martes, 20 de septiembre de 2011

La buena actriz

No solamente las joyas del cable minoritarias como Mad Men necesitan los premios Emmy para sobrevivir. Hay productos con más de diez millones de espectadores que también precisan de una capa extra de valor para ser apreciados por una cadena. Me refiero a The Good Wife. Las buenas críticas pueden sentar bien a los grandes egos de la CBS, pero los premios son fundamentales para poder sacar pecho y tutearse con AMC y HBO, ni que sea para hacerse pasar por intelectuales y a continuación toserles en la cara con sus envidiables audiencias.


El discurso de Julianna Margulies al ganar el Emmy a la mejor actriz, por ejemplo, no tendría validez si no estuviera encima del escenario y The Good Wife no hubiera constado entre las nominadas a Mejor Drama. Le dio las gracias a la CBS y a Les Moonves, el presidente de la cadena, por permitir que la serie fuera como tenía que ser y aceptarlos como son. Pocas series de la cadena se han podido permitir el lujo de reducir la parte autoconclusiva al mínimo y dejar que la narración se fragmentara, evolucionara y confluyera de forma tan radical, lo que sí les dejaron hacer a Michelle y Robert King, los responsables de la serie. Y pondría la mano en el fuego que esto no hubiera sido posible si el año pasado no se hubieran colado en la categoría reina reservada al cable. De hecho, si los Emmy no existieran sería muy probable que la tercera temporada tampoco fuera a estrenarse. En un canal donde casi todas las series tienen éxito, la que menos ojos reúne suele morir prematuramente en primavera.


Por suerte para el matrimonio King, The Good Wife ha confirmado este año que ya es una habitual de los Emmy. Primero consiguieron que Archie Panjabi se llevara el premio de actriz de reparto en 2010, este año Margulies ha sido la estrella con una victoria predecible y merecida, y encima aún les quedan actores con opciones de cara a las próximas citas (al igual que le ocurre a Modern Family): el Eli Gold de Alan Cumming es carne de Emmy y lo mismo podría decirse de Christine Baranski, aunque a ella le convendría un episodio hecho a su medida para mandar a la academia (uno donde sea el norte, el sur, el este y el oeste). Claro que, sólo por estar allí, diría que de momento tienen bastante (todo esto partiendo de la hipótesis que no van a morir desangrados los domingos por la noche, que la CBS tampoco es una hermana de la caridad).


Algo que tampoco descarto es que Margulies monopolice su categoría en los años venideros. Aquí se la puede ver como una actriz un tanto polémica, pues tiene una expresividad muy sutil (algunos la acusan de hierática y punto), pero en Estados Unidos es una intocable desde que hizo de enfermera Hathaway en Urgencias y encima se llevó a George Clooney del hospital, y sólo se le ven las gracias (que las tiene). Además, es de esas actrices que sabe preservar su intimidad sin resultar antipática y que encima encandila al público cuando se lo propone (el momento "buena esposa" del discurso de los Emmy fue espléndido). Aquí también lo podéis comprobar en una entrevista con David Letterman:




P.d.Podcast: Los Emmy, sin embargo, tuvieron otras muchas anécdotas y victorias y en el nuevo episodio de Yo Disparé a J.R. las comentamos. Por ejemplo, el triunfo de Modern Family no se puede entender si no se comprende qué representa; la victoria de Mad Men se podría interpretar como una derrota; y el fracaso de Boardwalk Empire hasta podría hacer peligrar su futuro a largo plazo. Bueno, y como no todo pueden ser los Emmy, también hablamos de Ringer con Sarah Michelle Gellar y Revenge, los dos culebrones que se han colado en el primetime americano. Aquí lo podéis escuchar:


5 comentarios:

Saúl Castillo dijo...

Suscribo todo lo que dices, hasta los puntos, las comas y los paréntesis. ¡Qué novedad!

