claro que ha creado toda una enciclopedia, el Wooo como tu mencionas ya nunca será lo mismo, al igual que tantas y tantas otras cosas...
Saludos!
Genial entrada sobre 2 grandes comedias aunque Friends es mucho Friends. Es verdad que CCAVM es la heredera natural porque hay muchas similitudes pero a la hora d ela verdad no son tan parecidad. Lo que no quita como bien dices, que racias a ellos (sobre todo a Barney) tenemos un monton de expresiones o frases miticas.
todavia no le veo lo grande de HIMYM, me divierto mucho mas con The Big Bang Theory, de Friends no puedo hablar porque jamas la he visto
Lo malo de How I met es que la comparamos constantemente con Friends y eso es una gran losa.
A mí me encanta, es una comedia que me hace reír bastante con un personaje enoooorme (Barney) y con la que espero seguir pasando grandes momentos
HIMYM me parece divertidisima, pero para muchos de los que nos encontramos aquí Friends no es una serie más, ha pasado con nosotros nuestra adolescencia y eso es mucho, con esto no quiero decir que sea ni mejor ni peor, si no que está en una categoría algo especial, al menos en mi caso, hace poco le ponía un ejemplo parecido a Moltisanti con The Wire y LOST, la primera, posiblemente es la mejor serie que he visto en mi vida, pero lo que me hace sentir LOST al ponerme a ver un capítulo no lo siento ni lo he sentido con ninguna otra, aunque The Wire, para eso tenemos nuestro propio ranking de favoritas, que muchas veces no quiere decir que sean las mejores series de la historia, si no solo eso, nuestras favoritas.
Yo creo que How I met no alcanzará nucna a friends porque dudo que ninguna lo haga dentro de ese formato..
Pero HIMYM ha conseguido hacerse un huequito cogiendo el formato clásico de sitcom y dándole una pequeña vuelta que le ha dado esa personalidad propia. Aunque no sea para tantíiiisimo (sobretodo por su irregularidad), es una buena serie :)
No podría estar más de acuerdo contigo, comoc conoci... son los friends del año 2000, con un barney siempre en estado de gracia como colofón de la serie.
a
Publicar un comentario