martes, 22 de febrero de 2011

Pulseras en almíbar

Albert Espinosa debe ser el guionista más tierno que ha creado la humanidad. Cada frase que sueltan sus personajes suele tener esa mezcla entre feel-good y ay-que-se-me-cae-la-lagrimilla, excesivamente sensiblera y donde el contrato de ficción se fuerza. Ya sabemos que los diálogos de un filme o serie no son un literal extracto de la realidad en sus formas (que sí en su contenido), pues habría muchos más titubeos y frases inacabadas, pero otra cosa son los conceptos que se desarrollan, propios de un mundo más bien perfecto, de la gente que lleva sus emociones por vestido, a la vista de todos. Y Polseres Vermelles hace una declaración de intenciones incluso demasiado ingenua, que no quita que sea el mejor producto que corre por la televisión catalana y (de lejos) del Estado (a falta de estrenarse Crematorio, en la que hay puestas muchas esperanzas y de forma justificada).


Este drama de TV3, que podría definirse como una versión extendida de la película Cuarta Planta que el propio Espinosa escribió, sigue las peripecias de un grupo de adolescentes que intentan disfrutar al máximo a pesar de estar ingresados en el hospital (está la anoréxica, el niño en coma, los enfermos de cáncer...). Y lo que es una declaración es la forma en la que crean el grupo, siguiendo la lógica que cuenta un viejo de que en cada pandilla existen seis clases de miembros: el líder, el que sería líder si el primero no estuviera, el guapo, el listo, la chica y el imprescindible, que ejerce de nexo entre todos.


Esta norma, con unas dosis de arbitrariedad, otras de lógica y sobre todo muchas ganas de dar a Polseres Vermelles su propio vocabulario (como que las pulseras rojas, las post-operatorias, identifican quienes forman parte del grupo), también demuestra cierta ambición. Será muy, muy dulce (como lo era No me pidas que te bese porque te besaré, que era demasiado y a la vez me hizo sentir mejor persona al salir del cine), pero por lo menos tiene un tono claro. Parece una tontería pero pocas series de la península lo tienen (a Gran Reserva, por ejemplo, le falta forjarse un poco más de entidad para ser grande, que lo es y podría serlo más). Y el hecho de que tenga tantas intenciones detrás (y que cumpla, aunque a algunos no les gustarán sus bases) hace que Polseres Vermelles juegue en otra liga.


La temporada tendrá 13 episodios y cada uno de ellos es un capítulo del mismo tomo. Vamos, como una serie del cable americano porque encima duran unos 45 minutos cada uno (que hace más fácil estructurar el episodio de una forma coherente). Además tiene un creador que ejerce de showrunner, el propio Espinosa que nutre el argumento con sus propias experiencias (la fiesta para la pierna que debe ser amputada es lo mismo que hizo el autor). Para colmo la dirige Pau Freixas, que hizo tándem en los cines hace pocos meses con Espinosa para la película Herois y que es consciente de que una serie es una narración (cuando con El Barco, por ejemplo, tengo la sensación de estar ante un cúmulo de escenas sin demasiado propósito a sus espaldas).


Por todo esto y porque es entretenida es imprescindible tener un ojo puesto en Polseres Vermelles. Otro día, cuando todo el mundo ya la haya apreciado por la profesionalidad que tiene detrás, quizá tocará analizar un poco mejor su contenido y unos actores juveniles que dejan bastante que desear (no todos, que conste), una lógica de grupo que no acaba de cuadrar y un rollo metafísico que debería haberse dejado para una tercera temporada, cuando su gente ya se ha acostumbrado al contenido y se les puedes colar lo que sea. Pero lo dicho: otro día.

2 comentarios:

Patricia dijo...

A mi tambien me ha gustado, es tierna y cortita.... y tampoco le pido mucho más.
Me rio y tambien me entran ganas de llorar cada dos por tres.
En fin ,cosas como estas animan un poco el sombrio panorama español.
El capitulo de ayer, pues gracias al H.P de Camps ,si puedo lo veré hoy en la web, me cabrea y mucho que después de 28 años viendo TV3 la corten.
Y la otra ,Crematorio , tambien le tengo ganas, no tengo plus así que esperaré a que la pongan en la web o directamente de emule.

Crítico en Serie dijo...

¿La ves con tus hijos o sola?
Mira, lo bueno de TV3 es que la cuelga en su web para que la veas cuando quieras y como quieras. Se agradece y no tienes excusa para no verla. Claro que yo estoy en ese punto que no sé si dejarla o retomarla. Supongo que, por algo distinto que se intenta hacer, voy a seguir hasta que termine temporada.