jueves, 10 de febrero de 2011

La real estirpe de Tom Selleck

Lo de tener que renunciar a ser Indiana Jones para continuar con Magnum debió ser un duro golpe para Tom Selleck. Sobre todo tras ver como engordaba el caché de Harrison Ford a medida que reventaba las taquillas. Pero todo esfuerzo también tiene su recompensa y ser icono televisivo tampoco es una minucia, sobre todo cuando 22 años después Selleck aún sigue siendo un imán televisivo. Esa audiencia que lo admiraba en los ochenta (la era del bigote y pelo en pecho) ahora muy maduros y muchos también jubilados, fueron los que le siguieron en los telefilmes de Jesse Stone y seguramente los que ahora han hecho que Blue Bloods sea la reina de los viernes (y que funcione bastante bien en miércoles). La vejez de su audiencia quizá no será la envidia de los anunciantes, pero a nivel de público (que los cincuentones para arriba también son personas) es un éxito. Y encima es buena.


Selleck representa, cómo no, el bien en Nueva York. Él es el jefe de policía de la ciudad y junto con su familia, todos implicados de una forma u otra en el sistema, hace justicia. Y sus retoños tampoco nos son desconocidos: Donnie Wahlberg (hermano de Mark), aquí como sólido protagonista y entregado policía; Bridget Moynahan, la niña de sus ojos y fiscal; y el pequeño, Will Estes, un recién graduado que empieza a patrullar las calles de la ciudad. Entre ellos, las mujeres, nietos y el bisabuelo, un policía retirado (Len Cariou, sólo seis años mayor que Selleck), los Reagan no pueden evitar, aunque no sea su intención, ser la familia real del sistema judicial de NYC.


Esta dimensión familiar, sin embargo, no se basa en buscar las tensiones entre ellos y crear una especie de Brothers & Sisters de comisaría. Su propósito es explorar distintas formas de contemplar la justicia, ya sea la mano dura del hijo mayor, la fe en el sistema de la abogada o las dobleces de la antigua policía defendida por el bisabuelo, que vivía en una ciudad donde el cuerpo y la mafia local tenían unas reglas bien definidas. Y sus circunstancias personales están presentes pero no son centrípetas. Quien lleva el ritmo del episodio es el caso en cuestión y está francamente bien llevado.


Blue Bloods sabe lo que quiere contar, cómo lo quiere contar y tiene los personajes para hacerlo. Es clásica, que no vieja, y a partir de un presupuesto que se intuye más ajustado que otras apuestas de la CBS, sobre todo partir del tercer episodio (que para algo fue concebida para los viernes), sabe utilizar los recursos con una tremenda efectividad. Sorprenden ciertos planos generales, por su sencillez, que transporta casi a otra época, y también la escasez de extras en los menos relevantes (¿o me estoy volviendo paranoico?), pero el contenido no cambia por ello. Lucirá más o menos, pero el entretenimiento está servido y se agradece que sea más de lo que le exigieron (o esa es la impresión que tengo, al ver que no prefiere irse por derroteros más infantiloides, videocliperos o hiperrealistas).


Lo único que se le puede recriminar es la falta de acierto a la hora de buscar una trama potente que dé profundidad a la historia, ya que una secta policial elitista y corrupta suena a chiste y podrían haber sacado un partido muy distinto a la muerte del hermano. Pero detalles como la relación de Selleck con una periodista y el constante temor de las esposas también demuestran que Blue Bloods entiende de matices y que sabe cómo nutrir un relato de estas clásicas dimensiones.

5 comentarios:

Leu Zenit dijo...

A mí la trama de 'Blue Bloods' me parecía muy interesante desde antes de su estreno. La combinación policial y familiar me llamaba mucho la atención, y desde que existe 'The Good Wife' mi confianza en los procedimentales de la CBS ha aumentado mucho. Pero se estrenó y prácticamente nadie habló de ella, pocos opinaron y los que lo hicieron fue para definirla como algo mediocre. Necesitaba una buena crítica de 'Blue Bloods' para
animarme a empezar con ella.

Y... al fin y al cabo, la CBS tendrá un público algo envejecido, pero si los anunciantes buscan tanto al público joven es porque el sector más maduro lo encuentran a puñados en la CBS. Por eso creo que su modelo de negocio no les debe funcionar nada mal, y que el hecho de que den prioridad a los datos totales no es solo "de boquilla".

satrian dijo...

La trama del hermano muerto está demasiado oculta para que cree interés, es el fallo que como tú le veo, el resto me gusta mucho, las cenas familiares donde discuten todos los temas, los casos, las actuaciones, es una buena serie.

OsKar108 dijo...

De un tiempo a esta parte le tengo ciertas ganas, y creo que Fox España la traerá en Marzo, así que le echaré un vistazo, que añadir más series a ritmo de emisión ahora mismo me resulta tremendamente difícil.

¡Saludos!

Crítico en Serie dijo...

Dimaku, Blue Bloods no es The Good Wife, pero es más decente que cualquier otra serie de policías de la CBS. Y lo que tiene la CBS es que va a por todos los públicos, sabiendo que cuanto más público tengas, también es más fácil que consigas del target de los anunciantes.

Satrian, para mí no es tanto que no hagan lucir más la trama del hermano, como que suena casposo lo de la hermandad secreta...

OsKar108, ir al ritmo televisivo con un procedimental es mucho más fácil de llevar y te entiendo perfectamente.

Labekoa dijo...

La acabo de empezar pero por ahora me gusta, me chirria un poco que se junten en una unica familia tantas partes implicadas en cada investigacion, detective, capitan, fiscal... pero las interpretaciones son buenas y el tono sobrio.
Una buena historia policiaca.