Que en Luther corra un personaje de la talla de Alice Morgan no significa que la serie esté a su altura. Pero que no esté a la altura de semejante monstruo catódico, no comporta que sea una serie vulgaris. Es correcta, incluso buena. También muy recomendable. Sin embargo, en una época como esta, donde la moda 2.0 es criticar las series de casos por defecto, sorprende que haya tenido tan buena acogida. Porque Luther, con Alice o sin ella, es un procedimental con un par de elementos seriados. Es buena, con esos planos tan potentes, y es increíble cuando el duelo interpretativo se apodera de la pantalla. Pero que acabes queriendo que se llame Alice en lugar de Luther también dice mucho de su resultado final.
Él es un protagonista de los que se llevan ahora, con dobleces morales que debe juzgar el espectador. Un policía capaz de cualquier cosa por atrapar al asesino. E Idris Elba, al que a veces veo un poco inexpresivo (como en The Wire), puede con él. Pero tras golpes de efecto como tirar un teléfono por la ventana o dejar morir a un asesino, a veces cuesta comprender las motivaciones de John Luther. Entiendes su carácter y la relación con la esposa, pero a menudo da la sensación que elige hacer las cosas de la peor manera posible cuando hay una forma ética y viable. Y aquí me gustaría diferenciar entre ser autodestructivo e impulsivo, y el ser estúpido. Aunque al visitar los mil lugares comunes del policía que se toma la ley por su lado, uno acaba aceptando los arrebatos bajados del cielo del agente de policía, sobre todo porque Elba tendrá una eterna mirada tristona, pero también la presencia que requiere su personaje.
El caso de Ruth Wilson, no obstante, se sale de la norma. Interpretar a un psicópata es un caramelo que ya han probado unos cuantos (que se lo digan John Lithgow, galardonado tanto con el Emmy como con el Globo de Oro por su papel de Trinity en Dexter, o a Anthony Hopkins), pero el encanto que ella le atribuye es mérito suyo (además de un guionista que sabe muy bien qué no contestar para que siga siendo misteriosa y peligrosamente cercana). La serie podrá ser una más y también sus casos, pero cada cara a cara entre Alice y Luther es un duelo de altos vuelos. Las palabras de ella, medidas al milímetro (y no esa verborrea en off de Dexter). Y el desconocimiento de porqué mató a sus padres (o de no querer aceptar que quizá no tenía razones ‘razonables’ y que valga la redundancia) permite que el espectador la admire. Si Hannibal Lecter tenía una retorcida relación paternofilial con Clarice Starling, lo de Alice y Luther es un “quien se pelea se desea” en toda regla.
Es por ella que siento la necesidad de recomendar este drama policial que ha sido encumbrado mucho más allá de lo que merecía. Y es que Luther tendrá una escenografía muy cuidada y también unos asesinos de juzgado de guardia (esos mamporros psicodélicos a la puerta merecían un aplauso y también el falso policía sacando la lengua), pero es engañosa. Que parezca tomarse tan en serio a si misma no significa que sea perfecta. Es sutil, por ejemplo, cuando el protagonista resuelve un caso sin tan siquiera salir de su oficina (sin que nos demos cuenta y sin que hagan énfasis en ello). Pero la falta de minutos de Alice en el tramo intermedio de la temporada es un fallo porque en el fondo dan igual los esfuerzos de Elba: la calidad de Luther es proporcional a la presencia de Ruth Wilson.
5 comentarios:
Es que Luther merece la pena por la relación entre Luther y Alice y al final, cuando al ex compañero de Luther le estalla en las manos el chanchullo que tenía montado. Cuando sólo lidia con psicópatas, se queda en cosas ya un poco vistas.
A mi los ojos de Ruth Wilson me perturban, la serie me gustó, sobre todo cuando todo se desmadra.
Alice es un gran personaje, de eso no tengo duda. Los duelos verbales con Luther tambien son de diez, eso esta claro.
Pero sin quitar merito a esa inquietante mirada que perfora el cerebro y hasta el alma, para mi la estrella es Luther, tragica y con dobleces como muchos pero con una mirada triste y sobre todo una voz que durante la llamada a su compañero suplicando por su mujer, me puso los pelos de punta: Zoe, Zoe, Zoeeeeeeeeeee
Cuando terminé de ver el primer capítulo, me sorprendí que 'Luther' y sus compañeros no fueran los únicos que continuarían a lo largo de la temporada, aunque creo que me hice demasiadas esperanzas con la relación entre Luther y Alice, aunque creo que esta última aparece el minutaje preciso para que cada aparición sea una delicia. A saber cuando la BBC estrena su segunda temporada en 2011
Oscar, por tu avatar ya noto tu fascinación. Y sí, da la sensación que está lo justo para que funcione, pero en algún episodio podrían haberla colado un ratico más. No le hubiera hecho daño a nadie.
MacGuffin, la liada final es monumental, pero hay un 'noséqué' que no me cuadra. Luther comete DEMASIADOS errores. Lo que decía, más que problemático parece tonto.
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