domingo, 18 de septiembre de 2011

El proceso de sucesión

La cancelación de Damages en el canal FX y posterior compra por parte de DirecTV tenía una gran ventaja, que gozaríamos de una cuarta y una quinta temporada, pero también algunos inconvenientes que no podíamos pasar por alto. Los responsables de la serie anunciaron que el presupuesto de la serie se recortaría aunque los sueldos de Rose Byrne y Glenn Close quedarían intactos. Esto sólo podía significar que los productores tendrían que hacer malabarismos para que las cuentas salieran para poder rodar veinte episodios.


El caso más visible de estos recortes ha sido la claustrofobia de esta cuarta temporada. Patty y Ellen, muy aficionadas a pasearse por las calles de Nueva York, esta vez han optado por pasar casi todo el tiempo en la oficina y la ambientación afgana, donde Mark Sanchez se pasaba más de la mitad de la temporada, pasaba de planos generales. También, intuyo, tenían menos tiempo y esto, quieras o no, hasta se ha notado en el guión. Damages depende de los enfrentamientos verbales entre Patty Hewes y Ellen Parsons, pero el gran puzzle que configura el caso que analizan también contribuye a la diversión y los rivales que debían derribar eran más agresivos y amenazantes, pero también eran de andar por casa. Por primera vez han dado prioridad al discurso (el falso patriotismo como herramienta para lucrarse) y las limitaciones presupuestarias han minado la imaginación de los guionistas. Cada giro en el caso de Ellen Parsons contra Five Star podía predecirse y Erickson y Boorman no podían medirse con los anteriores villanos.


Sin embargo, esto no significa que Damages haya desperdiciado un año. Al contrario. Damages necesitaba guiar a sus personajes hacia el clímax definitivo de un relato de cinco años. Había dos historias potenciales: o habíamos visto forjarse a la heredera de Patty Hewes o habíamos visto cómo se creaba la némesis que acabaría con ella. Esto siempre ha sido un relato sobre adictos al poder, sobre personas que nunca tienen suficiente y que necesitan pasar por encima de todo simplemente para demostrarse a si mismos y al resto que pueden. Y Patty es lo que lleva haciendo durante toda su carrera. Nunca ha luchado por el bien, sólo ha alimentado su ego y, de paso, se ha forjado una fama de abogada implacable del bien. Pero le llegó esa edad en la que toca hacer balance... y entonces apareció Ellen.


Ellen en un principio tenía que ser una marioneta de usar y tirar. De hecho, encargó su asesinato, que se quedó en intento. Pero como Ellen no optó por la vía natural (recriminar, denunciar), Patty vio en ella a una posible sucesora. Alguien con la suficiente sangre fría como para dejar al lado los sentimientos y sacar provecho de una situación tan adversa e improbable como aquella. Claro que Ellen no dio el paso que Patty quería. Llegado el momento, no sacrificó la vida de un amigo para tener una carrera estelar. Ni ella misma tenía claro que ésta era la clase de persona que quería ser. Eso sí, tras saberlo, ha decidido llevar a cabo lo que tanto tiempo estuvo aplazando: vengarse de Patty.


En la quinta temporada Patty Hewes será el magnate a derribar y todo a partir de la custodia de una niña. Sólo por esta conclusión, la cuarta temporada de Damages es admirable. Y será muy interesante comprobar si Ellen puede con Patty. Si el fin justifica los medios, cuando el objetivo es acabar con Patty. Y si quedará algo de Ellen una vez haya acabado la guerra. Al fin y al cabo, este será el caso más importante de Ellen Parsons: no será de esos que marcarán su carrera como abogada, sino que dictaminará cuál es su verdadera condición humana. Por fin Ellen cogerá su fusil, asumiendo todas sus consecuencias.

3 comentarios:

satrian dijo...

Tendremos al año que viene el enfrentamiento tan esperado? Me ha parecido una buena temporada, algo diferente a las anteriores, con tramas menos enrevesadas, pero el espíritu de la serie se ha conservado.

elclubsilencio dijo...

Yo que mato por Damages, me he quedado un poco chof con esta temporada; ha perdido mucho poderío formal respecto al juego de tiempo sobre todo. Era mucho más sutil e inquietante que en esta temporada, que se ha limitado a usar una y otra vez el mismo cliffhanger. Pero bueno, la verdad es que la trama no nos importa mucho; la evolución de los personajes me ha parecido muy interesante, y ha dado los mejores momentos en estos últimos diez capítulos. ¿Y ese homenaje a las season finale anteriores en la bahía de Nueva York? Genial!
Un saludo!

Crítico en Serie dijo...

Satrian, el espíritu de la serie se ha mantenido porque el enfrentamiento entre ellas dos es 3/4 partes de la serie. Eso sí, ha fallado una cuarta parte.

Elclubsilencio, sí, ha sido un poco sencilla... pero será interesante ver qué ocurre en Damages cuando la trama central es, sin disimulo, la relación entre ellas dos. Puede ser apoteósico.