“Tiene una casa en los Hamptons”.
A la que salía esta frase de la boca de alguna de las chicas de Sexo en Nueva York, algo había quedado claro: quien fuera que fuese la persona a la que se referían, era un buen partido. Charlotte en concreto tenía una fijación con ese rincón costero de Long Island y Samantha decidió montar una exclusiva fiesta para celebrar la boda de un par de amigos. Desde entonces, lo que ya era de por si una elitista zona de veraneo para la gente famosa, adinerada e influyente de Manhattan se identificó como el referente popular por antonomasia del glamour en la playa y fiestas veraniegas.
Sin las continuas menciones de Carrie Bradshaw y sus amigas cuesta imaginar que la segunda temporada de Gossip Girl hubiera empezado allí, con los chicos saboreando sus últimos días fuera del Upper East Side. Y lo que aún es más improbable es que hubiera existido la recién estrenada Royal Pains ya que, pese a ser un producto compacto, responde a un gran interrogante planteado por Sexo en Nueva York, seguramente la ficción más influyente de los últimos tiempos. ¿Cómo es pasar las vacaciones en los Hamptons?
La respuesta la ofrece Hank Lawson, un doctor de urgencias que tras ser desterrado del mundo hospitalario pasa a ser el exclusivo médico de familia de la zona. Así, mientras atiende a los miembros de la comunidad, el lujoso estilo de vida se pasea por el metraje como un personaje más que lo impregna todo de glamour, esnobismo y unas mansiones que quitan el hipo.
Pero la base pretenciosa del decorado no se traspasa al concepto de Royal Pains, que es más bien ordinario y pobre. Es una serie hija de USA Network y esto se nota en la falta de garra visual y también argumental. Todos los elementos que configuran el oasis, incluidos los personajes, son previsibles y de manual. No siempre les podía tocar la lotería como con Al Descubierto (In Plain Sight), donde Mary se alzó como un monstruo televisivo ya casi desde el estreno. De momento Hank no pasa de ser un papel genérico. Sin embargo, Mark Feuerstein tiene el carisma y las aptitudes suficientes para aguantar el peso de una serie-personaje si se diera el caso.
Además, al igual que sucede con los marshalls de Albuquerque, tiene un tono de serie B más propio de la tarde, algo que se acentuó en el segundo episodio, donde les faltó otra frívola fiesta nocturna, repleta de modelos y hombres con traje. Y es que no hace falta que sea una oda pija y superficial como Gossip Girl, pero si algún atractivo debe tener un producto como Royal Pains es que pueda mostrar el lujo con toda clase de detalles (y sin que se noten los problemas presupuestarios).
A la que salía esta frase de la boca de alguna de las chicas de Sexo en Nueva York, algo había quedado claro: quien fuera que fuese la persona a la que se referían, era un buen partido. Charlotte en concreto tenía una fijación con ese rincón costero de Long Island y Samantha decidió montar una exclusiva fiesta para celebrar la boda de un par de amigos. Desde entonces, lo que ya era de por si una elitista zona de veraneo para la gente famosa, adinerada e influyente de Manhattan se identificó como el referente popular por antonomasia del glamour en la playa y fiestas veraniegas.
Sin las continuas menciones de Carrie Bradshaw y sus amigas cuesta imaginar que la segunda temporada de Gossip Girl hubiera empezado allí, con los chicos saboreando sus últimos días fuera del Upper East Side. Y lo que aún es más improbable es que hubiera existido la recién estrenada Royal Pains ya que, pese a ser un producto compacto, responde a un gran interrogante planteado por Sexo en Nueva York, seguramente la ficción más influyente de los últimos tiempos. ¿Cómo es pasar las vacaciones en los Hamptons?
La respuesta la ofrece Hank Lawson, un doctor de urgencias que tras ser desterrado del mundo hospitalario pasa a ser el exclusivo médico de familia de la zona. Así, mientras atiende a los miembros de la comunidad, el lujoso estilo de vida se pasea por el metraje como un personaje más que lo impregna todo de glamour, esnobismo y unas mansiones que quitan el hipo.
Pero la base pretenciosa del decorado no se traspasa al concepto de Royal Pains, que es más bien ordinario y pobre. Es una serie hija de USA Network y esto se nota en la falta de garra visual y también argumental. Todos los elementos que configuran el oasis, incluidos los personajes, son previsibles y de manual. No siempre les podía tocar la lotería como con Al Descubierto (In Plain Sight), donde Mary se alzó como un monstruo televisivo ya casi desde el estreno. De momento Hank no pasa de ser un papel genérico. Sin embargo, Mark Feuerstein tiene el carisma y las aptitudes suficientes para aguantar el peso de una serie-personaje si se diera el caso.
Además, al igual que sucede con los marshalls de Albuquerque, tiene un tono de serie B más propio de la tarde, algo que se acentuó en el segundo episodio, donde les faltó otra frívola fiesta nocturna, repleta de modelos y hombres con traje. Y es que no hace falta que sea una oda pija y superficial como Gossip Girl, pero si algún atractivo debe tener un producto como Royal Pains es que pueda mostrar el lujo con toda clase de detalles (y sin que se noten los problemas presupuestarios).
6 comentarios:
Yo he ido viendo cosillas sobre el estreno de esta serie por ahí, pero no me he planteado verla la verdad.
Me parece que con tu comentario ya la dejo definitivamente descartada,jeje.
No la he visto pero dudo mucho que el prota tenga la capacidad de llevar el peso de un personaje principal. Ese tío es la cosa más sosa que he visto en mi vida. Me extraña muchísimo que le hayan dado un papel protagonista, seguro que le debían un favor.
MissMole, está claro que no debe ser ninguna prioridad. Yo es que le cogí ganas sólo de verla anunciada por el USA Network cuando estaba en Nueva York.
Rebeca, pues a mí Feuerstein me parece entrañable. No me preguntes porqué. Es el típico no-guapo-pero-simpático con el que toda persona debería acabar casándose. Me cae bien, vamos. ;)
Ya sabes que yo también soy fan de Mary Shannon, más en esta 2ª temporada de "Al descubierto" en la que la serie ha mejorado bastante (la madre sale muy poco. Al fin).
Bueno, supongo que leerias mi comentario, por lo que ya sabes que estoy de acuerdo. Insulsa, sin garra ni nada especial que la haga destacar. A mi no es que me parezca especialmente mala serie.. se puede ver.. Pero vamos, aporta cero.
La verdad es q estoy de acuerdo... más de lo mismo, encima sin gancho.
Pobre Mark Feuerstein xD la verdad esq más que insulso me resulta prescindible o fácilmente reemplazable... pero vaya, ya podían todos los "no-guapos" ser así xDD
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