1.- BRENDA JOHNSON: Escueta en lo personal y compleja en lo profesional, la subjefa de policía de la brigada especial de homicidios de Los Angeles pasará a los anales de la televisión. Repelente, carismática, obstinada, moral y adicta a la ley, siendo humana y consecuente logra sorprender en cada episodio a la hora de resolver los casos. Ella es la sólida alternativa al vacío que ofrecen la mayoría de personajes de este género televisivo.
2.- KYRA SEDGWICK: Detrás de todo gran personaje, siempre hay una gran actriz. En este caso, Sedgwick, que construye a Brenda Johnson a base de matices y de una ligera y necesaria sobreactuación. Sólo hace falta ver su letal actitud en una sala de interrogatorios y cómo se retuerce al desviar su mirada hacia una chocolatina.
3.- EL AMBIENTE: El coleguismo de la brigada en The Closer es genuino. Se respira confianza, tensión a veces y un compañerismo sin el que no sobreviviría el personaje de Brenda. Todos y cada uno de los secundarios aportan su granito de arena, por más prescindibles que puedan parecer a veces. Pero de esta impresión también brota la genialidad de la serie: notamos el vínculo grupal sin necesidad de ver todas sus caras cada semana. Flynn y Provenza son, además, los reyes de la función cada vez que se les da la oportunidad.
4.- LOS CASOS: Se desmarca de la tónica imperante de analizar los casos a partir de la tecnología. Aquí hay pruebas pero sobretodo sospechosos y móviles, capaces de descubrirse a partir de los interrogatorios y el ingenio. Nada de máquinas imposibles a lo CSI ni talentos inverosímiles como El Mentalista. El factor humano sigue siendo, gracias a Dios, imposible de descifrar.
5.- LOS SOSPECHOSOS: Pueden aparecer tan sólo en un episodio, pero se escriben con un cariño ejemplar. Pueden ser básicos o maquiavélicos, pasionales o racionales, pero siempre se les dota de buenas líneas, de mejores momentos y, la labor de cásting, es ejemplar. La intensidad de las interpretaciones de estos esporádicos siempre es impecable. Siempre se lee mucho más allá de las palabras que recitan. Y, para el imaginario colectivo, siempre quedará Billy Croellick o el descubrimiento de esta temporada: el abogado Mr. Stroh. Retorcidos a más no poder.
6.- LOS DIÁLOGOS: El dominio de la retórica es asombroso. En cada episodio hay, sistemáticamente, una conversación digna de análisis. Cada línea está magistralmente estudiada. Hay frases sentenciosas. Frases tronchantes. Y siempre, siempre, casos bien construidos, bien desarrollados y que logran focalizar la atención del espectador aunque se intuya claramente cuál será el asesino. Esto no es Se ha escrito un crimen.
7.- HUMOR: La unidad de la brigada de Brenda Johnson permite los más variopintos sucesos de resultados delirantes. No es un humor grueso sino todo lo contrario, aunque con licencias de vez en cuando imprevisibles que, más que sonrisas, provocan carcajadas. Ver un ataúd cayendo por las escaleras era probablemente la escena más memorable hasta que sorprendieron, en la segunda parte de la cuarta temporada, con un muerto descompuesto dentro del maletero de un coche, una calle con pendiente, una farola y una caja eléctrica.
8.- DRAMA: Pese a que generalmente se espera de The Closer su faceta más divertida, sus creativos no tienen límites y pueden realizar algún episodio mortificante. Dilemas morales, conflictos personales y casos que obligan a hurgar en los propios bajos fondos trastocan al espectador. Paradójicamente, pocas series consiguen perturbar tanto.
9.- LOS PADRES: Frances Sternhagen y Barry Corbin son los invitados más esperados. Son diversión asegurada. Ella con su buen temperamento y su predisposición social y él con su actitud cascarrabias. Tardaron en introducirlos y ahora no podría vivir sin una dosis de vez en cuando. Están hechos con desmesurado cariño.
2.- KYRA SEDGWICK: Detrás de todo gran personaje, siempre hay una gran actriz. En este caso, Sedgwick, que construye a Brenda Johnson a base de matices y de una ligera y necesaria sobreactuación. Sólo hace falta ver su letal actitud en una sala de interrogatorios y cómo se retuerce al desviar su mirada hacia una chocolatina.
3.- EL AMBIENTE: El coleguismo de la brigada en The Closer es genuino. Se respira confianza, tensión a veces y un compañerismo sin el que no sobreviviría el personaje de Brenda. Todos y cada uno de los secundarios aportan su granito de arena, por más prescindibles que puedan parecer a veces. Pero de esta impresión también brota la genialidad de la serie: notamos el vínculo grupal sin necesidad de ver todas sus caras cada semana. Flynn y Provenza son, además, los reyes de la función cada vez que se les da la oportunidad.
4.- LOS CASOS: Se desmarca de la tónica imperante de analizar los casos a partir de la tecnología. Aquí hay pruebas pero sobretodo sospechosos y móviles, capaces de descubrirse a partir de los interrogatorios y el ingenio. Nada de máquinas imposibles a lo CSI ni talentos inverosímiles como El Mentalista. El factor humano sigue siendo, gracias a Dios, imposible de descifrar.
