Esta entrada contiene ligeros spoilers de los primeros cuatro capítulos de la nueva temporada de Skins, aunque en realidad no son para tanto si no estáis al día.
La regeneración continua de Skins tiene su mayor hallazgo en la fórmula de que nada debe repetirse. Los personajes, por supuesto, siguen siendo su pilar fundamental y lo que más cuidan, pero las historias, a la vez que la forma de contarlas, hace que cada nueva quinta de Bristol tenga su toque distintivo. Con la llegada de Frankie, por ejemplo, ha llegado una nueva tradición. Los chicos y chicas viven aventuras grupales como también lo hacían Tony y los demás, pero es cuando se colocan en el margen y contemplan el resto cuando más se retratan. Ahora es el turno de contar a partir de los silencios, de las miradas y también de la música. Vaya, de la comunicación no verbal.
Los ojos de Frankie, esa chica que las promos no dejaban claro si quería ser chico, fueron los primeros en expresarnos algo y de paso abrir los nuestros y darnos la bienvenida a un nuevo entorno adolescente al que ella también era una recién llegada. Y ella, con los enormes ojos de Dakota Blue Richards, desconfió de todas las oportunidades que le ofrecía el cambio de instituto. Sus reticencias y disimuladas ilusiones estaban en su mirada, que bajó la guardia por completo en un viaje psicotrópico al centro comercial con sus nuevas compañeras, las populares de la escuela. Las palabras le habían decepcionado demasiado en su pasado, por culpa de su raro aspecto, y por eso se dejó guiar por un mundo de sensaciones, donde vimos quién era Frankie y qué esperaba de los demás aunque se negaba a reconocerlo.
Esta distinta visión de cómo narrar el universo adolescente, sin embargo, se quiso llevar al extremo con Rich, que directamente deja traslucir quien es sin necesidad de mediar palabra. Él viste, actúa y siente según lo estipulado en la música heavy metal que adora y su sordera temporal, por tomarse demasiado en serio su musa sonora, fue una declaración de intenciones un tanto explícita. Fue como poner por escrito qué estilo llevaría la batuta en esta generación, la tercera, y por ello perdió en naturalidad. Aunque esto no quita que no fuera bonito ver cómo también Grace, la inocente, se expresa a través de la danza y cómo Skins sigue encontrando nuevas formas de profundizar en lo que significa ser adolescente, algo que no debe haberse olvidado para poder disfrutar de la serie. Y de momento hemos tenido más ejemplos de esta teoría.
Liv, que muchos esperaban que fuera Jal 2.0 sólo porque físicamente se parecen (aunque no pueden ser más diferentes tanto a la hora de vestir como de ser), se libró a un mundo de sensaciones con el chico misterioso, que curiosamente intriga por su mirada, dejando ya en nuestra memoria varias escenas oníricas y que nos dijeron mucho más sobre quién era (o por lo menos cómo se sentía) que cualquier conversación. Claro que, de momento, la palma se la lleva Mini, la chica popular, cuyas mordeduras de labio y miradas incómodas para evitar tener sexo nos hicieron un visceral retrato de quién es. Pocas veces había visto tanta humanidad en la historia de la serie.
Y mientras vemos sufrir y sentir uno por uno a los nuevos personajes, que a cada presentación se vuelven cercanos de golpe (a esto se le llama genialidad), las aventuras grupales suceden de fondo, casi como algo secundario. No necesitamos parar el mundo para ver el acercamiento final de Grace y Rich, puesto que ya vimos que era inevitable en el episodio de él, ni dar demasiadas vueltas alrededor del drama entre Mini y Liv, que por algo también sabíamos que ocurriría. La cuestión es experimentar, sentir y comunicar, que con menos palabras ya es lo que consiguen. De hecho, casi se podría decir que esta promo transmite la esencia de la serie sin, en realidad, contarnos nada:
6 comentarios:
Creo que precisamente eso es lo que más me está gustando de esta generación, todo lo que dicen sin decirlo, y que les da mucha profundidad a los personajes.
