Una cosa es que adores Doctor Who de por sí y la otra es alucinar con Steven Moffat. Estas dos posibilidades pueden ir de la mano, claro que sí, pero tampoco es necesario. Puedes respetar el clásico de la historia británica, disfrutar hasta cierto punto con ella pero saber diferenciar la fascinación por la serie con la grandeza del creador escocés. Este señor, también responsable de Sherlock, Jekyll y Coupling, ha escrito su propia serie dentro de los parámetros que le deja Doctor Who (que es un terreno muy amplio, todo hay que decirlo) y está consiguiendo un seguimiento completamente distinto a como se vivía antes. De aventuras infantil-friendlies a una profunda carga sentimental y mitológica repleta de traumas. He aquí las claves que tanto me fascinan:
- The Lost Doctor: La intención no debía ser convertir esta serie en la nueva Lost, que tanto se han esforzado en encontrar las cadenas americanas, pero es lo que ha acabado siendo. No es una cuestión de contenido, sino de pequeñas alusiones al pasado y al futuro que alimentan la mitología de la serie, apuntando a un destino ya escrito y que los fans se dedican a desgranar y analizar sin parar en busca de respuestas. Esto era lo que diferenciaba Lost de sus coetáneas y Moffat ha tomado el relevo de forma inconsciente. Algo que indica esto es la trágica y misteriosa deriva que parece haber tomado la serie con la aparición del astronauta en su inicio de temporada, por ejemplo, que convierte los monsters of the week en un camino hacia un final supuestamente pensado. Aviso que, aunque adore la deriva, yo soy de los que no se entera de la misa la mitad.
- Un monstruo, un trauma: El efecto de nostalgia del Doctor Who, presente en su público desde que volvió de la mano de Russell T. Davies y Christopher Eccleston, jamás había sido tan obvio como hasta ahora. El nuevo Doctor no es para niños, sino que intenta sacar al niño que antes residía en sus espectadores con unos monstruos que pillan la esencia de la imaginación infantil. Son sencillos, aterradores y combatirlos es una cuestión de agilidad mental más que de estrategia. Primero me enamoraron los ángeles llorosos (y Amelia Pond cerrando los ojos por turnos, una recurso genial), también hubo el que se escondía en el rabillo del ojo (o que no nos dejaba dormir cuando éramos pequeños aunque hubiéramos escudriñado todos los rincones de la habitación) y ahora era el turno de los trajeados del silencio, unos inquietantes seres que olvidamos tras dejar de mirarles. ¿Existe una idea más aterradora que el enemigo que no podemos saber que existe? O, lo que es peor, saber que existe, saber que lo has visto y ser incapaz de recordar nada. La escena en que Amy descubre que ha visto los monstruos decenas y decenas de veces, que no puede escapar de ellos y encima no es consciente de qué ha pasado es la enésima prueba de cuán terrorífico puede ser este Doctor y qué grandes recursos tiene Moffat para comprimir grandes ideas en pocos segundos (y esto era del 6x02, Day of the Moon).
- La vida secreta de las palabras: Por encima de todo lo que pueda decir, esto es lo que verdaderamente admiro de Moffat: su capacidad para comprimir emociones y vidas enteras en pocas palabras. Primero nos perfiló a Amelia Pond con el inicio de su reboot en algo que creía insuperable. Después humanizó a Rory gracias a esa trágica microhistoria perpetuada por el tiempo (quien lo haya visto sabrá de qué hablo). Por Navidad nos dio una historia de amor mágica sobre la mujer que sólo vivía en Nochebuena, que me fascinó e hizo llorar a partes iguales. Y ahora en su sexta temporada sigue con el mismo don: la impotencia de River Song es palpable sólo con una frase y la paradoja que expone automáticamente parece darle profundidad al personaje. Este talento, que es la mezcla de una buena idea, las palabras adecuadas y un imaginario firme, va más allá de los trazos de las palabras. La magia de escribir.
10 comentarios:
¡Artista!
Nunca se me hubiese ocurrido poner en el mismo saco a Doctor Who y a Lost, pero es una reflexión interesante.
Yo de muchas cosas tampoco me entero, pero lo que hice en la anterior temporada fue dejarme llevar y te lo acaban explicando todo tan bien, que sientes que has hecho bien en ponerte en sus manos (las del sr. Moffat, en este caso).
Aún no he comenzado la presente temporada, a mi me gusta acumular, hacer maratones de domingos por la tarde, de esos que dejan huella y que te mandan a la cama con un buen arsenal de material para pesadillas o sueños psicotrópicos.