5.- LOS SOSPECHOSOS: Pueden aparecer tan sólo en un episodio, pero se escriben con un cariño ejemplar. Pueden ser básicos o maquiavélicos, pasionales o racionales, pero siempre se les dota de buenas líneas, de mejores momentos y, la labor de cásting, es ejemplar. La intensidad de las interpretaciones de estos esporádicos siempre es impecable. Siempre se lee mucho más allá de las palabras que recitan. Y, para el imaginario colectivo, siempre quedará Billy Croellick o el descubrimiento de esta temporada: el abogado Mr. Stroh. Retorcidos a más no poder.
6.- LOS DIÁLOGOS: El dominio de la retórica es asombroso. En cada episodio hay, sistemáticamente, una conversación digna de análisis. Cada línea está magistralmente estudiada. Hay frases sentenciosas. Frases tronchantes. Y siempre, siempre, casos bien construidos, bien desarrollados y que logran focalizar la atención del espectador aunque se intuya claramente cuál será el asesino. Esto no es Se ha escrito un crimen.
7.- HUMOR: La unidad de la brigada de Brenda Johnson permite los más variopintos sucesos de resultados delirantes. No es un humor grueso sino todo lo contrario, aunque con licencias de vez en cuando imprevisibles que, más que sonrisas, provocan carcajadas. Ver un ataúd cayendo por las escaleras era probablemente la escena más memorable hasta que sorprendieron, en la segunda parte de la cuarta temporada, con un muerto descompuesto dentro del maletero de un coche, una calle con pendiente, una farola y una caja eléctrica.
8.- DRAMA: Pese a que generalmente se espera de The Closer su faceta más divertida, sus creativos no tienen límites y pueden realizar algún episodio mortificante. Dilemas morales, conflictos personales y casos que obligan a hurgar en los propios bajos fondos trastocan al espectador. Paradójicamente, pocas series consiguen perturbar tanto.
9.- LOS PADRES: Frances Sternhagen y Barry Corbin son los invitados más esperados. Son diversión asegurada. Ella con su buen temperamento y su predisposición social y él con su actitud cascarrabias. Tardaron en introducirlos y ahora no podría vivir sin una dosis de vez en cuando. Están hechos con desmesurado cariño.
10.- LOS ANGELES: No he estado en esta ciudad pero, a tenor de lo visto en los medios de comunicación y en comparación con la demás ficción, creo que no hay producción que muestre más fielmente su auténtica identidad. Formada por urbanizaciones, de lo más humilde a lo más ostentoso, muestra una ciudad dispersa y diversa, con unos cromas calurosos e intimistas, y tratando el factor racial sin filtros.
13 comentarios:
Totalmente de acuerdo con lo que dices, para mi The Closer ahora mismo es lo mejor que se puede ver de tematica policiaca, y el personaje de Brenda es un regalo :)
So sat we all. Poco más se puede añadir. ¿Sabes qué serie está muy, muy cerca del nivel de The Closer? Life. Lástima que no la vean ni los pages de la NBC ;)
MacGuffin, ya sabes que adoro a Reese y Crews. De momento, les otorgo el segundo puesto, aunque consciente que están muy lejos y que Brenda no tiene quien le pueda disputar el puesto... ;)
Totalmente de acuerdo con todos los puntos que mencionas.
Yo empezaré a ver ahora que la han terminado de emitir, la cuarta temporada y seguro que me dura un suspiro, porque esta serie es de mis preferidas.
Saludos
Empecé a ver The Closer en Cuatro, pero la echaban a horarios que me venían fatal. Luego tp hice mucho por seguirle la pista. No sé por qué pero nunca me he engachado de verdad a una serie de policías...
Si le di una oportunidad a The Closer hace unos meses, fue gracias a ti y de lo bien que hablabas de ella. Creo que no llegué a terminar la 1ª temporada, pero lo que vi me gustó mucho y me dejó con un muy buen sabor de boca. Y Brenda Johnson es genial. ;)
La mujer de la boca extraña, que lo mismo lleva un gesto serio de jefa, que saca la hospitalidad sureña de su personaje, Así es Brenda Johnson, la dura que se vendería por un buen dulce.
Es otra de esas series que he visto episodios sueltos y no me ha disgustado.. pero a pesar de todas las cosas buenas que leo de ella, me cuesta horrores ponerme... y es que tengo una especie de reticencia hacia las series policiacas...
Pero después de leerte te confieso una cosa: tienes tal don que me dan ganas de empezar mañana xD
I love Brenda, poco mas puedo decir, pocas veces he disfrutado tanto con un personaje. Además está rodeada de grandes casos y mejores secundarios. No es CSI.
Y otra serie que no entiendo cómo no ha triunfado en España. Tenía los ingredientes adecuados para, si se apostaba en el prime time, dar buenos resultados de audiencia.
Tiene inteligencia, ritmo, gracejo y una protagonista absolutamente irresistible.
¿Siempre vamos a preferir La Noria o qué?
Nahum, The Closer le fue bien a Cuatro mientras no esperaba grandes audiencias en el late night. Ahora... sólo le sirve para el late. Ya sabemos que los gustos españoles dejan bastante que desear.
Magistral serie. Estoy enganchado en 2016, desde que la emiten en Divinity y he estado buscando críticas porque me parece una extraordinaria serie. Comparto tu crítica. Gracias
Los sospechosos renuncian a sus derechos y a un abogado, la policía puede mentir, si no tienen pruebas, testigos ni confesión que decida el jurado, etc. Aún así pierden casos y entonces la subjefa Johnson se asegura que los sospechosos paguen por ello, a veces con la vida. No puede soportar no salirse con la suya, no es justicia sino venganza. En la vida real muchos casos quedan sin resolver.
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