lunes, 12 de abril de 2010

El molde roto de Bruckheimer

Cada vez que Jerry Bruckheimer estrena una serie, toca hablar de él. No es un hombre cualquiera. Es uno de los reyes Midas de Hollywood y con razón: generalmente sabe qué quiere el público masivo y domina el arte de llevar a cabo sus ideas. Pero los años pesan y parece estar haciéndose mayor. Por lo menos, para la televisión.


Miami Medical, su último proyecto, demuestra que no le queda nada que aportar a la programación (eso si The Forgotten no nos había convencido ya antes). Esa visión que tuvo a la hora de producir CSI se le está caducando. La franquicia aún funciona, pero el público empieza a estar harto de siempre lo mismo y la audiencia de Las Vegas, Miami y Nueva York están de capa caída. Entre que este hombre utiliza siempre el mismo molde y que encima otros le han copiado, hay ratos en los que casi podríamos cambiar los dramas criminales y médicos en la parrilla y nadie se daría cuenta.


Por ejemplo, ¿alguien encontraría ocho diferencias entre Three Rivers y Miami Medical? ¿Y entre The Forgotten y Caso Abierto? Si descartáramos el reparto, seguramente los conceptos serían idénticos. Y lo que a menudo diferencia una serie de otra, el escenario, tampoco le puede dar el toque distintivo a la nueva serie: Bruckheimer ya tiene la ciudad de fondo de la segunda franquicia de CSI y no se ha esforzado en enfocarla con otro prisma.


Además, a medida que ha ido utilizando el molde, los personajes cada vez le nacen más gastados. No hay punto de comparación entre la primera hornada, la de Grissom, Warrick y Catherine, con cualquiera de Miami, Nueva York, Justicia o Caso Abierto. No pueden existir seres menos interesantes o carismáticos, y aunque MM intente darles un poquito de identidad e interacción, el personaje de Jeremy Northam es tan predeciblemente excéntrico que resulta normal y Lana Parrilla es una broma de doctora. Parece una prostituta de lujo jugando a los médicos.


Así que estos cirujanos que, según dicen en la propia Miami Medical, son “los Rolling Stones de la medicina" (que se tiene que ser snob para decir esto) son de esos que podéis obviar. Con un poco de suerte, alguien verá la luz y empezará copiar el clásico modelo de The Good Wife, que sí es buena televisión. O echará un vistazo a Medium y entenderá que es posible aplicar una nueva idea en cada episodio y cumplir los cien.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Parece que Miami Medical no va mal de audiencia, pero en ésa no me pillan, desde luego.

Los DuBois son inasequibles al desaliento. Y tras el asesino de serie de los dos últimos capítulos, han vuelto a ser de lo más inquietante de la tele. Brrr.

satrian dijo...

Pobre Lana Parrilla XD, me ha gustado más que Three Rivers pero es más de lo mismo, resolución de casos, con un poquito de historias personales.

Rah dijo...

Buf, yo he visto el primer capítulo y estoy de acuerdo contigo. Es mala de narices (ni siquiera me pareció entretenida y eso q veo bastantes procedimentales). Yo creo q hasta me pareció mejor Three Rivers, q por lo menos me reía de ella por el tufo a soap q tenía.
En lo que no estoy muy de acuerdo es en una cosa q dices (y en otros blogs también), los personajes de CSI New York son mucho más interesantes que cualquiera de otros procedimentales (sin meter Castle y Bones, q tienen algo diferente). Mientras CSI Las Vegas se ha quedado estancado en cuanto a sus personajes y tramas, New York cada vez está mejor, con sus personajes q también tienen vida propia y casos medianamente interesantes.
Por cierto, q también estoy de acuerdo en lo de Lana Parrilla. Y el resto lo mismo, no me creo a ninguno de los actores como médico.

Crítico en Serie dijo...

MacGuffin, estoy terminando la 4ª temporada de Medium, así que aún me queda para llegar a este asesino en serie. Por lo que comentas, seguro que hace mis delicias, porque cuanto más original y también macabra es la serie, más sublime la encuentro. Por cierto, me alegro que por fin se haya acabado el recorrido de Anjelica Huston. Adoro esta actriz, pero su personaje era muy detestable. Menos al fin, por supuesto.

Satrian, Three Rivers era lamentable y O'Loughlin era la versión masculina de Parrilla aquí. Increíbles.

Rah, supongo que Parrilla nunca estará mejor que en Swingtown, donde el papel le iba como anillo al dedo.
Y siento no poder defenderme contra lo que tú dices de NY. Seguramente sea cierto, porque le he seguido poco la pista a la hermana pequeña de la franquicia de CSI. Siempre la vi faltada de entidad, pero quizá con el tiempo crecieron sus personajes. Tú sabrás y me fío de tu palabra.