En los últimos años las fraternidades de las universidades americanas han sido prolíficas en dos aspectos: han proporcionado toneladas de cadáveres a las franquicias de CSI y han originado lamentables comedias como Sydney White o Una Conejita en el Campus (donde Anna Faris literalmente estrenó cara). Por lo tanto, al oler esa mezcla de hormonas y cerveza de barril, la primera reacción puede ser la de apagar el televisor.
Pero bajo la lupa de la cadena ABC Family, la realidad se transforma, ya sea para llevar a cabo una inquisición evangélica con The Secret Life of the American Teenager, infantilizar al Doctor Who en The Middleman o mezclar todos los géneros de ficción en Kyle XY. La atenta mirada de la conservadora Disney suaviza cualquier aspereza incómoda para la moral cristiana e intenta ofrecer productos juveniles que los padres puedan aprobar. Greek es una de ellas. Y pese a que la filosofía universitaria no concuerda con la de la cadena y que ambos elementos contextualizadores puedan asustar, esta vez la han clavado.
Para disfrutar de ella sólo son necesarios un par de requisitos: no tener miedo a entrar en un mundo postadolescente elitista donde las fraternidades Kappa Tau Gamma, Zeta Beta Zeta y Omega Chi Delta son el colmo del guayismo, y asumir que no hay críticas implícitas, visiones subversivas ni carne para Freud.
Es una comedia llana, positiva y plagada de clichés pero donde todos los lugares comunes son explotados de forma modélica. La accesibilidad, además, es ejemplar: se rebajan a la altura del espectador. Así, de la misma forma que se meten con El Gran Gatsby, también lo homenajean con una fiesta que emula los tiempos de la Ley Seca en uno de los episodios más brillantes, a la vez que más vacíos.
La mano moralizadora de Disney, sin embargo, está latente en todo momento gracias al hecho, por ejemplo, que no aparecen drogas (santo patrón de las series de adolescentes) y los rebeldes, aunque beban cerveza todo el día, no protagonizan ni una escena fumando hierba.
Es la versión blanca de las películas de toda la vida, con estudiantes, alcohol, sexo y resacas, pero sin las prostitutas, las pastillas y los condones falibles. Y la revelación es que, sin las groserías propias del género, entretiene y divierte.
(No obstante, esta inmersión en el plácido universo de la ABC Family también tiene un “pero”: juntar en un mismo plano la faceta gayfriendly y los guiños a la comunidad cristiana más sectaria chirría. Y es que el cariño que tiene el nerd religioso por parte de los guionistas, que lo miman y le dan grandiosos momentos, huele a rancio, más cuando en la anterior escena se replanteaba curar al homosexual.)
Pero bajo la lupa de la cadena ABC Family, la realidad se transforma, ya sea para llevar a cabo una inquisición evangélica con The Secret Life of the American Teenager, infantilizar al Doctor Who en The Middleman o mezclar todos los géneros de ficción en Kyle XY. La atenta mirada de la conservadora Disney suaviza cualquier aspereza incómoda para la moral cristiana e intenta ofrecer productos juveniles que los padres puedan aprobar. Greek es una de ellas. Y pese a que la filosofía universitaria no concuerda con la de la cadena y que ambos elementos contextualizadores puedan asustar, esta vez la han clavado.
Para disfrutar de ella sólo son necesarios un par de requisitos: no tener miedo a entrar en un mundo postadolescente elitista donde las fraternidades Kappa Tau Gamma, Zeta Beta Zeta y Omega Chi Delta son el colmo del guayismo, y asumir que no hay críticas implícitas, visiones subversivas ni carne para Freud.
Es una comedia llana, positiva y plagada de clichés pero donde todos los lugares comunes son explotados de forma modélica. La accesibilidad, además, es ejemplar: se rebajan a la altura del espectador. Así, de la misma forma que se meten con El Gran Gatsby, también lo homenajean con una fiesta que emula los tiempos de la Ley Seca en uno de los episodios más brillantes, a la vez que más vacíos.
