jueves, 20 de enero de 2011

La fiesta temática de Showtime

Tic, tac, tic, tac. Tengo la impresión de que a los productos de Showtime se les puede oír el engranaje poniéndose en marcha. Como un reloj suizo, se pueden prever los movimientos de las agujas a partir del acoplo de las ruedas. Su primer principio es que, por imposible que parezca, siempre hay lugar para un golpe de tuerca más. Nunca falla. Otras, también obvias, es que no habrá un secundario en su sano juicio, ni una familia mínimamente funcional. No es de extrañar, por lo tanto, que los directivos de la cadena creyeran que un remake de Shameless le sentaría de perlas a su programación. Cumplía con todas las letras del abecedario de Showtime, aunque sus seguidores británicos quizá pensarán que se queda corta en comparación.


La diferencia principal que yo veo entre la ficción británica y la americana es que la imagen inglesa tiende a un realismo patético mientras que los yanquis se esfuerzan por crear atmósferas limpias. Unos alardean de ser un ex-imperio en decadencia, sin aspiraciones, y los otros se las dan de promesa. Y si la Shameless británica grita “decadencia” en cada plano, la americana sólo lo intenta. Lo que hay en la casa de los Gallagher de William H. Macy, una familia numerosa que vive en la pobreza y encabezada por un alcohólico, no es ni suciedad. De la misma forma que la hija mayor, interpretada por Emmy Rossum, tampoco es vulgar. Sólo la maquillan con ojeras y piel cadavérica, para que parezca una chica ordinaria y barriobajera, cuando su mirada sigue siendo la de una guapa burguesa que se hace pasar por pobre. Y la verdad es que no me importa. Después de comprobar qué es una buena ambientación patética según la mayoría de los americanos, esa atrocidad llamada Precious, prefiero el irreal mundo perfecto. O, en el caso de Shameless, un irreal y perfecto mundo imperfecto.


La desventaja, sin embargo, quizá se encuentre aquí. Showtime tiende tanto a calcular la irreverencia y el factor diferencial de sus series que se olvida de la espontaneidad. Donde los británicos transpiran autenticidad, ellos la fingen. Bueno, incluso creo palidecen al lado de otras más comerciales de su propio país. Por eso cuando Joan Cusack se saca un inmenso vibrador de una caja en el segundo episodio de Shameless, en lugar de quedarme ojiplático, pensé “uhm”. Ser retorcido está tan asimilado en el ADN de la cadena que me fascina mucho más la vertiente humana de los Gallagher. Aquello que les hace corrientes a pesar de las circunstancias adversas en las que viven. Y en esto, a pesar de ser una fotocopia, de momento sacan buena nota.


Todo lo que tienen de artificial en la escenografía, lo tienen de conmovedor en los personajes. Rossum, por ejemplo, roba la función, no sólo porque tenga más escenas que cualquier otro personaje sino porque, en un cuento de miserias, ella es la Cenicienta. La actriz, que fracasó tras ser la chica de la película en dos fuertes apuestas cinematográficas (El día de mañana y El fantasma de la ópera) necesitaba el cambio de registro, aunque tenga pocos (pero los que tiene son muy monos). Y los dos chavales que la siguen, Cameron Monaghan y Jeremy Allen White (sobre todo él), tampoco se quedan cortos. Bueno, y (el culo de) Justin Chatwin también encaja, aunque no sea (el de) James McAvoy (que interpretaba el papel en la original). La paradoja es que William H. Macy, que es la atracción principal del drama y ha entrado en el olimpo de divos de la cadena (junto a Falco, Collette, Parker, Duchovny y Linney), es el único que me chirría. Entra en la categoría de actores que en dosis pequeñas son estupendos pero que, al darles demasiada cancha, cargan (como demostró en The Cooler).


