Homeland puede que sea el antídoto perfecto para sobrevivir a la desaparición de Rubicon. También puede que Claire Danes se esté estancando en personajes con enfermedades varias. También puede que tenga uno de los mejores pilotos de los últimos dos años. No obstante, yo me quedo con una verdad que diría que es indiscutible: Homeland no parece una serie de Showtime. ¡Aleluya!
Cualquiera que siga este blog desde hace tiempo, se habrá dado cuenta que nunca he sentido una especial predilección por las series de este canal de cable premium. Siempre he detestado su clara intención de provocar controversia con personajes límites, no tanto por los personajes en sí, sino porque las series no estaban a la altura (y muchos picaban el anzuelo). De ellas defendería sin lugar a dudas Californication (aunque jamás haya hablado de ella) y de algunas solamente detalles concretos porque siempre les he visto potencial pero los guionistas nunca han conseguido alinear los astros (Nurse Jackie y hasta The Big C).
Con Homeland, en cambio, parece que la táctica del shock se ha dejado de lado a favor del contenido (de calidad y elaborado más allá del titular promocional). Que conste que, curiosamente, los personajes siguen siendo límite pues Danes, recién ganadora del Emmy por Temple Grandin, interpreta a una analista del FBI con esquizofrenia que empieza a sospechar del último héroe de guerra de Iraq, Nicholas Brody. Tiene la intuición que él, tras ser secuestrado durante ocho años, puede haberse cambiado de bando. ¿Pero cómo discernir entre lo que es razonablemente sospechoso y lo que es simplemente paranoico?
Este juego entre realidad y percepción, donde por suerte el espectador juega un papel bastante (supuestamente) objetivo gracias a que sabemos y vemos más cosas que los propios protagonistas, es sencillo y estimulante. No intenta esparcir demasiadas piezas encima de la mesa porque parte de la premisa que lo más importante es crear un ambiente. La continua pregunta de si ella está cuerda, de si él es un terrorista y su (y nuestra) constante fijación por los pequeños detalles a partir de las cámaras de vídeo instaladas en casa del militar ayudan a que sea un ejercicio completamente inmersivo e íntimo (y también muy meta, pues somos como Danes en su sofá viendo la pantalla).
Sin embargo, como espectadores también podemos ser víctimas de este nueva enfermedad teléfila llamada ‘expectativas’ que a veces nos empuja a esperar demasiadas grandes cosas de ciertos proyectos televisivos. Contribuye a este estado, por ejemplo, que la serie se basa en una ficción de Israel (y por lo tanto tenemos razones para creer que el desenlace estará bien atado) y que encima tiene a unos espléndidos Damian Lewis y Claire Danes (y, al ser buenos actores, queremos creer que saben cómo elegir los papeles). Pero, como no sabremos si Homeland es una gran serie hasta que termine su curso (pues así se evalúan las conspiranoias), disfrutemos del viaje que, de momento, la serie no nos ha dado motivos de peso para desconfiar de ella.
Bueno, ahora que lo pienso... es de Showtime. (Cruzaré los dedos.)
4 comentarios:
Showtime también tiene Dexter... y es un serión.
Saludos Pere, solo queria felicitarte por el blog y los podcasts, uno de mis placeres semanales.
Sobre expectativas, heroes y falling skies son buenos ejemplos que me han sucedido a mi.
Hopewell, justamente no he mencionado Dexter expresamente por no entrar en la misma discusión de siempre ;)
olhadolh, ¡muchas gracias! Como tanto el blog como el podcast son unos trabajos no remunerados, siempre se agradece que alguien valore el esfuerzo. :)
(Y el problema de Heroes no fue tanto de expectativas... como de que Kring no sabía qué hacer más allá de la primera temporada y encima se negó a matar a Sylar porque se había convertido en un villano demasiado interesante. Allí perdió los papeles.)
Esperando que no se tuerza (ojalá, aunque no tiene pinta de momento) estoy encantado con el estreno de HomeLand, me parece realmente buena.
A mi personalmente Showtime me da bastantes series que me gustan, aunque sobre todas ellas Dexter (que me encanta), seguida a distancia de Californication y las primeras temporadas de Weeds, y USofTara, The Big C o Nurse Jackie ya en menor medida (espero no dejarme ninguna de las que sigo xD).
¡Saludos!
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