domingo, 28 de noviembre de 2010

Vagar por el universo

Hay pilotos que se hacen cuesta arriba y otros que alucinan. En el caso de Stargate: Universe, alabé a los Dioses de Kobol por brindarme un producto de ciencia ficción con naves estelares y un grupo de nómadas en busca de su hogar. Echaba de menos el subgénero (el de Galactica) y su seriedad dio buenas vibraciones: la cadena SyFy, en lugar de hacer uno de sus productos light, había decidido buscar un sustituto a su serie de culto dentro de una franquicia ya existente, la de las puertas estelares que tantos beneficios le había aportado. Y el espíritu, por lo menos al principio, lo supieron copiar (salvando las distancias). Otro tema es que quizá no deberían haber jugado con el de sus antecesoras, SG-1 y Atlantis, pero esto ya se lo dejo a otros.


La premisa, que contempla la deriva espacial de un grupo de humanos que sin querer se encuentran a billones de años luz del planeta Tierra encerrados en una anciana nave que vagaba sola por el universo, tiene ese deje universal que necesita cualquier producto de ciencia ficción. Es un retrato de la soledad, de lo que significa estar aislado. Y también es el retrato de un microcosmos social que se ve obligado a convivir bajo la atenta mirada de un poder militar que controla cada uno de sus movimientos. Suena a Galactica, sí, como anzuelo para nuevos espectadores. Sin embargo, esta odisea es de lobos solitarios. Nadie los persigue, que seguramente es peor. Y sin la Tierra en el horizonte, formando un grupo muy restringido de personas y sin un objetivo inmediato (salvarse del enemigo), las ganas de vivir también menguan.


...y a partir de aquí spoilers de los primeros diez episodios de la serie, aunque son tan leves que ni son significativos.


No obstante, tras la clara direccionalidad del triple piloto, que presentaba las circunstancias bajo las cuales habían acabado en la nave Destiny y mostrar las condiciones para sobrevivir, dio la impresión que SGU no tenía tan claro su rumbo. ¿Drama de personas? ¿Retos semanales? Tras diez episodios, por ejemplo, la distancia emocional entre todos los personajes provoca que las relaciones sigan siendo ortopédicas; tampoco hay avances a la hora de adentrarnos en los personajes, cuando el Doctor Rush lo pide a gritos y también otros como la teniente Johansen, a la que se niegan a dibujar; y la falta de misiones con un contenido significativo deja un gran vacío en cada episodio. La suma de las partes, de momento, no son suficiente, aunque capítulos como ‘Time’, donde los juegos temporales como siempre funcionan a la perfección, o ‘Justice’, donde se pone de manifiesto el frágil sistema militar que domina la nave, indican que hay esperanza. Probablemente no llegan a las cotas de intensidad que deberían, pero tienen una intencionalidad y un ritmo que se ausentan en el resto.


Pero lo que me desconcierta sobremanera son las piedras de comunicación. A primeras, parecieron descuartizar las aspiraciones de aislamiento, con unas visitas familiares como la de Chloe y Eli que tenían poco que aportar. Pero el triángulo amoroso del Coronel Young y las visitas del teniente Scott y Camile han ayudado a reafirmar la nave Destiny en su condición de involuntaria prisión, mostrando esos viajes astrales como si fueran visitas conyugales. Son una arma de doble filo, que mientras utilicen para dar la sensación que están condenados, andarán por el buen camino.

7 comentarios:

satrian dijo...

Las piedras son una manera de conectar la serie con la Tierra y sus antecesoras SG-1 y Atlantis, es un recurso, pero que han utilizado para algunas tramas muy interesantes.
Soy un fan de la saga Stargate, y con esta última entrega estoy disfrutando muchísimo, una vuelta de tuerca más seria a todo lo que se hizo anteriormente.

Eloi dijo...

Si quiero empezar con Stargate, creéis que empezando con Atlantis y despúes Universe me voy a enterar de algo? Hace falta que mire SG-1?

Crítico en Serie dijo...

Satrian, ¿casi habrían podido crear una serie que no tuviera nada que ver con Stargate, no? Porque por lo poco que vi de las otras diría que tienen poco o nada que ver...

Eloi, yo empecé directamente con SGU porque las otras eran mucho más 'light' y encima tienen mil temporadas. Y no hay ningún problema para entenderlo TODO. Eso sí, seguro que algún fan radical te dirá que esto es pecado.

SR. WATANABE dijo...

Al principio hay una cierta sensación de indefinición que deja dudas (con las piedras me paso algo parecido a lo que dices, se perdía la sensación de aislamiento). Pero a partir de “Time” hacia el final las tramas se agudizan y, lo que es mejor, los personajes van volviéndose más y más complejos hasta conquistarte del todo. Yo estoy a punto de terminar su primera temporada y estoy encantadísimo con la serie.

Crítico en Serie dijo...

El retorno tras el 1x10 ha mejorado mucho el nivel de la serie. Es como si ya supieran donde van y empiezan a saber crear episodios bien cohesionados. Eso sí, aún falta que nos dibujen mejor los personajes (actualmente voy por el 1x13).

Unknown dijo...

El cliffhanguer final a mi me ganó totalmente, aunque personajes como Ellie ya lo habían logrado hace unos cuantos capítulos. Es cierto que al principio uno no se siente muy apegado a ningún personaje pero es algo que poco a poco van arreglando.

Y dicen que la segunda temporada va a mejor, estoy deseando verla.

Por cierto, yo tampoco he visto las anteriores a parte de algún capítulo suelto y para mi gana esta serie de lejos.

Crítico en Serie dijo...

Goku, de momento (voy por el 1x16) Camille es de los personajes más interesantes y me muero de ganas de que acaben de desarrollar a Scott (porque está bueno y necesito algo más que la definición de "bonachón") y la teniente Johansen. Eli, en cambio, me sobrecarga muchísimo. Menudo plasta, aunque soy consciente que es un mal necesario para relativizar un poco el producto.