Por todo esto, Shameless es entretenimiento de calidad. Pero si quisiera aspirar a ser algo más (que Showtime siempre lo quiere) quizá debería ser más auténtica y dejar de ser una fiesta temática donde los invitados se ensucian la cara y la ropa, cortan los dedos de los guantes viejos, pasan un buen rato bebiendo cócteles con bolsas de cartón alrededor de una hoguera y, una vez se han puesto a tono y se han echado unas risas, se desmaquillan y vuelven a su burguesa vida cotidiana. Es este afán de aparentar ser tan pobre que le quita cualquier credibilidad. Los pobres no se esfuerzan en serlo. Lo son y punto. Le falta esta autenticidad (que los británicos demuestran posible). Pero, ¡eh!, que nadie se meta con los anfitriones que por lo menos han montado un buen sarao.

10 comentarios:

Álex dijo...

Reconozco que al final me quedo con la versión US por los mismos motivos, en la versión inglesa todo es más limpio y los actores son más guapos. Aunque me chirría cosa mala esa pedazo de tele que tienen en el salón cuando no les llega el dinero para una lavadora.

El piloto me encantó, Emmy Rosum me sorprendió con un carisma que no esperaba que tuviese y los dos hermanos que también tenían protagonismo me convencieron.

Es cierto que la marca de Showtime es irreverencia y lo que empezó siendo algo rompedor ha terminado siendo una fórmula un poco cansina. Pero también es verdad, que conforme van avanzando, las series de Showtime ganan en personalidad (Nurse Jackie es un buen ejemplo).

davale dijo...

No puedo comparar del todo, ya que lo único que he visto de la versión UK han sido los dos primeros capítulos también.
Pero ya lo dije en varias ocasiones, Shameless UK huele más a fritanga, los actores no parecen sacados de casting, y las afueras de Manchester no son las de Chicago. La suciedad no se prepara, la suciedad parece ser inherte a la trama.
Me gusta Shameless US, pero no se deja ver la sensación de agobio, todos parecen que estén en un periodo de paso a una mejor vida. Diría que, a pesar de ser las mismas historias, el fin parece más alentador, más americano, mucho más cool.
A mí de momento sí me gusta William H. Macy, supongo que el legado de Fargo aún cala en mí aunque pasen los años. Y Emmy Rossum... qué decir de Emmy Rossum!!

Un saludo, crítico!

satrian dijo...

Me gustan Emmy Rossum, Joan Cusack y William H. Macy, así que creo que me voy a enganchar irremediablemente, además inconsciente de comparaciones con la original británica que aun no he podido ver.
En esta versión USA se centran mucho en demostrar lo imaginativos que podemos llegar a ser para subsistir.

Unknown dijo...

Yo no he visto la inglesa, así que estoy libre de las comparaciones, que por supuesto siempre son odiosas. Es cierto que los tres hijos mayores roban el show limpiamente, y sólo verlos a ellos saliendo adelante en el día a día ya me parece motivo suficiente para ver la serie. Habrá que esperar un par de episodios más para ver por dónde respira Shameless.

Y por cierto, en cuanto a las super teles en un hogar que vive de una pensión de invalidez. ¿Os habéis fijado alguna vez en los reportajes de los Telediarios o de Callejeros sobre poblados chabolistas? En algunas chabolas de uralita hay unas teles de impresión. Pues eso :)

Fon dijo...

Yo soy de los que ven la versión US sin haber visto la original, así que no voy a poder comparar. La serie me ha gustado mucho, y Rossum ha sido toda una revelación. Todos los hijos están muy muy bien, pero me quedo con la vecina!

(A ese Olimpo de dioses de Showtime hay que añadir a Michael C. Hall)

Un telespectador más dijo...

Yo tampoco he vista la británica por lo que irremediablemnete compré esta con tan solo dos capítulos, porque desprenden un encanto particular que pocas series me dan hasta ahora.
Los tres hijos mayores están muy bien, y ya si hay un gay entre ellos pues como par no engancharme! jeje

Particularmente me gusta el rollete de la mayor, vamos, la historia en si quiero decir, por lo que espero que no se la carguen a las primeras de cambio.

