Es un fenómeno casi paranormal que una serie resuelva sus defectos de nacimiento. Por más que se critiquen y que se pidan modificaciones, generalmente las taras persisten y los cambios se introducen en otros ámbitos. La capacidad de renacer de la ficción no es uno de sus puntos fuertes. Life no es que necesitara una remodelación íntegra, pero sí que podía agradecer algunas mejoras. Y es casi inquietante ver cómo los showrunners supieron ver exactamente qué elementos tocar para convertir la segunda temporada en una serie de policías imprescindible.
Limaron el aspecto zen hasta rebajarlo a lo anecdótico, para agilizar el contacto con el protagonista. Las elucubraciones de Charlie Crews son igualmente curiosas y viables sin escuchar grabaciones espirituales y sin citarlas a cada momento. Danni Reese también se suavizó, alejándola del turbio pasado para convertirla en una borde escéptica adorable y otorgándole sublimes frases de diálogo. Y la jefa de ambos fue echada para dejar paso a Tidwell, el último vértice de una estrategia triangular para potenciar la vis cómica de los protagonistas. Así la fría cadencia de la primera temporada se convirtió en un cálido entretenimiento, algo que en ningún caso se debe interpretar como una renuncia a la seriedad. Sencillamente, así es mejor.
En el apartado estético y conceptual, además, se supo asentar el producto. Se potenció el aspecto musical, a menudo con una función irónica, y se radicalizaron los asesinatos. En cada uno, aunque a simple vista no lo parezca, siempre acaba surgiendo alguna particularidad que lo convierte en único. Pero lo más revelador de este segundo año fue que la sinergia y tono conseguido llegó a tal punto, que sobrevivió al embarazo de Sarah Shahi.
Cortas conversaciones telefónicas que suplen las incómodas escenas para esconder el bulto con técnicas forzadas. Breves pero suficientes. Y con un par de escenas incluso lograron humanizar a una imprevista compañera a la que dejaron el listón muy alto. Talento no les faltaba a los escritores, ni a Gabrielle Union. Aunque la relativa ausencia no significa que Life sea de Damian Lewis y su Charlie Crews. Se intuye nítidamente que Shahi y su Reese podrían llevar el timón de la serie.
Limaron el aspecto zen hasta rebajarlo a lo anecdótico, para agilizar el contacto con el protagonista. Las elucubraciones de Charlie Crews son igualmente curiosas y viables sin escuchar grabaciones espirituales y sin citarlas a cada momento. Danni Reese también se suavizó, alejándola del turbio pasado para convertirla en una borde escéptica adorable y otorgándole sublimes frases de diálogo. Y la jefa de ambos fue echada para dejar paso a Tidwell, el último vértice de una estrategia triangular para potenciar la vis cómica de los protagonistas. Así la fría cadencia de la primera temporada se convirtió en un cálido entretenimiento, algo que en ningún caso se debe interpretar como una renuncia a la seriedad. Sencillamente, así es mejor.
En el apartado estético y conceptual, además, se supo asentar el producto. Se potenció el aspecto musical, a menudo con una función irónica, y se radicalizaron los asesinatos. En cada uno, aunque a simple vista no lo parezca, siempre acaba surgiendo alguna particularidad que lo convierte en único. Pero lo más revelador de este segundo año fue que la sinergia y tono conseguido llegó a tal punto, que sobrevivió al embarazo de Sarah Shahi.
Cortas conversaciones telefónicas que suplen las incómodas escenas para esconder el bulto con técnicas forzadas. Breves pero suficientes. Y con un par de escenas incluso lograron humanizar a una imprevista compañera a la que dejaron el listón muy alto. Talento no les faltaba a los escritores, ni a Gabrielle Union. Aunque la relativa ausencia no significa que Life sea de Damian Lewis y su Charlie Crews. Se intuye nítidamente que Shahi y su Reese podrían llevar el timón de la serie.
Estas mejoras, sin embargo, no se tradujeron en una subida de la audiencia, así que está por decidir un futuro que se prevé inexistente. El desenlace, que no presenta ninguna respuesta absoluta pero sí es satisfactorio, guarda un guiño final. ¿Será porque Life no volverá? Y sin dejar al espectador con una arrebatadora duda, abandonaron un ligero apunte que casi merecería un debate.
12 comentarios:
como odio engancharme a series como life, apuntan maneran, entretienen pero no son vacuas ni artificiosas hasta la naúsea... es decir que posiblemente sean canceladas de un plumazo. Una lástima porque life me gusta, es un engranaje que funciona perfectamente. Era necesario ese ajuste del que tan bien hablas en la entrada, pero una vez hecho el reloj de life funcionaba mejor que nunca. ¿Cancelación? tiene todos los números, ¿salvación? cosas más raras se han visto.