La mano moralizadora de Disney, sin embargo, está latente en todo momento gracias al hecho, por ejemplo, que no aparecen drogas (santo patrón de las series de adolescentes) y los rebeldes, aunque beban cerveza todo el día, no protagonizan ni una escena fumando hierba.
Es la versión blanca de las películas de toda la vida, con estudiantes, alcohol, sexo y resacas, pero sin las prostitutas, las pastillas y los condones falibles. Y la revelación es que, sin las groserías propias del género, entretiene y divierte.
(No obstante, esta inmersión en el plácido universo de la ABC Family también tiene un “pero”: juntar en un mismo plano la faceta gayfriendly y los guiños a la comunidad cristiana más sectaria chirría. Y es que el cariño que tiene el nerd religioso por parte de los guionistas, que lo miman y le dan grandiosos momentos, huele a rancio, más cuando en la anterior escena se replanteaba curar al homosexual.)
8 comentarios:
Ese tono tan familiar heredero del canal en el que se emite me echa para atrás. Y supongo que una vez vista SKINS, cualquier serie de este estilo se queda muy corta. Tanto en calidad, como en claridad a la hora de exponer ciertos temas.
¿Cómo es que un fan de las series adolescentes como tú, aún no la ha visto?
ALX, yo tampoco lo entiendo. Creo que vi unos cuantos minutos del primer episodio... y no me sentí con ganas de ver la visión británica y cruda de los seriales adolescentes. Un día de estos me tendré que poner, que conste, que además cuesta muy poco engancharme a un serial teen.
Pero no juzgues Greek con el mismo criterio. Es para adolescentes pero tiene un tono muy distinto. Eso sí, 100% light pero creo que bien llevado, de la misma forma que yo siempre fui defensor de la primera temporada de Kyle XY.
ABC Family representa todo lo contrario a la CW, mientras esta ultima nos presenta las escandalosas y pecaminosas vidas de los chicos de Nueva Yor y los interminables problemas y enredos de 90210, ABC nos presenta la santidad y castidad en su mas limpia expresión, a pesar de ser una cadena de cable no se arriesga. Una clara integrante de la familia Disney
Me alegra ver que no soy la única qeu disfruta de Greek. Es entretenida y sin pretensiones y de alguna forma tiene un encanto especial que la hace ser una buena serie en su género... Aunque nunca comprenderé qué es eso que tiene... a lo mejor el mundo de las fraternidades.. o Cappie.. nunca se sabe xD
NEWS SOCIETY NETWORK, la ABC Family se arriesga a su manera. Mientras muchas cadenas de cable buscan la controversia y la crudeza que no permiten las generalistas, busca un trato blanco sólo equiparable a Lifetime. Se diferencia, que es de lo que se trata, ¿no?
Adri, yo me la bajé porque los Teleginios también la veneran y me sorprendí. Claro que me sonaba que tú también la veías y entré a ver qué opinabas. Yo creo que los guiones a su manera están muy bien hechos: los enfrentamientos Cassey-Logan, esa mezcla entre elitismo e infantilismo de las fraternidades y que todo está muy bien aprovechado. Es divertido ver los desfases superficiales de Ashley, los posibles golpes de estado en ZBZ y las ínfulas mesiánicas de Dale. Les sale un producto muy redondo.
La serie es bastante estúpida y no soporto a Cassey y su cara de Bamby... pero mentiría si dijera q no me río con Greek. Tiene sus puntos, pero hay q pensar de antemano q se está viendo la ABC family... si no, resultaría ridícula.
Y la CW no pone series "blancas" precisamente, pero se cortan bastante.
Allegra, la CW y la ABC Family está claro que son antítesis. ¿Pero no agradeces, también, que haya una serie como esta que sea una oda a la amistad? Porque si fuera por la CW, todo son zorras, amigos traidores y peleas a mamporro. Aquí, en cambio, se equivocan pero aprenden de sus errores y fomentan que la amistad está por encima de todo. Un mensaje positivo de vez en cuando no está mal. ;)
Lo siento... pero sólo el verle la cara a Cassey Catwright me produce una subida de azúcar, diabetes tipo tele vamos xD Pero no te voy a quitar la razón... vivir en el mundo de la gominola de vez en cuando no está mal.
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