martes, 29 de marzo de 2011

La inofensiva familia Gallagher

La identidad de las ficciones de Showtime, como he comentado muchas veces, se basa en ser transgresor. Fue el primer canal de EEUU en hacer una serie de temática completamente gay (Queer As Folk) y unos años después se especializó en personajes de moral muy (muy) dudosa (Dexter, Weeds, Californication) y familias de todo menos típicas y sólidas (Nurse Jackie, United States of Tara, The Big C). Se trata de ser visceral, hagan lo que hagan, y con Shameless dieron en el blanco otra vez: ha cerrado ciclo siendo renovada para una segunda temporada gracias a sus 3,7 millones de espectadores (esta cifra es la suma de los distintos pases de la serie por el canal de pago).


Tenía los ingredientes elementales: se trataba de una familia disfuncional, el patriarca era un alcohólico de banco de parque y la estética iba a otorgarle un factor diferencial de forma automática. Lo curioso es que, de forma bastante rocambolesca, ha atraído una parroquia no acostumbrada a esta clase de series. Mientras que el público de la cadena compra estas series por irreverentes, la aceptación demuestra que también se tragan un dramón familiar de tomo y lomo, sentimentaloide hasta los extremos y muy inofensiva a pesar de las formas. De Shameless a Party of Five, Parenthood o Brothers & Sisters no hay tanta distancia.


El balance, sin embargo, es positivo. Que compare esta serie con las demás no significa que todas sean iguales. Parenthood, por ejemplo, es lamentable y Shameless ha sido una serie muy correcta durante sus doce episodios. Digo correcta y no superbuena porque tiene ciertos excesos bastante gratuitos. Ya dije en mis primeras impresiones que el tema ‘vibrador’ de la vecina agorafóbica no entendía a qué venía, pero la deriva final de su hija, una zorra de cuidado que tiene unos traumas de spoiled bratt, es el mayor exponente de las tramas que quieren revolucionar el corral por el simple placer de escandalizar. Lo de menos, en cambio, es que Lip se mee encima de su padre. Esta sucia forma, si está justificada, pues perfecto.


Y si es inofensiva es simplemente porque la suciedad no deja de ser maquillaje, de la misma forma que los embrollos en los que se meten sus protagonistas son igual de intrascendentes. Sus actos nunca acarrean consecuencias y cuesta creer que Fiona lleve el pelo tan y tan sucio cuando su hermano Ian lo tiene de anuncio de Pantene. Por suerte, tanto ella como Ian y Lip sobreviven a cualquiera de los excesos de la serie, siendo Fiona el imán que unifica la familia y los dos hermanos los más carismáticos, tanto por su relación de amistad como porque son los otros dos personajes con argumentos propios.


Gracias a estos personajes (y también a sus actores) Shameless ha funcionado como un drama familiar y emotivo (¿se pasaron algún pueblo con la aparición de la madre?), con tramas más o menos afortunadas y un William H. Macy que debía creer que sería el rey de la función cuando en mi opinión es lo más pesado de toda la serie. ¿Que es un mal necesario? Es posible, que sino la ficción podría estrenarse directamente en una cadena generalista y ya va bien tener variedad dentro del género.

9 comentarios:

Julio C. Piñeiro dijo...

Esta serie tiene sus logros, por ejemplo, no es muy habitual en la TV yankee (cable o no) un personaje homosexual del tipo de Ian, muy diferente de esa "apariencia" que se les supone a los de su orientación y que la ficción televisiva se empeña en perpetuar.

Posee toda la incorrección y descaro del sello Showtime, y sería totalmente masacrada en una generalista. ¿No será, simplemente, que nos acabamos acostumbrando, y que cada vez es más difícil escandalizar?

Adriii dijo...

No se si yo me iría tan al extremo de llamarla inofensiva pero, lo que sí es cierto es que es un drama familiar cargado de moralina pero muy bien disfrazado.

Personalmente son esas excentricidades que tiene la serie lo que hace que me guste tanto (aunque lo de la novia de Lip se les haya ido de las manos) aunque en ocasiones me he sentido frustrada por esa tendencia al final feliz. Un ejemplo sería el tema de la madre, que siembra y siembra, pero al final recoge fuera de las expectativas.

Con todo, he disfrutado mucho de la temporada y ha sido de lo mejor de mi midseason. Engancha, los personajes son interesantes y carismáticos (hasta Frank, que a mí si me cae en gracia) y tiene un ritmo que ya quisieran muchos dramas del estilo.

Crítico en Serie dijo...

