Al buen tiempo, mala cara

Que los fans de Fringe y Chuck insulten al sol, maldigan la primavera y recen para que vuelva el invierno, las fuertes nevadas y los días de incomunicación en casa mientras los quitanieves hacen su trabajo. El enemigo de tu ficción favorita tiene muchas caras y una de ellas es el buen tiempo. Con el cambio de hora que ya aconteció en Estados Unidos hace once días, los americanos deciden pasar de la televisión, aprovechar las horas de sol y llegar más tarde a casa. Y esto para algunas series, las más susceptibles de ser canceladas, puede ser la gota que colme el vaso y dar la excusa definitiva a los ejecutivos para determinar que no regresan en otoño.

Para que se vea que esto no es moco de pavo, que no es una teoría loca y sin fundamento, pongamos cifras: el año pasado tras el cambio de hora las primeras series del primetime estadounidense, las de las 20h, tuvieron pérdidas de hasta el 20%. Chuck bajó del 2.3 en los demográficos a un nuevo mínimo de 1.9 y House de un 4.8 al 4.0. Y este año, aunque el desgaste haya sido menos significativo, también se debe tener en cuenta que las circunstancias no son las mismas. Las audiencias de estas dos series, por ejemplo, ya no son tan espléndidas y se supone que su público actual debería serle más fiel, sobre todo sin la competencia de la CBS en la primera emisión tras el cambio de hora.

House en estas dos semanas ha pasado de los 11 millones a menos de diez y del 3.8 en los demográficos al 3.4. Difícilmente esto afectará su porvenir, ya que igualmente sigue siendo uno de los productos más exitosos de la Fox. Y lo mismo digo de Cómo Conocí a Vuestra Madre, que tras picos de 11 millones y 3.9 en los demográficos y tras esquivar la primera terrible semana soleada, ahora está en unos mínimos anuales de 8 millones y 3.0. Pero, ¿qué más nos da si la CBS ya ha anunciado que tendrá dos temporadas más?

El caso de Chuck, sin embargo, es distinto. Ya se ha alejado definitivamente de los 5 millones (4,2) y está en unos mínimos históricos (en las demos un 1.5). Además, mientras que muchas veces gran parte del público regresa tras habituarse a las horas de luz, la serie de Josh Schwartz pocas veces recupera terreno una vez lo ha perdido y, por mal que esté la cadena NBC, estas cifras son horribles. Y con Fringe ocurre lo mismo. Quizá se emite a las 21h, una hora menos afectada por el ajuste, pero los viernes ya son un día complicado de por sí y por poco que haya sido el desgaste, ya ha sido demasiado: 3,7 millones con unos demográficos del público adulto joven del 1.3 son cifras nada atractivas.

Habrá opiniones que difieran, argumentando que entre Fringe y Kitchen Nightmares la Fox obtiene sus mejores registros de viernes desde hace años, pero los costes son injustificados. Así que, o su público vuelve a encerrarse en casa los viernes y ayuda a Olivia Dunham a mantenerse en el igualmente peligroso 1.6, o ya podemos desprendernos de la estúpida esperanza de que Olivia, BOlivia y Bellivia pueden regresar en septiembre. No ocurrirá, chicos, y yo seré el primero en lamentar la terrible noticia.

Apunte: En este post me he centrado en Chuck y Fringe porque son las dos series por las que más se sufre, además de proporcionar cifras para comparar de Cómo Conocí a Vuestra Madre y House. Pero esta teoría se sustenta con casi todas las emisiones hasta el momento, aunque el hiato de la CBS y la ABC, con repeticiones de sus series de éxito, no permite hacer una mayor comparativa. Y Community, que marcó la semana pasada nuevos mínimos, tuvo suerte de ser renovada para una tercera temporada a pesar de sus moderadísimas audiencias.