jueves, 4 de junio de 2009

Perdidos por encima de Dios y de la física

Ver Perdidos no es como ver cualquier otra serie de televisión. Y no hablo en términos cualitativos. Sencillamente es una experiencia distinta, algo que se evidencia al contrastar opiniones con cualquiera de sus seguidores (que no fanáticos). Perdidos requiere un ejercicio de inmersión en el que se abandonan todos los parámetros que rigen en las demás producciones y las reacciones pueden ir desde la adoración más absoluta hasta el desencanto propio de un despechado. En la primera temporada se mete bajo la piel y luego ya no hay quien te separe. Y por esta sensación de implicación personal, cuando tristemente soy sólo un espectador, no me siento capaz de ponerme firme y evaluar el resultado final de la quinta temporada, quizá también por el miedo a la conclusión.

Hay dos elementos, sobre todo, que me perturban. Uno es de cariz más formal y es el tono elegido a la hora de desarrollar los diecisiete episodios. A primeras, superaron cualquiera de mis expectativas al sacudirme con otro cambio de prisma a partir del cual contar la narración: en la primera conocimos a los personajes y vivimos con ellos el misterio; luego descendimos a los bajos fondos del ser humano; conocimos a los otros; después cambiaron las reglas del juego e introdujeron un factor temporal futuro; y este año han realizado otra pirueta con el tiempo que considero muy acertada.


Era la gran oportunidad de entregar unas cuantas respuestas a enigmas que se remontaban a tiempos casi ancestrales, algo que realmente han cumplido. ¿Pero soy el único que ha echado en falta intensidad a estas revelaciones? Las bofetadas del argumento, ya sean con preguntas o respuestas, siempre han sido el plato fuerte de Perdidos y muchas de ellas esta vez se han quedado a medias o han sido resueltas sin mucha atención o interés por mi parte. Le ha faltado brillo en lo que siempre ha sido su especialidad justo en un momento en el que era de lo más necesario. Y es que la dimensión de cada personaje ha sido, por primera vez, de lo más plana, sin ningún matiz por explorar ni reacciones que analizar. Cansancio.

La otra preocupación, en cambio, pasa por ser más conceptual y tiene que ver con la historia que finalmente nos habrán contado en la serie. Sin revelar ningún detalle de la temporada para aquellos que aún no la hayan visto, estoy aterrorizado por el camino que pueden haber emprendido, pese a que no se pueda dar nada por sentado. La isla cambia de rumbo cada cuatro episodios. Sin embargo, la dimensión mística (a mí parecer excesiva) que se ha elaborado en el tramo final puede cargarse todo este largo recorrido que ha vivido el espectador.

No es que tenga nada en contra de la ciencia ficción ni de esta visión divina, ya que está presente desde la tercera temporada en el argumento, pero el problema es que no puedo contemplar un final de Lost en el que los protagonistas no sean los personajes de la primera temporada. Algo que han dejado claro es que todos ellos jugarán un papel (porque sino por qué los escribieron con tanto esmero), pero el rol debe ser algo más que el de simples peones. Ellos, pese a su condición de perdidos, deben no sólo llevar las riendas de la acción y desenmascararnos un universo, sino que además deben cargar con todo el peso simbólico que vaya a aportar. Por decirlo de alguna manera, en el cuadro que nos van a presentar, ellos deben estar en el centro, con colores chillones y aureolas luminosas.

De todas formas, a 17 episodios de la conclusión, es pronto para realizar juicios cuando no hay nada claro. Seguro que quedan decenas de nuevos giros inesperados y una final catártico que nos dejará atónitos. Sólo espero que, sea cual sea, los héroes, causantes, afectados y perjudicados sean en esencia los pasajeros del vuelo Oceanic 815, porque entender la figura de Jacob puede ser muy intrigante, pero me atañen y conmueven mucho más Sawyer, Jack, Kate, Hurley, Claire, Sun y Jin. Que no se olviden que, por más leyes físicas que se inventen o dioses haya en el olimpo, la serie se llama Perdidos.

13 comentarios:

satrian dijo...

Tengo esa sensación como transformen a los personajes en meros peones, perderán todo lo que habían ganado en estas temporadas, para mí el primer golpe lo han dado con la temida guerra Widmore-Ben que al final no queda en nada, en aras de algo superior, no me convence

Pigonna dijo...

Lost ha cambiado mucho en estas temporadas, de ser una serie en la que veíamos las aventuras de unos "naufragos", sus relaciones y cómo lograrían salir de la isla ha pasado a convertirse en una serie en la que la isla es la verdadera protagonista, la que mueve los destinos y nuestros queridos naúfragos se han convertido en meros espectadores, supongo que por eso ha habido menos escenas de acción y han perdido tanto protagonismo

Diego del Pozo dijo...

Si algo han querido dejar claro siempre los creadores es que Lost es una serie de personajes, y que el final será sobre ellos principalmente. Es verdad que todos queremos resolver misterios pero no hay que olvidar de quien son los verdaderos protagonistas de este show que sigue siendo para mí, una revolución constante en la narrativa televisiva.

Thursnext dijo...