Y muy a tenor de lo que decía Marina en el podcast, da más gusto que este tipo de premios se los lleve no solo alguien que lo merece interpretativamente (que también), sino quien sabe llevar esa profesionalidad en todos los ámbitos de su vida pública. Da gusto ver las entrevistas y sus discursos, se hace difícil no amarla. Y creo que esa solemnidad y seriedad que tanto se le critica, es lo que la hace más y más atrayente. O será que yo ya he perdido todo atisbo de objetividad, que también puede ser xD

En mi imaginación, tú escribes una y otra vez posts sobre Julianna. Y en cada uno, sale ella, con un peinado, un vestido, y un premio diferente. Y eso me hace feliz. jijiji

satrian dijo...

Y luego solo hablan de si su vestido tal y su vestido cual, lo único que hizo su vestido es retrasar un poco, por la dificultad al subir las escaleras, su emotivo discurso donde se notó lo mucho que quieren, todos los involucrados, su serie, distinta, emotiva, inteligente, y dinámica, que la hace merecedora de más premios de los que recibe, impresionante Julianna ojalá cautivara a todo el mundo como a mí.

Julio C. Piñeiro dijo...

Muy buena crónica de los Emmy. Ahora os comento cosas que ya dejé patentes en mi particular y amplia crónica.

Sobre Modern Family, sigo creyendo que la decisión de concurrir todos como secundarios se trata de una medida para mantener el buen karma entre el grupo más que un intento de arañar más posibilidades, por lo que pienso que así seguirán.

Sobre Jim Parsons, creo que no es tanto que a la Academia le guste TBBT, sino que Chuck Lorre es a los Emmy lo que los Weinstein a los Oscar, especialmente con sus niños bonitos: Parsons y Jon Cryer.

Tenéis razón en lo de HBO, y sí considero que se han llevado un varapalo. Ya decíanen el número de apertura: “There’s no place like TV, except for HBO: it’s not TV”. El año que aspiraban a recuperar su trono en el drama, no sólo no lo han hecho sino que además han perdido su largo monopolio en los formatos cortos (el haber juntado miniseries y telefilms en la misma categoría mató antes de empezar las posibilidades de los segundos). Quizás les ha valido para darse cuenta de que ya no su patrimonio exclusivo esa ya caduca etiqueta de "edad de oro de las series".

Sobre Mad Men, reconozco que me siento aludido por ese campaña pro-Jon Hamm y especialmente pro-The Suitcase, por el que he sido de los primeros en babear. No creo que le diesen el premio gordo como compensación antes del adiós de su reinado, sino que más bien se quedaron sólo con ese porque la Academia aprovechó las otras categorías para compensar a otras series, como FNL, GoT o Justified (que no digo que no sean merecidos, ojo). No se atrevieron a dejarla sin premio porque no podían negar el hecho de que se había vuelto a superar en una cuarta temporada redonda.

Siento pertenecer al grupo de los defensores de Weiner: les guste o no, Mad Men ha puesto a AMC en el mapa, y como padre de la criatura tiene todo el derecho (y obligación) de defender su integridad. Eso sí, os doy la razón en que Mad Men lo tendrá muy difícil para repetir, pero en cambio acabarán compensando a alguno de los actores.

Crítico en Serie dijo...

Saúl, somos un poquito talifán con Julianna, pero ella es la verdad y nuestro deber es predicar la palabra de la Sra Florrick. ¡Que ella misma se bendiga!

Satrian, su vestido era un poco... "no-chulo", pero tenía mucho más estilo y elegancia que muchas otras. Pero ella se llevó los palos. Y también el Emmy. A callar.

Julio, ese eslogan de HBO tuvo su gracia al principio, pero ahora no me gusta nada. No sé si siguen con él, pero igualmente me huele a tufo elitista. La televisión es televisión. Que la propia televisión hable de televisión como si fuera un medio indigno, dice muy poco a favor de él. Por suerte, ahora emiten True Blood y por eso no pueden ser tan gafapásticos.

(Eso sí, el problema no es solamente que Mad Men no ganara en ninguna categoría interpretativa... es que tampoco se llevó ni guión ni dirección. Muy, muy mala señal.)

Julio C. Piñeiro dijo...

En dirección no estaban nominados, y en guión, lo estaban por partida doble, pero creo que fue una compensación a los seis años de Friday Night Lights, para los cuales consideraban excesivo el premio gordo (así de hipócritas).