miércoles, 6 de mayo de 2009

Con quitar el polvo no basta (Crítica de la 2ª temporada de Sin Cita Previa)

Shonda Rhimes ha logrado lo impensable, hacer una intensiva limpieza general a Anatomía de Grey y conseguir que brillara como en sus mejores tiempos. Pero con respecto al otro reto que se autoimpuso, el de encaminar Sin Cita Previa, sólo ha conseguido quitarle el polvo en la segunda temporada. “D’on no n’hi ha, no en raja” y en el spin-off de Addison hubo menos sustancia que en el desierto de Atacama.

Si falla el concepto de una serie, no hay práctica que pueda convertir la idea en un buen producto. Así es imposible que sea una dramedia correcta, por más que Shonda haya cogido el mobiliario y lo haya pulido, y haya cambiado un par de bombillas para iluminarlo un poquito. Ni los muebles valían un pimiento, ni el escenario es el adecuado. ¿Cómo pueden proceder Anatomía de Grey y Sin Cita Previa del mismo cerebro?

El valor diferencial que Rhimes quiso aportar con el spin-off fueron los dilemas éticos a los que debían enfrentarse los médicos de una familiar clínica privada. Un objetivo complicado desde el punto de vista narrativo, pues cae en moralismos, la lagrimilla fácil y los tópicos. Además, si estos rompecabezas profesionales llegan de la mano de embarazos y niños, la posibilidad de fracasar es infinitamente superior. Estas dos clases de personajes (y los problemas que acarrean) requieren un cuidadoso esfuerzo en el trato, algo que la creadora y el equipo de guionistas no tienen.

Los casos médicos, asimismo, son el hilo conductor de los melodramas que acontecen en la consulta. Y mientras que en Anatomía de Grey los paralelismos entre pacientes y las vidas privadas de los profesionales funcionan de forma milimetrada, aquí sólo se perjudican unos a otros. Primero porque los casos son postizos; después, porque pocas veces se ha visto tal descalabro en un elenco, ya sea por la antipatía y vergüenza que despiertan los personajes o por lo extraviadas que están las interpretaciones. A ellos se les suman, por unos cuantos episodios, dos habitantes de la desapercibida y deliciosa Swingtown, Grant Show y Josh Hopkins, ambos en el mismo registro, Show de guaperas maduro y Hopkins con su mirada de cordero degollado.


Pero Addison y la pandilla de retrasados emocionales que trabajan con ella tienen previsto seguir con su clínica privada el año que viene. Si la vida a veces parece injusta, la televisión lo es más y la continuidad de Addison (y la cancelación de Life) son una prueba de ello. La audiencia manda y supongo que tendrá ganas de ver como se desarrolla el bochornoso y psicopático final de temporada. Una parte de ella, sin embargo, es probable que siga la serie con tal de divertirse al ver a un grupo de actores perdiendo los papeles.

5 comentarios:

Álex dijo...

Siempre he sido consciente de la basura que era esta serie, pero al menos la seguía. Pero creo que la segunda temporada ha sido incluso peor. Los personajes se han vuelto más insoportable, por no hablar de sus comportamientos erráticos. Los dilemas morales eran de risa y además medio reparto merece desaparecer.

Creo que han hecho tantas cosas mal que muy difícil podrá mejorar. Tendría que volver a aligerar el tono, poner casos interesantes y emocionante y no tan rocambolescos y sobre todo deshacerse de unos cuantos personajes que no funcionan nada (siendo Pete el primero)

Como bien dices, es curioso que con lo mal que está esta serie, Grey haya repuntado tanto. Creo que lo decías tu por twitter, alguien debe tener detrás Shonda que le ha ayudado a enderezar el Seattle Grace.

Crítico en Serie dijo...

ALX, Sabía que si alguien iba a postear en Sin Cita Previa serías tú. ;)
Está claro que el asunto no va a mejorar. Y lo de Pete tiene mérito, porque además de no tener carisma, en esta temporada ha envejecido muchísimo. Tiene 53 años y las fuerzas de la naturaleza han podido con él este año. Arrugado, con la cara de cansado, el pelo teñido que ya no cuela, una papada de hombre mayor... Quizá no sería tan terrible si no fuera porque lo venden como una especie de hippie con chupa de cuero de 40 años.

Fran Correas dijo...

Increible no aprovechar el carisma de la actriz que interpreta a Addison. A cada capitulo que veo (aun no he llegado a la finale) me doy mas cuenta lo desaprovechada que esta su atractivo, hasta su vis (es con uve?) comica.
Una lastima.. mientras la fea boca de pez de la Meredith grey capitenea una serie que resurge (porque mira que empezo mal esta temporada). Anda y que se quite de en medio ya a Izzi y a George y a continuar.

joZeMurci dijo...

Totalmente de acuerdo con Fran, lástima de desaprovecho de Kate Walsh. Un personaje espectacular en el Seattle Grace, y una marioneta de la q tiran todos los que en principio se llaman actores, y no se dan cuenta de lo malos que son sus personajes. O son ellos?

En fin, yo me quedé por la primera, y sólo por ver por dónde iba mi querida Addison, pero mi aguante tuvo un limite. Vuelve al Seattle Addison!

OsKar108 dijo...

Yo la abandoné a partir del 4º capítulo de la 2ª temporada más o menos, quise ver si mejoraba algo, pero que va.

¡Saludos!