miércoles, 5 de octubre de 2011

Frankie, Misha, Nu Vibe y Kitty Brucknell

Valorar a un cantante a partir de su voz es una opción, pero muchas veces nos quedamos cortos a la hora de entender porqué consiguen brillar más que otros o simplemente hipnotizarnos. A este encanto que no sabemos cómo definir se le llama el Factor X y los británicos hace ya varios años que lo buscan en lo que es el programa bombazo de su televisión. No siempre salen ganadores que consigan brillar en esa masificada constelación llamada star system como Leona Lewis (aunque One Direction está demostrando que no hace falta la victoria), pero su declaración de intenciones por lo menos es honesta: se tiene que tener más que una voz pulida.


Esta temporada que Simon Cowell, su creador, ha decidido abandonar la edición británica de X Factor para probar de desbancar a American Idol en Estados Unidos, he querido probar cómo es esto de seguir este fenómeno y comprobar si funcionaba sin Simon, al que se le atribuyen demasiados bienes. Bueno, también ha tenido algo que ver mi curiosidad por encontrar otra persona tan interesante como Katie Waissel. Y ahora que ha terminado el proceso de cásting (muy entretenido y aún más en sus últimas fases), por fin se puede hacer una pequeña valoración sobre los concursantes elegidos. (Por cierto, encontrar vídeos para incluir en la entrada ha sido una misión imposible. Sólo he podido poner enlaces.)


Team Gary

(Otro día ya hablaré del enorme papel de Gary Barlow en esta edición y de lo maduro interesante y muy atractivo que se ha vuelto. Esto no es amor, es obsesión, pero ahora toca hablar de los concursantes).

Craig Colton no solamente tiene la mejor voz de la categoría, sino que también simboliza lo que ha sido este concurso hasta el momento: la caza del próximo Adele. Marcus Collins parece que durará dos telediarios (¿simpático? sí. ¿Genérico? Aún más) y James Michael tiene una voz buena y curiosa (claro que no me convence esa pose de guapo cuando hay algo en él que da tanta grima). Sin embargo, mi favorito es Frankie Cocozza. Tiene una de las voces más flojas del concurso, pero también una de las que me gusta más (que me hace olvidar que enseñó el culo en el primer cásting). Al fin y al cabo, gente como Thom Yorke y Brandon Flowers no hubieran durado ni cuatro segundos en un concurso donde sólo importara la voz.


Team Kelly

La categoría de las chicas reunía las mejores voces y, no obstante, también es la que ha terminado con los personajes menos interesantes. Sophie Habibis y Amelia Lily tienen potencial y han hecho buenas actuaciones, por supuesto, pero soy incapaz de acordarme de sus nombres y sus números. Aquí las posibles estrellas son Janet Devlin, que pondría la mano en el fuego que nunca ha roto un plato y parece contar cuentos cuando canta, y Misha B (gracias a su alterado Respect). Esta última, al igual que Cher Lloyd el año pasado, parece haber nacido para triunfar.


Team Tulisa

Lo que Tulisa tiene en las manos es una patata caliente, sobre todo después de que Simon haya conseguido que One Direction, uno de sus grupos del año pasado, sea un fenómeno en su país y se vaya extendiendo por Europa como la peste. De no ser por estos yogurines, vería con opciones a NuVibe (su Written in the Stars tuvo su gracia y se les veía muy sueltos). Pero será divertido ver si las Rythmix tiran adelante, sobre todo porque conceptualmente son las Spice Girls, si 2 Shoes encuentran un público (parecen muy freakies, cantan bien) y aún nos falta ver a The Risk, el experimento de la edición.


Team Louis

Paso por alto a Jonjo Kerr y a Sami Brookes, que tienen buenas voces pero no tienen factores X (el de él, si acaso, es ser muy poca cosa y el de ella es tener sobrepeso), y también a Johnny Robinson (tiene buena voz, es de pitufo y su perfil es extremadamente raro). Quien importa aquí es Kitty Brucknell, que tiene una voz un poco desafinada pero tiene pulmones y demuestra con su actitud y sus numeritos lo perjudiciales que pueden ser cantantes como Kesha y Lady Gaga. Hay gente que se toma muy en serio esto de “liarla parda” y sorprender y espero (que no creo) que llegue lejos porque a su manera es un gran hallazgo y podría servir de perfecta metáfora para los tiempos musicales que corren. Atentos a este vídeo donde lo mejor no es el vestido ni el grito (ni la mirada sociópata): lo es el If You Seek Amy del montaje que tan bien define a esta mujer y a este momento en concreto. Bueno, y ahora que lo pienso también lo es el vestido, el grito final y también la mirada de sociópata. Que una chica con algo de talento tenga tanta desesperación para conseguir la fama demuestra lo mal que está la sociedad. Claro que, ahora que lo pienso, también dice muy poco de nuestra sociedad que ella haya tenido que llegar a estos extremos para conseguir la atención que de ninguna otra forma pudo conseguir (que quien busque fotos antiguas descubrirá que en algún momento fue una chica cualquiera).

1 comentario:

Lucas dijo...

Según tu teoría una persona gorda no puede ganar un concurso de talentos, aunque tenga "una buena voz". Interesante.