Eso y que de momento aún no odio a ninguno de ellos (en las anteriores siempre había uno o dos que se me hacían inaguantables). Habrá que ver qué pasa con Nick, que de momento hemos visto más bien poquito de él y tampoco es que vaya pidiendo a gritos caer simpático precisamente, pero por lo general me están pareciendo unos personajes muy buenos.
Tras ver cuatro episodios de esta generacion he de admitir que todavia no estoy enamorado de ninguno de los personajes, cosa que si me sucedio con las anteriores nada mas empezar.
Sin embargo, he de reconocer que me alegra que las historias sean mas cercanas y realistas que las de la segunda donde la historia con el mafioso se les fue de las manos, y aqui es donde estan acertando, son historias sencillas y quizas un poco tipicas pero contadas con una sensibilidad impresionante. Como bien señalas la de Mini fue desgarradora, ver como la masacara cruel que lleva permanentemente se caia mostrandonos a una chica insegura y totalmente apabullada por la sexualidad de su madre fue brutal.
Por ultimo lo unico que echo en falta es la sensacion de estar viendo a un grupo de amigos, aqui nos encontramos con una serie de nucleos independientes, y que ademas cuando nos los muestran juntos, rechinan, como vimos en la fiesta de la casa de Liv.
Seguiremos viendo como evolucionan, y como nos sorprenden cada semana dando la vuelta a cada personaje en su episodio dedicado, y seguro que acabaremos echando de menos a alguno de ellos cuando lleguen sus sustitutos.
Mina Harker, me gusta la sencillez de sus historias y que sean tan tremendamente efectivas. Que, queramos o no, la segunda generación fue un tanto irregular. Funcionaban como personajes, pero sus historias estaban muy desmadradas y como colectivo no tenían ningún sentido. Y Pandora era un no-personaje de tan poca personalidad que tenía.
Labekoa, quizá es que te estás haciendo mayor cada vez te cuesta más ;)
La cuestión de si vemos química de amigos o no... curiosamente está en segundo plano y me cuadra. La fiesta en casa de Liv, por ejemplo, fue un curioso experimento y a mí me gustó. Tengo lo suficiente como para suponer cómo se comportan (al fin y al cabo prácticamente se acaban de conocer como grupo) y ahora prefiero entenderlos uno a uno. Ya veremos qué ocurre en unos episodios. Quizá esta misma temporada entrarán en una química de amigos o quizá para ello tendremos que entrar en la siguiente temporada, que siempre cambia un tanto en concepto la segunda temporada de una generación. Sea como sea, con cada pequeña historia también entendemos parte de la interacción entre todos ellos y de momento me lo estoy pasando genial.
Estoy sorprendida y encantada de haber leido en palabras lo que llevo un par de meses intentando elaborar en mi cabeza.
Por qué me gusta esta generacion? Por lo que tu acabas de poner en palabras. Hay lagunas, hay personajes vacios, desagradables, tramas que no vienen a cuento... Pero la humanidad de ciertos personajes, el saber pasar de refilón y aun asi saber mostrar parte de su alma, es lo que la hace tan grande, y tan disfrutable.
A ver que nos traen el la 6º temporada...
Evamavis, que conste que también corren el riesgo de ser demasiado literales con sus retratos y creer que la estética y los silencios lo pueden cubrir todo. Mientras que a veces funcionan (Liv), en el caso del pelirrojo me pareció completamente insustancial. Pero aún tengo que ver los dos últimos episodios de la temporada, así que quizá cuelgo otra opinión un día de estos.
Si te quedan los dos ultimos, te queda lo importante!
Liv es un personaje que me desagrada. Y a pesar de que es exagerado, me resulta familiar porque en menor escala, una "amiga" que tenia desde pequeña, era una Liv en potencia, con nese mismo punto salvaje. Por lo cual no puedo tener ningun tipo de simpatíá por ella. Y teniando un caso cercano, me resulta demasiado estereotipado el personaje, unas cuantas vueltas de rosca de más.
Bueno, realmente sin haber visto los ultimos no te voy a decir más! Buscaré tu opinión cuando la pongas, que tengo curiosidad.
Me alegro de haber llegado a tu blog, me encanta como escribes, tus puntos de vista.
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