Y no, no es para niños. También poniendo como ejemplo la anterior temporada, yo misma hice la reflexión de que los niños no iban a entender nada. Pero una amiga me respondió que los niños se quedaban con la superficie, con los monstruos, las aventuras, las carreras... y los histrionismos de Matt Smith.
Pero si una cosa le gusta a los niños es que les metan miedo. Jugar a asustarse, porque en el fondo, no son tontos y saben que todo es fantasía. Así que pese a todo, el componente serie familiar lo guarda, y yo me alegro de ello.
Moffat es un genio y hasta los que como yo, no endiosamos ni decimos cosas como "por Joss" y demás fanatismos-frikis, le reconocemos la genialidad... hasta el punto de decir eso de "¡pero qué cabrón...!" cuando nos pone el cerebro a mil, como si nos diesen una terapia de electroshock!
Petons, rei ;)
Moffat sigue haciendo una serie para niños, él mismo lo dice (si queréis, mejor, una serie para ver con toda la familia el sábado por la tarde). Pero sus niños son lo suficientemente inteligentes y despiertos para seguirle sin perderse. El error es pensar que "para niños" significa automáticamente algo simple que los trate como idiotas.
Ahora, es innegable que ha complicado al Doctor y le ha dado un salto más adelante, desde luego.
En realidad no digo que "no es para niños" tanto por la complejidad de la trama, pues es verdad que estos se pueden centrar en los monstruos, sino en el tono general. ¿Soy el único que pasó miedo en la escena de Amy y la cara marcada?
Es curioso que mientras que el Doctor de Tennant era bastante pasable, éste está teniendo muchas escenas de esas de "niño, cierra los ojos".
Ya puse en Twitter hace tiempo que para mi Doctor Who era mi nueva Lost, en cuanto a su capacidad para divertirme y sumergirme hasta límites insospechados en un universo propio y lleno de matices. Ahí termina la comparación.
Está claro que Moffat le da una visión a la serie mucho más oscura y perturbadora. Sus diálogos son únicos. Te recomiendo que veas (si no los has visto ya) todos y cada uno de los que ha firmado a lo largo de toda la serie) siempre de una calidad extraordinaria.
Os diré que el hijo de un amigo mío (con 8 años) es fan del Doctor, y con los episodios de Moffat se caga y con el resto no.
Me suena que ya hablamos alguna vez de lo que Davies y Moffat decían de cómo afrontaban cada uno sus respectivos doctores: potenciando aquello que recordaban de la serie cuando la vieron de pequeños.
Watanabe, está bien saber la reacción de los niños ante el Doctor Who, que hay pocos por aquí que nos puedan decir qué piensan sobre él. En Catalunya se emite en el Canal3XL tarde, o sea que va destinado al público adulto.
MacGuffin, sí, lo comentaste un día ;)
Pues a mi sinceramente me gustaba más la época Davies, ya se que es solo el principio de Moffat, pero soy más afín al ideal de Davies de exagerarlo todo, de soñar hacia fuera.
Por supuesto, eso no quiere decir que considere que Moffat lo este haciendo mal, todo lo contrario, me parece que estamos ante una temporada que va a ser muy tensa (del tipo tirarse de los pelos y eso), aunque creo que esta vez los monstruos, a pesar de salir en cada episodio, perderán protagonismo frente a las relaciones de los personajes con el Doctor, y sinceramente, eso me da miedito XD
Eddtron, es que es normal que los monstruos pierdan peso: esta temporada está siendo muy, muy coral. Entre que tiene dos companions y River Song aparece cada dos por tres, hay mucha más interacciones.
Pero me gusta tu comentario sobre que prefieres la época de Davies: por lo menos demuestra que hay dos plumas muy diferenciables. No entro en si una es mejor que la otra. Sencillamente mola ver que una serie como DW también tiene sus autorías claramente diferenciadas en lugar de tener escritores disueltos en un proyecto mayor que ellos.
Aunque le tengo bastante cariño a la "época Davies", con la que me enganché a esta "recuperación" de Doctor Who, y sin ser un auténtico fan, fan, he de decir que el nivel mostrado en la temporada anterior, el comienzo de ésta, y los capítulos de las anteriores firmados por este auténtico crack (he visto, y me encantan, Coupling, Jeckyll y Sherlock) me parece sencillamente sensacional, y me está gustando a un nivel enorme. Gran serie, que va cambiando y evolucionando tanto como su protagonista.
¡Saludos!
Genial la review. Sigo todavía fascinado con el Doctor, para mi la mejor serie de la actualidad. Mi fetiche desde hace años, y Matt Smith, brillante!!!
www.huntingseries.com
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