Julio, curiosamente la primera serie conocida de Showtime fue QaF, que mostraba a los homosexuales como estereotipos y no iba más allá a partir de ellos (o siempre opiné yo esto). Me gusta la sensibilidad con la que está tratado Ian, de la misma forma que disfruto con el gay-terrible de Omar en The Wire y aprecio lo realista que es el hermano homosexual de Brothers And Sisters. De hecho, cada vez me convencen más los papeles homosexuales en las series de TV. Cuando son episódicos quizá se quedan en el estereotipo, pero entre estos, el hijo de US of Tara y los de Gossip Girl (que es bastante plano, que conste), el malo-gay-frustrado de Big Love, los casos de AdG (y sus lesbianas, claro)... estoy bastante contento con la actualidad. Está claro que los estereotipos existen por algo, pero la cuestión es saber ir más allá a partir de ellos. Modern Family lo demuestra, por ejemplo, al igual que los remedios cómicos de Mujeres Desesperadas.

Adri, el tema madre se merecería casi un post por si mismo. Mira que lloran, berrean y se deshidratan con tanto dramón... y al final del día la madre se va (llorando, berreando y deshidratándose) y al cabo de cuatro días la hija se plantea abandonar a toda su familia. Venga, claro.

Unknown dijo...

La original Inglesa es sencillamente brutal. Cada episodio es un chute de realidad que te deja ko. Solo he visto el primer episodio de la versión USA, no me atreví a más. Es tan buena la original, para que quedarse con una copia. Un saludo.

Crítico en Serie dijo...

GLORIA, eso decís todos los que la habéis seguido ;) Yo sólo vi un poco para poder ver las siete diferencias. Pero te entiendo: los remakes están hechos para quien no ha visto el original.

OsKar108 dijo...

A mi me ha gustado mucho esta 1ª temporada. Ya hacía algún tiempo que me apetecía ver la original, pero me daba pereza por el gran número de temporadas, y cuando me enteré del remake me dije, "pues vamos a veer que tal", y como ya digo me ha gustado mucho (quizá lo de la "venganza" de Karen es lo que más me haya chirriado).

Por cierto, Parenthood también me gusta, aunque no sea ninguna maravilla.

¡Saludos!

HermioneV dijo...

Gran entrada. Me encanta haber descubierto tu blog.
Yo creo que esta es una gran serie, muy bien hecha, muy bien contada y con un reparto fenomenal.
Moralina mucha, pero quizá su mayor defecto es la tendencia a mostrar que los Gallagher, por más desafortunados que sean ahora, van a ser exitosos en el futuro. No sé, es una sensación que te dan, como que todo lo que nos cuentan es simplemente una transición, y de cada lío en el que se metan saldrán bien librados (véase lo de la cárcel).
Coincidimos en lo de Karen. Yo, la verdad, me horroricé, que lo hubiera aceptado con cualquiera menos con Frank. (yaiks!). Lo bueno es que se asentó su relación con Lip, que es mi personaje favorito de lejos.

OsKar108: Yo creo que al mencionar que Parenthood es lamentable, se refería a su tratamiento de una familia norteamericana ñoña, nada realista. De esas happy families de los 50, con problemas que harían reír a un bebé. Yo también la veo, y la verdad no tengo idea de por qué. Los personajes, a cada cual, más cansinos. Y los que no lo son, apenas si les dan trama.

Crítico en Serie dijo...

Hermione, has captado muy bien porqué menciono Parenthood. A ratos, con sus ganas de ahogarse en un vaso de agua por cualquier cosa, me provoca los instintos más psicópatas. De verdad, los Braverman son insoportables.

Coincido completamente, además, con tu reflexión sobre que "todo es temporal". No da la sensación que están marcados de por vida como perdedores, como sí ocurre en los bajos fondos de Baltimore. Los Gallagher son unos superdotados, la mayor es una princesa y todos ellos tendrán un final feliz. Por eso tampoco se puede sufrir con ellos, porque como bien dices, van a ser exitosos en un futuro. (Y Lip... es de lejos el personaje más interesante.)

HermioneV dijo...

No pues, de sufrir nada con los Gallagher, que ahí estamos como meros espectadores de sonrisa cómplice, conscientes de el "ya todo se arreglará" al final. Por eso, y sin desearle nada malo a mis hermanos favoritos, Lip e Ian, ya que andábamos en la finale, podían haberlos dejado en la Juvi. Quizá así se abrirían tramas que los alejaran del hogar, para su propio desenvolvimiento.
PD: Sin duda, Zeek Braverman despierta en mí esos instintos psicópata, seguido muy de cerca por la ñoña de la nieta y su novio ferpecto, el apergoso, la madre llorona, la madre loser talentosa, la bailarina instransigente, el naviguero sin peine, etc. Los únicos que se salvan de mi quema son la Braverman más pequeña y su familia.