Las azafatas de Pan Am despertaron mucha expectación sólo porque querían aprovechar la moda de los sesenta a su favor, como si los publicitarios de Mad Men tuvieran la exclusiva y fuera un espacio temporal intocable, como también lo son ellos. Pero los sesenta, en realidad, son una excusa, un nuevo ambiente donde situar a unos personajes y, ya desde un principio, Pan Am tiene claro que lo suyo es contar otra historia muy distinta.
Matthew Weiner, por ejemplo, quiso escribir una joya con estilo sobre la verdad que se escondía en esos tiempos. A través de la sutileza, ha buscado los conflictos subyacentes que había en esa sociedad y los ha sacado a relucir a partir de la mirada del espectador, que lo ve todo con ojos actuales (el papel de la mujer, los dobles códigos morales, el factor racial). De aquí, también, que Mad Men haya visto reducido su público a pocos millones de espectadores: no es mero entretenimiento; también es una obra autoral que hace del revisionismo histórico (o más bien social) su mejor arma. La dicotomía pasado-presente le da tantos matices que a veces me pica la curiosidad por ver qué haría Weiner con una pieza cien por cien contemporánea.
La óptica de Pan Am, en cambio, va por otro lado. Parte de la idea (por todos conocida) de que las mujeres no estaban en igualdad de condiciones en esa época y que su mayor logro sólo podía ser encontrar marido y dedicarse a cuidar el hogar, y a partir de aquí seguimos a las que para la serie son la excepción de la época: las azafatas de vuelo de Pan American World Airways, la compañía que operó desde 1927 a 1991 y que era símbolo de lujo y la única forma de que esas chicas pudieran ver mundo (¿antes de cumplir con su destino?). Con esto consigue que el espectador vea un periodo histórico retrógrado y lo haga con una mirada aspiracional, palabra que leí a un comentarista norteamericano y desde entonces no me quito de la cabeza.
La descarriada Maggie (Christina Ricci), la modosita Laura (Margot Robbie), la arriesgada Kate (Kelli Garner) o la liberada sexualmente Colette (Karine Vanasse) a su manera son ejemplos a seguir. Mientras que ninguna mujer querría ser Betty Draper, Joanne o Peggy (otra cosa es si les robarían los vestidos), de ellas cualquier espectadora querría algo. Ellas son una especie distinta: son exóticas, son aventureras, son guapas, educadas y para ellas el cielo es el límite. Así la serie derriba una barrera fundamental para que la serie llegue al gran público: hacen énfasis en sus facetas y sentimientos más contemporáneos.
Puede que esto nos lleve a vivir una ilusión de los sesenta y no una realidad histórica, pero de momento el piloto es muy buena televisión. Ya lo dejan claro en los primeros diez minutos, mientras ellas se preparan para subir al avión con una impecable banda sonora, una fotografía mágica y una narración fluida: Pan Am es una aventura y no sabemos dónde nos llevará, si hacia una historia de espionaje, un relato optimista sobre la mujer de la época, un culebrón o de todo un poco. Eso sí, cuando el avión finalmente emprendió el vuelo, yo ya estaba a bordo y con el cinturón abrochado, a la expectativa de hacia donde nos dirigimos (y que consigan esto en once minutos es toda una hazaña).
P.D.Podcastero: Ya está disponible otro episodio de Yo Disparé a J.R. donde con Marina Such comentamos más actualidad teléfila, un perfecto complemento para este blog. En la barra lateral encontraréis el programa, en este otro blog encontraréis los enlaces por si os queréis suscribir y aquí os dejo el menú:
- 0': En la nueva temporada hay unas claras triunfadoras: las sitcoms. Pero también ha habido patinazos.
- 11': Charlie's Angels.
- 21': Person of Interest: ¿Qué pasa cuando Jonathan Nolan y JJ Abrams se unen con la CBS?
- 33': Fringe y el inicio de la 4ª: ¿Involución o avance? (contiene SPOILERS)
7 comentarios:
La historia de sueños de libertad de las mujeres de aquella época me ha gustado, la de espías, ya veremos.
¡Al fin parece que nos encontramos con un piloto que merezca la pena! Ya iba siendo hora...
En cuanto pueda me lo bajo y a ver si comparto tus opiniones.
Cromas a parte, el piloto me ha Encantado. Es Michael Bublé el de la BSO? O quién es? Me gustan las tramas de la libertad femenina (esa Fuga a ritmo rock brutal!!) y la de los Espías (Fantástico lo de Cuba!) veremos a dónde va todo!!!
Satrian, la parte de los espías puede estar muy bien, pero de momento cuesta visualizarla. Todo queda mucho en el aire (...) pero por otra parte es una preciosa presentación que creo que sirve muy bien su función.
ALX, este año hay pocos dramas interesantes. Pan Am y Revenge. Paro de contar (porque Prime Suspect me da demasiada pereza. Prime Suspect, si le quitas el formato miniserie, es Ley y Orden: The Closer).
Abril, los cromas dan la impresión de estar en un sueño. Me han gustado, la verdad.
Yo no le doy tanta importancia a la trama de espías, la verdad. En este piloto al menos no era relevante poner énfasis en ese aspecto, ya que lo que impotan son las chicas, aunque una de ellas se dedique al espionaje. Ya habrá capítulos para explorar esta historia dentro del pastiche de géneros que se nos van aofrecer aquí.
Más que un retrato fiel de una época histórica es un retrato nostálgico de las ilusiones de las mujeres de esa época, que es muy distinto (y por eso se justifica muy bien cierto aire azucarado e ingenuo en la producción). Como no me canso de repetir estamos antes una serie de evasión pura estrenada en una actualidad cínica donde todo pinta negro. En los sesenta había hambre de modernidad y ahora hay hambre de optimismo, y a Pan Am le sobra a raudales. De ahí la mirada aspiracional a los 60. Al menos en mi opinión hay que verla con esos ojos y dejarse llevar.
Jaina, totalmente de acuerdo. No podías explicarlo mejor.
Yo espero de verdad que le den prioridad a la trama del espionaje, porque si no, me aburro. De hecho, mientras veía la primera parte del piloto la di por descartada, y sólo cuando entró en juego esa otra trama, se me despertó el interés.
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