Coincido plenamente contigo, yo tuve la misma sensación y leve temor al finalizar la temporada, porque al igual que tú me inquieta que el misticismo divino convierta a los losties en marionetas de pseudodioses. Y al igual que tú sé que es pronto para sacar conclusiones definitivas.

pako dijo...

lo mas logico esk relacionasen a odos los personajes con la trama mistica

Rick dijo...

A pesar de lo apasionante que ha sido esta temporada, tanto en lo bueno como en lo malo, me preocupa el paso hacia delante que han dado en favor de la ciencia ficción. Es decir, me gustaba pensar desde el principio que habría una explicación racional y lógica para todo, se coqueteaba con la fantasía, pero sentía que nos iban a sorprender con una explicación lógica. Ahora en cambio no le veo salida por ningún lado. Creo que se han dejado arrastrar por la vía fácil; aunque puede que esté equivocado y al final mi sorpresa sea mayor, ya que ahora no espero nada del final.

Nahum dijo...

Crítico en serie: no eres el único que ha echado en falta intensidad a esas revelaciones.

Yo fui por el mismo camino:

http://is.gd/OZdj

Y aquí:

http://is.gd/OZel

Adri dijo...

Estamos en un punto en el que hay que dejarse llevar sin pensar en el camino que han tomado o en lo que parece que va a venir a continuación...
A mi me encanta todo este lío ido de la olla total xD Me lo paso genial con la serie y ya he aprendido a no darle vueltas a cada detallito. Sentarme, disfrutar, flipar, un par de teorias y ya.

MFAL dijo...

Yo me he quedado con una sensación parecida... y un poco decepcionada con algunos giros...habrá que esperar a la sexta temporada para ver si sostienen las premisas de la serie.

Crítico en Serie dijo...

satrian, la guerra Widmore-Ben parecía que sería el colofón de la serie y como bien dices ha sido un golpe en falso. El porqué, la resolución, ha sido completamente decepcionante. Ya ves, una peleíta entre dos tíos con bastante ego.

Pigonna, ¡pero que no se olviden que son ellos los protagonistas!

Moltisanti, la revolución constante fue en las primeras temporadas. En esta quinta los personajes no han tenido ni evolución ni consolidación ni nada. No han sabido qué hacer con ellos aparte de moverlos de un sitio para otro.

Thursnext, exacto. Es pronto para sacar conclusiones. ¿Pero por otra parte no te parece que quedan demasiados pocos episodios y han virado de forma muy drásticamente hacia estos pseudodioses?

pako, esta relación, con la que estoy de acuerdo, debe ser algo mucho más casual que el final de temporada. A mí que Jacob los elija porque son especiales no es motivo suficiente. Espero que haya algo más.

Rick, estamos muchos igual. El problema no es que derive a la ciencia ficción, sino que dentro de este mismo género parecen haber optado por la vía fácil, al no tener que dar ni explicaciones lógicas en un mundo tan peculiar como el de la isla. Arriesgado.

Nahum, contestando a uno de los escritos de tu blog, la intensidad que han perdido los protagonistas es por culpa de los guionistas. Ni han sabido aprovechar la gran relación Sawyer-Juliet, ni les ha interesado indagar en Jack ni Sun. Sencillamente los tienen corriendo por la isla cual marionetas. Da igual desarrollarlos como seres humanos. Y esto se notó mucho en los últimos episodios. Todos pasándose el día a remolque del último giro de guión y enfatizando innecesariamente en personajes que no nos importan. ¿De veras que algo debe girar alrededor de Charlotte? ¿Y de Miles? Pudiendo haber escrito sobre la Juliet post-otros y no-inocentona... O sobre la conversión de Sawyer a la buena vida... Y en cambio los ahogaron a todos con la trama.

Además, el asunto Faraday no hay quien se lo trague. El bucle temporal no tiene sentido (y punto). Pero debo llevarte la contraria en algo: la ambigüedad de Ben creo que ya cansa y Locke y sus aires también. ;)

Adri, dejarse llevar es la clave de Perdidos. Pero tampoco debemos olvidarnos que el rol del espectador debe ser semiactivo: no sólo es tragarnos lo que nos echen sino poner algunas cosas en duda. Y es que esto no es Cinco Hermanos: a Perdidos les debemos pedir algo más. Nos lo vendieron como tal. (y sigo creyendo que pueden hacer una series finale mítica)

MFAL, qué larga espera. ;)

Unknown dijo...

Yo ya digo que Perdidos va a acabar como Galáctica, así que preparaos para la gran implosión de la blogosfera :)

No creo que acaben como meros peones, o como Neo en Matrix, pero nunca se sabe.

Thursnext dijo...

Sí, lo creo. Justo cuando falta sólo una temporada lo elevan todo a niveles muy místicos, el problema es que no sé si eso significa complicarlo más, o simplicarlo con efectismo. Tu análisis de la temporada coincide en varios puntos con el mío.

missmole dijo...

Creo que muchos coincidimos en esa preocupación, aunque si algo he aprendido con esta serie es que es mejor no dar nada por sentado porque a la que nos descuidamos nos lo cambian todo,jeje.