Una y fuera.
En televisión esto significa, más o menos, que nadie se acordará de ti cuando hayas muerto. La memoria catódica es muy traicionera y en general una tanda de episodios no sirve para ahondar lo suficiente en el subconsciente. Pero Terriers, que protagonizó la cancelación más sonada de 2010 (por delante de Rubicon), podría prosperar en el tiempo o por lo menos seguir saliendo en las listas de fallecidas prematuramente como Sports Night, Studio 60 o Freaks and Geeks. Tener un padrino como Shawn Ryan, que tiene un buen grupo de fieles, es fundamental para sobrevivir en la memoria colectiva (¿la cancelación habría acarreado tanto jaleo de no ser por él?). Pero lo que importa, ya que no se puede juzgar un libro ni por la cubierta ni por las ediciones vendidas, es que era de calidad y esto sí que es un argumento sólido.
Hank y Britt, los dos detectives privados de Terriers, tuvieron la mala suerte de tener una promoción engañosa y poco concreta. Otros ya la analizaron con detalle y aquí lo haré con pocas palabras: no pongas a perros en las promos si no es una serie sobre perros. Recordaban peligrosamente a las de Un Chihuahua en Beverly Hills. La fortuna siempre juega un papel vital en los estrenos, pero está claro que esto tampoco ayudó, ni unos tráilers poco estimulantes que resumían la serie como dos perdedores que resolvían casos de poca monta. Era más que eso. De hecho, como ahora nos está acostumbrando la cadena FX, Terriers comienza pareciendo una cosa y termina siendo otra bastante distinta. En sus primeros episodios hacen creer que se trata de una serie de casos con dos personajes sólidos, pero que no va mucho más allá, y acaba siendo un drama donde nada es casual y los casos pasan a un segundo plano. No tengo nada en contra de la primera (y falsa) declaración de intenciones, pero es que el asunto cambia mucho y el espectador también debe estar preparado.
Para lo que sirven los tres primeros episodios es para presentar a Hank y Britt, su inigualable colegueo y el ambiente decadente en el que andan metidos, siendo capaces de aceptar casos de lo más dispares, desde rescatar perros a investigaciones realmente peligrosas. Claro que ellos no son dos detectives al uso: Hank tiene los dotes de observación e ingenio de un ex agente de policía (que sacrificó su carrera por la bebida, que ya dejó) y Britt es el escurridizo manitas de criminal pasado como ladronzuelo. Lo que no esperas es que con el paso de los episodios cada caso vaya dejando su granito de arena, ya sea de cara a un tramo final muy bien planificado donde todo converge, y que los secundarios que la plagan, en lugar de moverse según los vientos de la pareja, marquen tanto el rumbo de la intriga principal. Tanto la novia de Britt, como la nueva vida de la exmujer de Hank como su hermana no son secundarios de lujo, sino personajes tan exprimibles como ellos dos.
Es por el cariño con el que fueron escritas las vidas de Hank y Britt que la cancelación de Terriers dolió; y por la buddy series que conforman estos dos personajes, cuya química es irresistible (y eso que justamente me cuesta entrar en las relaciones de amistad de rollo tan viril, quizá porque en el fondo ellos son unos sensibleros); por las interpretaciones de todos ellos (Michael Raymond James, Donal y Karina Logue, y Laura Allen); y por unos guiones creíbles, dramáticos cuando es necesario (el caso de las putas es una preciosidad), verosímiles en cuanto a las investigaciones. Ted Griffin no teme enfrentarse a las necesidades del relato y esto se agradece, como también me sorprendió recientemente que ocurriera en Justified. Esperemos, sin embargo, que fracasos como el de Terriers no cambien la filosofía de la FX, a la que cada vez respeto más (si cabe) por dar tanta libertad a los creadores de sus series.
7 comentarios:
Ojalá Terriers hubiera tenido la suerte Justified y tendríamos dos grandes series ahora, en lugar de una, las dos partieron de casos aparentemente intrascendentes, para con actuaciones, diálogos y tramas sólidas conquistarnos.
Me apetecería verla después de tu critica pero sabiendo que se queda abierta... Como que no llama...
Satrian, entre Terriers y Lights Out, está claro que los buenos tiempos de FX han terminado. Suerte que aún tienen Sons of Anarchy por ahí que es su verdadero éxito.
Hopewell, quería que Terriers continuase, pero TIENE UN FINAL. Puedes ver la temporada como un todo y el cliffhanger es mínimo, de esos anecdóticos (que yo ni considero cliffhanger porque intuyo demasiado bien lo que ocurre a continuación). O sea... ya puedes estar dándole una oportunidad, porque esto es un tomo cerrado. ¿Podrían haber habido más? Claro. Pero este también es autosuficiente.
Siendo asi, me acabas de alegrar el día. Ya tengo próxima serie a la cola. Y ahora me viene bien para los días q estemos rodando en Cáceres y que no sabia que llevarme.
Y te contare que tal cuando acabe.
En otra de mis inexplicables costumbres tengo Terriers a medias sin motivo alguno.
Lo que he visto me ha encantado y sus protagonistas me han conquistado por su humanidad, su realismo y la amistad que los une.
Hank es un perdedor al que inevitablemente adoras y Britt es el sidekick perfecto, leal y honrado. Las tramas no desentonan con ese aire realista de la serie y aun cuando son rebuscadas consiguen salir del paso de manera creible.
Asi que quizas sea por eso por lo que no la termino, todavia no estoy preparado para acabar una historia tan buena, y desde luego no estoy listo para dejar atras a Hank y Britt.
Probablemente la cancelación que más me haya dolido recientemente. La empecé a ver tras leer una primera impresión de Satrian en su blog, y quizá lo más destacable, así de primeras, era la relación entre los 2 protaginstas (personajes y actores), pero rapidamente empecé a adorar la serie y todos sus matices que tan bien has destacado (los secundarios maravillosos, el aroma decadente y realista, esos guiones tan bien trabajados...), vamos que una pena muy grande su cancelación, menos mal que se puede ver perfectamente como un todo.
¡Saludos!
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