viernes, 31 de diciembre de 2010

El programa del año: Survivor: Heroes vs Villains

Numerosas revistas eligieron Survivor como el programa de televisión más importante de la década pasada. Era una cuestión de cifras, éxitos y de repercusión social. Los rituales de Jeff Probst encontraron un hueco en la cultura popular norteamericana, con sus “the tribe has spoken”, apagadas de antorcha y sentenciosas frases. Por esto no debería sorprender a nadie que este reality sea también el mayor acontecimiento televisivo del 2010. Tras reunir lo mejor de diez años de historia, entre cientos de concursantes, sólo podía surgir algo que estuviera por encima del propio concepto. Y es que Survivor tiene unas reglas y una liturgia muy claras pero cada edición es distinta, como si el formato fuera orgánico. Y Heroes vs Villains fue una explosión de nostalgia, estrategia, belleza e intriga. Sin diferenciar ficción de telerrealidad, lo mejor del año.


Cuando empezó en febrero cualquiera que hubiera visto Survivor ya sabía que estábamos ante un hecho de cariz histórico. Para que los que nunca han visto el programa lo puedan entender, era como si pusieran a en un mismo equipo a Olivia Dunham, Don Draper, Eric Taylor, Sookie Stackhouse y Alicia Florrick (y cinco más) y tuvieran que luchar contra Gemma Teller, Dexter, Omar, Benjamin Linus y Bolivia (y otros cinco más) para ganar un millón de dólares. Unos habían triunfado en ediciones anteriores por su don de gentes, otros por su capacidad de traicionar y otros por ser líderes natos. La diferencia estaba en que todas sus armas estaban expuestas (menos las de Russell, maldito cabrón) y el juego en sí había cambiado. El funcionamiento de las tribus no eran el mismo en Australia que en All-Stars, Cook o Samoa. Tocaba ver cómo se las apañaría la vieja escuela representada por Colby, Boston Rob, Jerri o Sandra con la nueva del hobbit on crack, Parvati, Amanda o Cirie, sobre todo cuando ellos mismos eran quienes determinaban la dirección del juego. Y el resultado fue tan inesperado como satisfactorio. De hecho, cuando vi los épicos créditos no me quedó ninguna duda de que tendría una de las experiencias catódicas más placenteras de mi vida:




Los héroes se aniquilaron entre ellos por la falta de un liderazgo claro, pues cuando alguien se cree un representante del bien difícilmente acepta críticas. La culpa de ello, además, fue de mi querida Amanda, que por temor a ser eliminada decidió crear una inverosímil alianza con seres mucho más despreciables de lo que creíamos (James, Rupert) y Tom Westman no pudo motivar unas tropas que jamás pensaron como un equipo. Curiosamente, Boston Rob sí que logró unificar a gran parte de su tribu y demostró que sus antiguas artes, propias del primer lustro del programa, aún tenían utilidad. Una lástima que por perezoso (e ignorancia de no haber visto Samoa) no sabía ante quien se medía, el ser más rastrero que ha pasado jamás por el programa.


Y momentos nos dieron centenares. Candice fue la misma (justificable) traidora de Cook Islands. Cada derrota de Colby nos demostró que el tiempo no pasa en balde para nadie. Parvati siguió con su ascenso y reforzó su condición de Miss Survivor, con la mayor diana del programa en la espalda y la misma estrategia de Micronesia, crearse un harén un tanto lésbico. Cayeron mitos (para el público americano, que no yo) como el estúpido de JT, el primitivo James y el ególatra de Rupert. Vimos unos cuantos cara a cara estimulantes como los protagonizados por Russell y Parvati, Rob y Russell o Sandra y Russell (con incendio de gorro incluido). Blindsides inimaginables y unas pruebas que jamás habían sido tan físicas. Jugadas maestras con ídolos de inmunidad. Ese imposible reencuentro protagonizado por Parvati y Amanda, que no pudieron obviar que estaban en lados opuestos de la verja. Bueno, y un transcurso del juego que cumplió todas nuestras expectativas y más, algo que nos obligó a Irene Cívico y a mí a crear un peculiar podcast para desahogarnos. No podíamos contenernos.


Por supuesto, para ilustrar el texto qué mejor que el movimiento de Parvati para mantener los números de su lado. Una escena que merece estar en el podio de 11 años de historia:

10 comentarios:

Un telespectador más dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, el evento del año. Una temporada perfecta que tuvo de todo, y ya si hubiera ganado la otra finalista hubiese sido el broche perfecto!

Qué enorme el momento del video, con Russel descolocado ante la jugada de la diosa.

Saludos!

Kike dijo...

Magnífica entrada, Pere.