Veremos por donde tiran porque hata ahora no hay motivaciones ni tramas más allá de la supervivencia y aunque no es poco en este mundo, no es suficiente para esta serie.

Saludos!

Crítico en Serie dijo...

ALX, como dice MacGuffin, muchas cosas no tendrá una familia pobre, pero una megatele es muy probable.

Davale, una cosa que me sorprendió de Shameless UK es que James McAvoy y la hija mayor son pareja en la vida real. Nada, que me encantan los cotilleos. Bueno, esto no es ni cotilleo, que están casados y tienen un hijo.

Satrian, sí, la gracia de la serie está en ver cómo subsisten, pero está claro que quienes más atraen son los hijos. El padre, por mí como si desaparece ;)

MacGuffin, los dramas de Showtime suelen tener algún otro hilo argumental que seguir con atención, así que tienes razón que nos falta ver qué guiará la actual temporada. Y mi hermano trabajó en el peor barrio de Girona y quizá las paredes eran negras de suciedad y tenían un burro bajando por las escaleras, que el único mueble que tendrían en el comedor sería una TV más grande que las nuestras juntas.

Fon_lost, la vecina está escrita con mucha gracia, incluso con lo estridente que fue su presentación (a mí parecer un tanto excesiva). Y si no he incluido a C. Hall es porque Linney, Collette, Duchovny y Parker es porque en cierto modo estos eran bastante más conocidos al pasarse a Showtime que C. Hall. Este tenía buena reputación de TV, pero tampoco había trascendido mucho.

Telespectador, me gusta el hijo homosexual porque para nada es un estereotipo. Desde el principio le ves una dimensión personal que, por ejemplo, se he echado en falta a Kurt de Glee. Esta clase de personajes son los que prefiero (el de Shameless, of course).

Anónimo dijo...

Yo soy el caso contrario, desolada porque hace unos dias terminé todos los capitulos de Shameless UK, las 8 temporadas, y mi vida está un poquito muuuucho más vacia. HAsta siento que empezar otra serie es serle infiel, jaja!!
Será por fidelidad a la original, por fidelidad a todo lo que venga de UK y que destila realidad... Pero no me llama ver la version US, que quereis que os diga. Todo con pinta de muy limpio, muy preparado, muy falto de lo que tiene la original y que te engancha, pasando incluso por temporadas más mediocres.

Crítico en Serie dijo...

EvaMavis, engancharse a 'remakes' es muy, muy complicado sobre todo cuando están tan unidos en el tiempo y la distancia y cogen como base el argumento original. Una cosa es ver 'reformulaciones' y la otra ver lo mismo otra vez. Aunque sean productos dignos, ya los has visto antes y con esa sensación de que era más original la anterior. Por eso los fans de Being Human UK no siguen el americano y yo me aburro soberanamente con Skins US. Son productos hechos para quien no hubiera visto el original.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razon! Acabaré viendola, tan solo por curiosidad. AL menos el primer capitulo, a ver que tal va la cosa.
Vi el trailer cuando la iban a estrenar, justo cuando estaba empezando a ver la original. Y no me dió tan mala espina en ese momento. Pero a medida que fui viendo capitulos, no puede haber ni un Frank, ni una Fiona ni un Lip ni ninguno igual. Ya se que iguales no van a ser, pero las comparaciones son odiosas e inevitables. Y si me dan a elegir, me quedo con un Manchester, y hago oido con el inglés!
Por cierto, Being Human UK es de las que tengo bajado el primer capitulo, a ver si me engancha para bajarme más. Y Skins US... Que decir de Skins US? Sigo viendola porque rara vez dejo una serie si me engancha un poquito. Pero vamos, que me quedo por el morbo puro y duro, es una serie de morbo, de desear una dolescencia que no tuviste. Pero ganas me dan, no tiene ni un punto de comparación. Lo que me gsuta, que por el primer capitulo pensé que iba a ser todo igual, es que vayan llevando la historia hacia otro lado, que no copien tal cual.