Acabo de llegar a la fase "embarazo" de la serie y la serie (que ya me gustaba) me va gustando cada vez más, pero por lo que voy leyendo por todas partes parece que esta va a ser su última temporada (por desgracia).
¡Saludos!
Ay, Crítico, me temo que tendremos que desgañitarnos cual plañideras el martes, cuando la NBC anuncie su nueva programación y Life no esté. Yo sólo con ver a Crews y Reese y sus peculiares conversaciones me tragaría hasta un NCIS protagonizado por ellos. Qué digo NCIS, hasta CSI:Miami :)
No estoy de acuerdo. Para mí esta temporada baja ligeramente de nivel. La ausencia de Reese se nota. Y el tramo final con las tramas del ruso es rebuscado y poco efectivo.
Pero sigue siendo de lo mejorcito del género. O de lo poco salvable tras la CSI original.
Rebeca, espero que tengas razón y haya este resquicio de posibilidades de salvación. Si creyera en algo o alguien, sería el momento de rezar.
osKar, la fase embarazo se nota porque Reese es mucha Reese, pero quedé sorprendido con la improvisada compañera que le encuentran a Charlie. Señal que hay mucho detrás de los personajes.
MacGuffin, para empezar, si Life estuviera en la CBS (y relativizaran mucho más el enigma de Crews) junto con NCIS y CSI, estaría triunfando. Pero es la NBC y ya sabemos todos la mala pata que tienen.
Warren, coincido en que la trama del ruso es rebuscadísima y hasta patillera, pero Life mantuvo el nivel. Si yo siempre lo digo: por mí podrían eliminar completamente el caso que hay detrás de Charlie y ser una buena procedimental pura y dura.
YO solo tengo que decir ¡¡Larga vida a Life!!
Pues si es por algo que Life me enganchó es porque prometía una trama que no se olvida tras el capítulo y que aporta savia a los personajes. Pero parece que va perdiendo fuelle y que no es más que otro elemento de relleno que será alargado mientras haya serie.
La han cancelado.
"NBC cancels police drama 'Life'
Tuesday, May 5 2009, 12:21 BST
By Dan French
NBC cancels police drama 'Life'
NBC has cancelled police drama Life, it has been announced.
According to Entertainment Weekly, NBC's co-chairman Ben Silverman confirmed the news at the network's upfront presentation."
So long and thanks for all the fish!
Javier G., pues parece que la larga vida se la tendremos que dar nosotros con nuestros recuerdos... :(
Warren, yo creo que pueden existir las buenas series con episodios de final prácticamente cerrado sin trama misteriosa superior. Quizá es que soy un ingenuo.
Moriarty, triste noticia. Efectivamente, No acabaremos de saber nunca quién conspiró contra Crews, qué pasó con el banco de LA... pero, ¿lo sabían los propios guionistas? Porque la verdad es que iban un poco a la deriva en este asunto, como bien indica Warren.
Es verdad que Life ha acabado, ¿porque cierran una serie en clara progresion?
Saludos a todos
Hola.
Hoy he visto el último capítulo de la 2ª Temporada y visto que no va a haber una 3ª, me gustaría que opinarais sobre el final del mismo ya que .. uff a mi me ha dejado muy muy perdido, me hago demasiadas preguntas a las que no encuentro respuestas ^^ gracias.
Makeyo, si han echado el cierre a Life ha sido por sus lamentables audiencias. Realmente es comprensible la reacción de la cadena porque ni tan siquiera llegaba a los cinco millones de espectadores (una cifra ya de por sí lamentable en una cadena generalista de los EEUU).
Anónimo, ***SPOILERS DEL FINAL***
El final de Life no lo resuelve todo, sólo una milésima parte del misterio. ¿Pero sabes que creo? Que los creadores de la serie tampoco tenían claro cómo funcionaba el misterio, ya que empezó siendo no muy complejo y al final no hubo quien lo entendiera. Yo, personalmente, no comprendí muy bien tampoco el rollo del ruso en todo esto, pero prefiero quedarme con la sensación general de la serie. O sea, que nos ha ofrecido grandes casos y grandes diálogos entre Reese y Crews. Aunque claro, supongo que lo que te habrá dejado perdido fue el guiño sobre la especial amistad entre Reese y Crews. Algunos creen que fallaron a la filosofía de la serie al dejar intuir que quizá había cierta atracción entre ambos. En cambio, a mí no me importa ese pequeña referencia que permite que cada persona elija qué relación habrá entre los protagonistas. Quizá es que soy un romántico.
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