Aunque tengo que reconocer que me ha molestado un poco que no hayas mencionado a la gran Danielle DiLorenzo, la que sin duda se ganó (y con honores) el título de "Survivor revelación" en Heroes vs. Villains.

Lo mejor de esta edición para mí, sin embargo, fueron sus meses previos. La preparación, vaya. Esas quince temporadas en menos de tres semanas, esos 50 mensajes diarios que intercambiábamos comentando la grandeza de Parvati, discutiendo acerca de Tom Westman, la final de Micronesia o Russell o poniendo a parir a los Aitu. No exagero cuando digo que fueron los meses televisivos que más he disfrutado en toda mi vida.

Y todos esos maratones contrarreloj dieron su fruto con esa inmensa edición que fue HvsV. Fíjate que íbamos con las expectativas altísimas, pero aún así consiguió sorprendernos, emocionarnos y dejarnos durante dos meses y medio con el corazón en un puño.

Muy grande.

Drake dijo...

Grande esta season, solo la dejo atras de Pearl Island que a pesar de ser de la old school nos dio grandes momentos. Nunca una temporada de Survivor había despertado tanta espectativa como esta y valio la pena la espera.

Como dicen alla arriba, una victoria de Queen Parvati hubiera hecho aun más grande la season, pero en general nos mantuvo al pie de la computadora durante esos 3 meses y disfrutamos de enormes momentos y mas grande de todos, pues ese mismo, Parvati repartiendo idolos para salvar a sus villanas ya que no le creyo a Amanda y lo mejor era ir a lo seguro, además ver la cara de JT al verse expulsado y más aún al troll completamente desconcertado,ja,ja, un momento invaluable, asi como Heroes vs Villains.

Rubencito dijo...

La mejor season creada hasta la fecha, poco se le puede mejorar.
Parv es grande...pero Sandrita también lo es, así que yo, no me puedo quejar ni de la ganadora.

xxx dijo...

Gran momento el de Parvatii!! :)
Heroes Vs Villains estuvooo genial...pero a mi me sigue gustando más Micronesia y esa lucha Favoritos Vs Fans! ;)

Feliz añooo a todos!

Daniel Martínez Mantilla dijo...

Es difícil hablar con perspectiva de un programa del que has visto 13 de sus 21 temporadas (literalmente) en sus últimos meses, pero no importa: no entiendo este año audiovisual sin Survivor, un programa que me hizo abrir la mente audiovisualmente (yo, que no había visto un reality en los últimos cinco años) y disfrutar como muy pocas veces.

Saber la identidad del ganador/a del concurso fue un ligero handicap a la hora de ponerme con HvsV, pero fue empezar esa ya mítica primera prueba en la que hubo desde topless hasta una pérdida de diente pasando por un hombro dislocado y estaba rendido...

Gracias por instarme a ver Survivor, por comentarlo y por hacer La Otra Tribu. Exorcisando vuestros demonios survivoreros, Irene y tu nos ayudais con los nuestros.

Crítico en Serie dijo...

Chicos, está claro: los mismos que comentamos aquí somos los survivor-adictos, porque los demás teléfilos se niegan a leer algo acerca de productos no seriéfilos. Triste que haya gente que no quiera ir un poco más allá. Pero bueno, ellos se lo pierden. Nosotros sí que habremos visto el 2010 al límite.
Por cierto, La Otra Tribu tampoco sería lo que es sin vosotros escuchando el programa cada semana. ¡En febrero volvemos!

Hopewell dijo...

Survivor es, por méritos propios, el mejor programa de television actual, mil veces más adictivo y adrenalinico que cualquier serie de la parrila actual (y eso que amo por encima de todo a 24 y la defenderé con uñas y dientes) y estoy totalmente de acuerdo con que Heroes contra Villanos fue, sin duda, el acontecimiento televisivo del año. Mucho más allá del final de Lost.
Russell es un genio. Maligno, sí, pero un genio.
Y amé a Danielle, Parvati, Rob... incluso a Coach, porque seguía siendo el mismo pardillo paródico que en Tocantins...
Una pena la bajada del listón de Nicaragua. Que aún así me ha gustado, pero porque este programa me engancha. Como edición, ha sido inferior a las últimas cinco...

Crítico en Serie dijo...

Hopewell, Russell puede ser un genio y como tú dices malignos. ¿Y qué ocurre con los malos de las películas? Que al final reciben su merecido porque son incapaces de ponerse en la piel de las buenas personas (o sencillamente de las personas que no son extraordinariamente malas). Por eso siempre se queda a las puertas, como debe ser.

Fernando dijo...

No tengo ni idea de qué estáis hablkando, ni en qué cadena sale, ni de donde son los personajes, ni si está doblada al castellano, ni si Supervivientes es una versión española, ni ná de ná.